24 agosto, 2006

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Un consejo de Ministros autonómico y paritario
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Franco resolvía las crisis de Gobierno con un motorista que llevaba la carta fatal al ministro saliente para evitar mirar a los ojos a la víctima de la destitución. Uno de ellos, al recibir la carta, acudió al Palacio del Pardo para pedir explicaciones. Franco accedió a recibirlo, pero le dio una respuesta sorprendente: "Desengáñese, amigo mío. ¡Es que vienen a por nosotros!"
Felipe González, que no usaba motoristas, lo pasaba muy mal al afrontar el trance. Ministro hubo que salió de la entrevista en la que se le daba el finiquito, creyendo que FG le había confirmado en el cargo.
Tampoco José Luis Rodríguez Zapatero parece un estadista dado a mover el banquillo, a juzgar por la sorprendentemente larga permanencia de algunos de sus ministros (y algunas de sus ministras, claro). En los próximos cuatro meses van a salir dos, pero no es por incompetencia, sino por concurrir a las elecciones autonómicas de su comunidad. Él sólo prescindiría de López Aguilar y Montilla por Canarias y Cataluña, respectivamente.
Ya sabemos que Montilla va a ser sustituido en septiembre por un socialista que será: hombre y catalán. Cuando toque relevar a López Aguilar, deberá ser hombre y canario. Si se materializa la rumoreada salida de Carmen Calvo, no debería romperse la paridad, ni siquiera temporalmente.¿Tiene la cultura española nombre de mujer andaluza? La vivienda, el medio ambiente, la sanidad, la agricultura, la educación, Fomento y la vicepresidencia, ¿serán cosas de chicas para siempre?Supongamos que sí. ¿Podrá haber en el futuro una ministra de Vivienda burgalesa o murciana? ¿Querrá el sector gay/lesbiano hacer visible su opción sexual a nivel de Consejo de Ministros? Si esto se materializa, ¿encabezará Zerolo una manifestación con el lema "Y ahora l@s transexuales"?

1 comentario:

Anónimo dijo...

A ver si afinamos más en el análisis: ¿es que CC es sólo una mujer andaluza? Habrá millones de mujeres andaluzas. La sustituta habrá de ser, además de mujer andaluza, egabrense, de la misma Cabra. Lo demás es romper el delicado juego de equilibrios conseguido por este gobierno.