30 abril, 2010


Quizá sea por estrés


El declarante tiene su opinión sobre si el titular del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional cometió delito de prevaricación en alguna de las tres causas que se le siguen ante el Tribunal Supremo, en las tres o en ninguna, pero cree a este respecto:

a) Que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley, que el juez Garzón no es una excepción.

b) Que el Supremo es perfectamente competente para determinar si cometió delito o no.

c) Que el declarante aceptará las sentencias del alto tribunal independientemente de que coincidan o no con las suyas.

Mientras los españoles se dividen en dos apasionados grupos: garzonistas y antigarzonistas, el juez sigue en lo suyo. Su última decisión ha sido la de excarcelar al secretario general del LAB, encarcelado por su intento de reconstituir la ilegalizada Batasuna. El auto tiene el sello inequívoco del superjuez. Admite que se dan las circunstancias que justifican la prisión provisional: riesgo de fuga y peligro de reiteración, pero decide excarcelarlo por razones humanitarias.

¿Y cuáles son éstas, si puede saberse? Según el auto:
"relación de dependencia que su madre tiene respecto del mismo, tal como se acredita por el certificado del Ayuntamiento de Lasarte-Oria (Gipuzkoa) de fecha 12/04/2010, que dice que Doña Dolores Usabiaga Olarra ha iniciado los trámites para la prestación y cuidados personales relativos a la Ley sobre Dependencia de personas físicas, "requiriendo como cuidador a su hijo D. Rafael Díez Usabiaga, persona que hasta la fecha de ingresar en una institución penitenciaria, ... ha venido haciéndose cargo de su madre"(firmado por la presidenta de Servicios Sociales de dicho Ayuntamiento).
El Ayuntamiento de Lasarte niega algunos de estos extremos:
"el único documento que (este Ayuntamiento) ha remitido a la solicitante es una convocatoria para citarse con la asistente social del Ayuntamiento con el fin de dar inicio al expediente con relación a su solicitud de presentación y cuidados personales relativos a la Ley de Dependencia."
Todo lo que toca el juez Garzón se convierte en algo extraño. Uno creía que la Ley de Dependencia estaba hecha para atender a las personas, independientemente de que tengan familiares que puedan cuidarles o no. Tampoco parece cierta la situación de dependencia de Dolores Usabiaga respecto a su hijo, Rafael, puesto que tiene otra hija residente en Lasarte. También tiene una hermana, con la que salió a pasear la semana pasada.

Tampoco es cuestión menor la expresión utilizada por Garzón "Doña Dolores Usabiaga Olarra ha iniciado los trámites para la prestación y cuidados personales relativos a la Ley sobre Dependencia". Que la madre del detenido inicie un trámite, no es lo mismo a que el Ayuntamiento lo haya iniciado, como dice el propio Consistorio, y mucho menos que lo haya culminado. Todo lo que hay es una solicitud de cita previa para iniciar trámites. Para que el juez pueda entender la diferencia: escribir una carta que diga "Querido Emilio" no es suficiente para presentarse en una oficina del Banco Santander en Nueva York y pedir 302.000 dólares. Hace falta esperar a la respuesta positiva del destinatario.

¿Es ésta una resolución injusta?¿La ha escrito el juez a sabiendas? No sabría qué responder, al menos a la segunda pregunta. A la primera, la respuesta es que creo que sí. Un hombre sometido a tres procesos debe de sufrir un gran estrés, aunque no sé si hasta el punto de perder el control de sus escritos. Aclaremos, en todo caso que la prevaricación no requiere que haya personas perjudicadas en el acto presuntamente delictivo.

En cualquier caso, vamos a suponer que no, pero es urgente que se clarifique la situación del juez y mientras, tal vez sería pertinente que Garzón se inhiba y desista de redactar autos como éste. Que tome ejemplo de Varela.

29 abril, 2010


Pero, ¿por qué no nos creen?


Hubo un tiempo en que la gente con mando pagaba sus errores con la dimisión. Por aquel entonces, Maruja Torres escribió: "Cuanto más conozco a la gente, más me gustan los Corleone". Era una expresión brillante para referirse a la gente que es capaz de asumir responsabilidades por lo hecho. Era Tessio, volviéndos hacia el consigliere Tom Hagen, al comprender que se lo llevan para su último trayecto: "Di a Michael que siempre le quise. No hubo nada personal, sólo negocios". A pesar de todo, en aquel tiempo, había gente que dimitía. Lo hizo el ministro del Interior, José Luis Corcuera, cuando el Tribunal Constitucional tumbó su 'ley de la patada en la puerta' cobre cuya constitucionalidad él no había tenido dudas. ¡qué tiempos!




Lo de ahora no necesita mucho comentario. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, habló en enero de 2009 sobre la evolución del paro:

Ayer decía:



Es porque nos tienen manía:


Nunca llegaremos, pero una vez llegados y habiéndonos pasado en 600.000 parados, daba igual lo que hiciéramos. Estaba de Dios. Esto sólo lo explica este chiste de Ramón, 2 de agosto de 1975 que ya publicó este blog hace un año:


28 abril, 2010

Una cierta sensación

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El presidente del Gobierno comparecía ayer en el Senado, donde admitió dos hechos, dos aspectos de la realidad, a saber: que la cifra del paro que conocimos ayer en ABC por un error de la página web del INE, es "excesivamente alta". En este primer reconocimiento puede verse la coherencia intelectual de Zapatero, en contra de quienes venían difundiendo la especie de que en ese terreno vive al día. No puede reprochársele que tenga dos varas de medir. Hace dos años, el 26 de abril de 2008, dijo que "la peor previsión de paro será mejor que la mejor que tuvo el PP en 2004". La mejor que tuvo el PP fue el 11%. ¿No es una admirable prueba de realismo que al superar el 20% considere que la tasa es excesivamente alta?

En el mismo día también en el Senado apreció que la "no sentencia" del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña está produciendo "una cierta sensación de conflictividad institucional", aunque posteriormente en los pasillos de la Cámara Alta ha negado su existencia con un rotundo y escueto "no". Cierto. He aquí una palabra clave, un adjetivo que es la punta de lanza roma de la dialéctica relativista del presidente Zapatero. No hay conflictividad institucional, solamente una cierta sensación de. El portavoz parlamentario del grupo que apoya a Zapatero, José A. Alonso:
"No hay crisis institucional en España (...) La única crisis es la del PP, por la trama Gürtel, por sus casos de corrupción y por eso enturbian la convivencia"
.
Hace falta cierto sosiego y discreción, dijo también, al hablar de la renovación del TC. Cierto sosiego revela un estado de ánimo impreciso, no incompatible con una cierta agitación y con una cierta propaganda.

27 abril, 2010


Tal como éramos



El pantallazo que pueden ver en la ilustración corresponde al editorial de El País del 15 de octubre de 1977, tras la aprobación de la Ley de Amnistía. 'Amnistía al fin' se titulaba, expresando con precisión un anhelo que albergaba la izquierda. No es cierto que "la amnistía fue un autoperdón del franquismo". Mal se puede explicar eso con el hecho de que aquella primera Alianza Popular, la de los siete magníficos, se abstuviera en la votación.

El diario 'El País' explicaba hace dos meses que la amnistía no debía prevalecer contra los autos de Garzón:

“Ni la Ley de Amnistía ni la de Memoria Histórica pueden coartar la autonomía del juez penal en la averiguación del delito. Es injusto y ofensivo atribuir al intento de juzgar los crímenes de la dictadura la finalidad de burlar la voluntad de las Cortes democráticas de España.”

(Editorial de El País, 10 de febrero de 2010)

Lean ahora cuál era la posición institucional del diario al comentar la aprobación de la Ley de Amnistía en el Congreso y el Senado:

“…la amnistía es un acto excepcional, justificado por la razón de Estado y por la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva de acontecimientos tan cruentos y dolorosos para un pueblo como es una guerra civil -una guerra entre hermanos- y una larga dictadura.

La España democrática debe mirar hacia adelante, olvidar las responsabilidades y los hechos de la guerra civil, hacer abstracción de los cuarenta años de dictadura. La mirada hacia el pasado sólo debe tener como propósito la reflexión sobre las causas de la catástrofe y la forma de impedir su repetición. Un pueblo ni puede ni debe carecer de memoria histórica; pero ésta debe servirle para alimentar proyectos pacíficos de convivencia hacia el futuro y no para nutrir rencores hacia el pasado.”

(Editorial de El País, 15 de octubre de 1977)

Este era el sentimiento dominante entre la izquierda, no el miedo. Fue un acto de extraña racionalidad para darse en este país y el periódico de referencia de la izquierda lo reflejaba con nitidez. Así éramos, así lo pensamos y así fueron las cosas, por más que muchos se empeñen en recordar las cosas como no fueron, en función de sus intereses y de sus fobias de presente. Se está generalizado, y es natural que esto pase en aplicación de la memoria histórica, lo que podríamos llamar 'el síndrome Almodóvar', que consiste en mirarse al espejo y creer que la imagen que vemos es nuestra foto de hace 35 años.

26 abril, 2010


Domingo de consultas


Ayer fue día de paripé en 211 pueblos y ciudades catalanas. El resultado y el balance de las cuatro consultas, como puede verse en el gráfico que reproduce la portada de El Periódico, a la derecha, debería ser desalentador para sus promotores.

Contra la perseverancia de los hechos, el optimismo de la voluntad. Sí, ya sé que lo que Gramsci había dicho era: "contra el pesimismo de la inteligencia", pero esta cualidad no parece que pueda verse hoy en ningún sitio. El diario 'Avui', que es de los más partidarios, ha dado hoy con un bloque titular que debería estudiarse en todas las facultades de periodismo. Se trata de explicar en los subtítulos las causas del fracaso de lo que se anuncia en el titular como una victoria.
"El 'sí' a la independencia se acerca al medio millón"
17,4%. Las dificultades de movilización en las grandes ciudades explican la caída de participación. El fiasco del TC no anima a ir a votar.
El casi medio millón de participantes que suman en todas las convocatorias es un fracaso porque la vida moderna en las ciudades es un fenómeno complejo. Luego, en la parte analítica, no se comprende el porqué del último subtítulo. ¿No debería ser al revés? El fracaso del Estatuto debería estimular el voto por la independencia. es un decir.


25 abril, 2010

El acoso a un magistrado



Las manifestaciones que ayer se celeebraron en distintas ciudades en apoyo del juez Garzón han tenido un relato periodístico algo equívoco en la prensa partidaria de las mismas. 'El acoso a un magistrado' reza la leyenda de la foto de una manera que se me antoja impropia. vean la foto, vean otras del mismo acto, lean las crónicas, las pancartas, los eslóganes. Los únicos magistrados acosados son Varela y sus compañeros del Tribunal Supremo.

En la foto se ven retratos de víctimas de la represión franquista: Julián Grimau, Miguel Hernández, Julián Besteiro, Salvador Puig Antich, son las caras que he podido reconocer.

La foto de Grimau me ha despertado recuerdos: es la misma que hace 47 años y cinco días enarbolaban en París y otras ciudades europeas miles de manifestantes que protestaban contra el inminente fusilamiento de Julián Grimau García, detenido seis meses antesl, torturado, juzgado en juicio sumarísimo plagado de irregularidades el 18 de abril y ejecutado en la madrugada del día 20. Rafael Alberti escribió aquel día un soneto para el último fusilado de la guerra civil española:
Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?
Pero el mundo se agita y se remueve
En mil novecientos treinta y nueve
se fusilaba sin más a tanto inmundo
protestar de masones, liberales,
comunistas, social democristianos,
escritores borrachos, italianos,
gentes de mal vivir y radicales.
Pero además, ¿qué pasa?¿qué presentas?
Mundo, ¿Cómo protestas, importuno?
¿Tanta importancia tiene a fin de cuentas,
que sean un millón o un millón y uno,
los muertos de una guerra tan gloriosa?

Aclaro que mis recuerdos no proceden de la memoria histórica, -yo era pequeño entonces- sino de la historia, propiamente dicha. L'Histoire de l'Espagne Franquiste, de Max Gallo. Aquel libro fijó con toda nitidez en mi memoria las circunstancias del proceso y muerte de Julián Grimau. Fue un asunto sobre el que traté de documentarme. Leí un libro editado en París, 'Julián Grimau, el hombre, el crimen, la protesta' en cuya redacción participó Semprún y el que escribieron su abogado defensor, Amandino Rodríguez Armada y el entonces corresponsal de Le Monde en Madrid, José A. Novais. Como es preceptivo en los consejos de guerra, tuvo un abogado militar, el capitán Alejandro Rebollo, el único licenciado en derecho del consejo.

En el libro de Gallo estaba aquella foto de Grimau y en aquel libro y los dos citados quedaba expuesto con meridiana claridad que aquel hombre fue una víctima del franquismo. Sin embargo, dejaban la desazón de no saber si podíamos considerarle abiertamente un héroe civil ni si merecía la admiración que sentíamos al cantar lo de Violeta Parra:
¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma
que le están degollando a sus palomas?
El que oficia tu muerte como un verdugo
tranquilo está tomando su desayuno.
Lindo segar el trigo en el sembrao
regado con tu sangre, Julián Grimau.
El Santo Padre había escrito a Franco para pedirle la conmutación de la pena. Ninguno de aquellos libros refutaba con rotundidad la acusación que pesaba sobre Grimau, policía en Barcelona durante la guerra y autor él mismo de torturas a franquistas y a detenidos del POUM y anarquistas. Fraga, entonces ministro de Información y Turismo, difundió estas acusaciones. Jorge Semprún también las cree al evocar cómo participó en la elaboración del libro ya citado sobre Grimau en sus memorias. La veracidad, más que probable de la acusación, como es obvio, no justifica ni ampara lo que hizo con él el régimen.

Semprún cuenta en 'Autobiografía de Federico Sánchez' algo más de aquella noche del 19 de abril de 1963, en la que su entonces camarada, estaba en capilla. Tras las manifestaciones en París, él se dirigió a casa de Carrillo para ver qué más podían hacer ante la inminencia de la ejecución. Tardaron en abrirle y, finalmente, salió el secretario general del partido a cuyo Comité Central pertenecía Grimau. Y salió en pijama para estupor de Semprún: estaba en la cama.

He recordado esto porque los retratos de Grimau en las pancartas me han hecho recordar que el pasado martes se cumplieron los 47 años de aquella inicua ejecución sin que nadie dijera ni mú. El ex fiscal Mena, que aquella mañana actúo en el acto del Paraninfo de la Universidad de Barcelona en el que las pancartas pedían 'Carta blanca para Garzón' no aludió a la efeméride. Son rarezas de la memoria histórica. Almodóvar, que en el acto de ayer leyó manifiesto, había explicado unos días antes su manera de ser antifrasquista, no ya en vida de Franco, sino cuando ya había menos peligro, cinco años después de muerto:







"Cuando hice mis primeras películas en 1980, tenía como norma no citar a Franco. Negaba su existencia. No era falta de memoria, sino que me parecía la mayor de las protestas. Las chicas delirantes de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón no habían nacido en la dictadura.[quiere decir que él las imaginó después, entre 1975, año del decso, y 1980, año de realización de la película] Mi venganza era no recordar su existencia".
La peor de las venganzas. De hecho era lo que más temía el dictador. ¡Mira que si me muero y luego esta punta de cabrones ni siquiera recuerdan mi existencia! El cineasta no explica si cree que esta apreciación suya puede trasladarse al franquismo en sentido estricto. Ser antifranquista entonces, durante la vigencia del régimen podría ser considerado un acto de provocación, incluso de colaboracionismo. Era mucho mejor ignorarle. Lástima que Grimau, hiciera lo que hiciera en Barcelona, no fuera tan listo como el manchego para quedarse en París en vez de venir a conspirar a España. Es más: si todos los antifranquistas hubieran imitado a Almodóvar aplazando su deseo de ejercer de tales unas décadas, otro gallo nos cantaría: Franco se habría suicidado, acorralado por tanto ninguneo.

La foto de Puig me ha traído otros tantos recuerdos, pero queden para otro día. Lo llamativo de lo de ayer, es que tal como cuenta Natalia Junquera en El País: en la protesta de Madrid "muchos asistentes confesaban que no habían acudido nunca a una manifestación. Jamás habían protestado por nada, decían ancianos de 80 años."

Es evidente que Almodóvar era su portavoz idóneo.

24 abril, 2010


La persistencia de la memoria


A medida que se acerca la fecha en que el CGPJ deberá tomar la decisión de si aparta al juez Baltasar Garzón de la carrera, los ánimos se excitan y el tono de la discusión se eleva una octava cada día. La imagen que ilustra el comentario de hoy es un óleo de Dalí popularmente conocido como 'Los relojes blandos', pero cuyo título real es 'La persistencia de la memoria'.

Viene hoy a cuento por representar el drama de la democracia española que arrancó en el acuerdo de la transición. Una generación de españoles que no vivió aquellos hechos, que no participó en ellos, o que ha reinterpretado su participación, (caso de Carrillo) ha reivindicado su propia transición con un oxímoron extraordinario: la memoria histórica, síntesis de dos conceptos que no casan y componen lo que podríamos llamar el subjetivismo objetivo, la cuadratura del círculo. La memoria es personal y, hasta ahora, bastante intransferible: cada quisque recordaba la feria a su manera. La historia se encarga de despojar los hechos e las adherencias pasionales de la memoria, para describirlos con el máximo detalle y en relación con el contexto en que ocurrieron, las causas que los provocaron y los efectos que tuvieron, pero sin filias ni fobias y despojados de excrecencias.

La memoria histórica es el cuadro de Dalí visto por los Simpson. El conseller de Interior de la Generalitat patrocinó un acto sumamente representativo el 20-N de 2005, al cumplirse el 30 aniversario de la muerte del dictador: instalar un busto de Franco para que sus colegas le dijeran a la cara todo lo que no pudieron o no se atrevieron entonces por culpa de la censura, del miedo, de la obligación de callar. Los 'lletraferits' podían expresarlo por escrito en un libro dispuesto a tal efecto.

Al leer hoy la magnífica tribuna firmada por Joaquín Leguina en 'La Cuarta Página' de El País, he recordado el título del cuadro daliniano. Háganse el favor de leerla. 'Enterrar a los muertos' se titula, y no podría haber hallado otro título más acorde con el texto. Hace cuatro años, durante el debate de la Ley de Memoria Histórica, me extrañaba yo de que los comunistas sólo recordaran el 70º aniversario de la guerra civil y no el cincuentenario de la política de reconciliación nacional. En este blog, que daba sus primeros pasos aquellos días, expresé un deseo que entona con el título de Leguina y que sigue pareciéndome hoy un objetivo necesario: hacer de las fosas tumbas, no trincheras.

Si usted no tiene recuerdos muy precisos de aquellos lejanos ochenta o se ha incorporado recientemente a este debate o ha reconstruido su memoria en función de otras necesidades que la estricta de recordar lo que pasó, haga algunas consideraciones sobre lo que el autor califica de "mensajes perversos":

Mensaje nº 1: La Ley de Amnistía -como toda la Transición- fue hecha bajo presión, debido al miedo que producía el ruido de sables. Más que amnistía fue amnesia lo que se impuso.

Mensaje nº 2: Los asesinados en la retaguardia republicana ya fueron "honrados" y sus victimarios perseguidos por el franquismo. Los únicos que ahora deben ser "honrados" -y sus asesinos juzgados- son los represaliados por el franquismo.

Mensaje nº 3: Todos los represaliados por el franquismo son héroes de la democracia y de la libertad.

Mensaje nº 4: La derecha española es heredera y añorante del franquismo.


Déles vueltas, considere las razones de Leguina y trate de encontrar alguna razón propia. Comprobará que le están vendiendo mercancía averiada.

(A mi amigo CGA, que recuerda los hechos tal como él no los vivió)


23 abril, 2010


Para acompañar una tortilla estatal,



nada mejor que un buen vino estatal



Recordarán ustedes que hace pocos meses fue objeto de comentarios en esta bitácora la extraña manía que se ha extendido en los bares de Bilbao de ofrecer 'tortilla estatal' a lo que siempre fue tortilla de patatas o tortilla española. Hoy, con los periódicos vizcaínos, el Ayuntamiento de villa, noble e invicta a más no poder, regala un dvd con información sobre el espacio público recién inaugurado: la Alhóndiga.

Se trata de un antiguo almacén de vinos diseñado por el arquitecto Ricardo Bastida y construido en 1905. Desafectada de su antiguo empleo hace muchos lustros, ha sido el sueño de una noche de verano de todos los alcaldes bilbaínos. A uno de ellos, José Mª Gorordo, le costó el cargo, por empeñarse en encargar al arquitecto Moneo un edificio espectacular para encajar entres sus paredes y llevarle la contraria al entonces todopoderoso Xabier Arzalluz. Finalmente se ha desarrollado el proyecto de Philip Stark para un espacio multiusos.

Lo que ven ustedes en las dos primeras imágenes es el continente del dvd por sus dos lados. Verán que tres de sus cuatro caras van a color y, otra, que corresponde a la contraportada, está en riguroso blanco y negro. ¿Por qué? se preguntarán ustedes. ¿A caso el Ayuntamiento ha hecho imprimir así por algún acontecimiento luctuoso? No parece. Si tal fuera, todo el envoltorio habría sido imprimido en blanco y negro. ¿Acaso se trataba de ahorrar en estos tiempos en que tan conveniente es la austeridad? Tampoco, todo está en la misma pieza de papel. Ni un céntimo.

Tal vez pueda entenderse mejor, si ven el logotipo de uno de los patrocinadores, exactamente el primero por la izquierda en la parte inferior de la contraportada, la Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE). Hélo aquí a la izquierda ampliado, para que puedan ver sus colores y sacar ustedes solos conclusiones. No se lo voy a dar todo hecho.


22 abril, 2010


El Govern reconoce a los suyos



El diario ABC publica hoy esta foto. Fue tomada ayer en el acto solemne en el que el presidente de la Generalitat, José Montilla entregó la Creu de Sant Jordi, máxima distinción de Cataluña a los ex fiscales Carlos Jiménez Villarejo y José Mª Mena, artistas invitados en los aquelarres que se desarrollaron en la Universidad Complutense y en la de Barcelona, respectivamente.

Podría parecer que es muy escaso el tiempo transcurrido entre el servicio y la recompensa, pero seguramente el distintivo había sido concedido bastante antes. De una sucesión de hechos puede derivarse una relación causal (el segundo es consecuencia del primero) o no. En todo caso, no puede derivarse el primero del segundo.

Consideren el ejemplo de La Caixa-Endesa. Montilla, primer secretari del PSC, era al mismo tiempo Ministro de Industria del Gobierno de España. La Caixa le había condonado una deuda de seis millones de euros y Montilla apadrinó la operación de la OPA de la Caixa a Endesa. La operación fracasó gracias al empecinamiento del presidente de Endesa, Manuel Pizarro. Cuando finalmente se vendió se hizo a casi el doble del precio al que el Gobierno estaba dispuesto a apadrinar la operación.
Los fiscales Mena y Villarejo iniciaron su carrera fiscal en años duros del franquismo, juraron los Principios del Movimiento, como era obligado para todo funcionario que tomara posesión de su cargo hasta la muerte del dictador y aplicaron las leyes franquistas, claro. Jamás usaron su cargo para denunciar el régimen, cosa que jamás debe reprochárseles, porque esa actitud era una bala que sólo se podía disparar una vez, pero que tampoco deberían ellos reprocharle a nadie , en ningún caso, al TS.

En realidad, como fiscales, siempre sirvieron al Régimen. A veces mal. Ellos articularon la acusación contra Jordi Pujol por el caso Banca Catalana con resultado de absolución, naturalmente. Mena tuvo algunos fracasos más. El pujolismo ha protestado porque se imponga la creu a gente que en su lógica, fue instrumento del anticatalanismo, tontería semejante en grado venial a la de Villarejo cuando dice que el Tribunal Supremo está en manos de Falange Española y de los corruptos de la Gürtel. A mí me parece que se merecen la medalla por haber sido servidores del Estado, aunque hayan tenido más voluntad que acierto. Cumplieron de manera ejemplar con el régimen, cualquiera que fuese en cada momento. La recompensa es especialmente hermosa y muestra ventajas de la bilateralidad. Cataluña premia a los leales servidores de España. Y todavía hay que teme al separatismo.

21 abril, 2010


Hace 33 años

La foto de portada del diario Público fue tomada el 14 de octubre de 1977. Aquel día comenzó un pleno para tratar la Ley de Amnistía, que se votó y aprobó el proyecto al día siguiente con la abstención de Alianza Popular. Algunos hechos de aquellos días: Una semana antes de la aprobación de la Ley, el 8 de octubre, era asesinado por ETA el presidente de la Diputación General de Vizcaya, Augusto Unceta, y los guardias civiles de su escolta. Esto debió de pesar en el ánimo de los legisladores, al establecer como fecha límite para beneficiarse de la Ley el 6 de octubre, dos días antes del asesinato. los efectos fueron los mismos, porque un efecto colateral de la Ley de Aminstía fue que el asesinato de Unceta y sus escoltas no fue esclarecido policialmente. Sus autores no fueron detenidos; ni siquiera identificados.

Aquel mismo día, 8 de octubre, se cumplían diez años de la captura del Ché Guevara en Bolivia y de su asesinato en la escuela de La Higuera. Diez días más tarde, tres después de la aprobación de la Ley en el Congreso, el Club Siglo XXI tuvo un acto muy significativo. El presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga Iribarne, presentó una conferencia de Santiago Carrillo Solares, secretario general del Partido Comunista. Fue un acto simbólico de gran importancia, protagonizado por dos hombres que tuvieron un papel estelar en la Transición: Fraga, al encarrilar a la derecha franquista por la vereda constitucional y Carrillo, al hacer lo propio con la izquierda.

"El conferenciante que les voy a presentar", dijo Fraga, "es un comunista de tomo y lomo". Una semana antes de la aprobación de la Ley, las dos Españas se habían amnistiado mutuamente. Fraga perdonó a Carrillo lo de Paracuellos y Carrillo a Fraga haber estado en el Consejo de Ministros en el que se firmó el enterado de la pena de muerte contra Julián Grimau.

El día de la foto subió a la tribuna del Congreso Marcelino Camacho, que defendió en un discurso apasionado la amnistía como una bandera que había alzado en solitario el Partido Comunista desde el mes de junio de 1956, en el que el Comité Central aprobó la Política de Reconciliación Nacional propugnada por Carrillo. Aquel año, los artistas plásticos del PCE recorrían España con una exposición colectiva sobre la amnistía. Recordarán el cuadro de Genovés de los abrazos. El día 27 de aquel mes de octubre se firmaron los pactos de La Moncloa. En fin, hechos que los comunistas de hoy han olvidado, precisamente en nombre de la Memoria.
Con el fin de recordarles los hechos, vuelvo a colgar la intervención parlamentaria de Marcelino Camacho, recogida del Diario de Sesiones del congreso de los Diputados:

Pleno del Congreso de los Diputados. 14 de octubre de 1977. Debate de la Ley de Amnistía. Intervención del diputado comunista Marcelino Camacho Abad*:

El señor CAMACHO ABAD: Señor Presidente, señoras y señores Diputados, me cabe el honor y el deber de explicar, en nombre de la Minoría Comunista del Partido Comunista de España y del Partido Socialista Unificado de Cataluña, en esta sesión, que debe ser histórica para nuestro país, en honor de explicar, repito, nuestro voto.

Quiero señalar que la primera propuesta presentada enesta Cámara ha sido precisamente hecha por la Minoría Parlamentaria del Partido Comunista y del P. S. U. C. el 14 de julio y orientada precisamente a esta amnistía. Y no fue un fenómeno de la casualidad, señoras y señores Diputados, es el resultado de una política coherente yconsecuente que comienza con la política de reconciliación nacional de nuestro Partido, ya en 1956.

Nosotros considerábamos que la pieza capital de esta política de reconciliación nacional tenía que ser la amnistía. ¿Cómo podríamos reconciliarnos los que nos habíamos estado matando los 'unos a los otros, si noborrábamos ese pasado de una vez para siempre?

Para nosotros, tanto como reparación de injusticias cometidas a lo largo de estos cuarenta años de dictadura, la amnistía es una política nacional y democrática, ala única consecuente que puede cerrar ese pasado de guerras civiles y de cruzadas. Queremos abrir la vía a la paz y a la libertad. Queremos cerrar una etapa; queremos abrir otra. Nosotros, precisamente, los comunistas, que tantas heridas tenemos, que tanto hemos sufrido, hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores. Nosotros estamos resueltos a marchar hacia adelante en esa vía de la libertad, en esa vía de la paz y del progreso.

Hay que decir que durante largos años sólo los comunistas nos batíamos por la amnistía. Hay que decir, y yo lo recuerdo, que en las reuniones de la Junta Democrática y de la Plataforma de Convergencia, sobre todo en las primeras, se borraba la palabra "amnistía" ; se buscaba otra palabra porque aquella expresaba de alguna manera -se decía- algo que los comunistas habíamos hecho, algo que se identificaba en cierta medida con los comunistas.

Yo recuerdo que en las cárceles por las que he pasado, cuando discutíamos con algunos grupos que allí había de otros compañeros de otras tendencias -que después alguna vez la han reclamado a tiros- estaban también en contra de la palabra «amnistía».

Recuerdo también un compañero que ha pasado más de veinte años en la cárcel : Horacio Femández Inguanzo, a cuyo expediente se le llamó “e1 expediente de la reconciliación”, yque fue condenado a veinte años en 1956. Cuando monseñor Oliver, Obispo auxiliar de Madrid, nos visitaba en 1972 en Carabanchel, y le hablaba del año de reconciliación que abría la Iglesia, Horacio le decía: “Si quiere ser consecuente la Iglesia con la reconciliación, debe pedir también en este año la amnistía, ya que lo uno sin lo otro es imposible”. Y le explicaba que él había sido condenado a veinte años comodirigente del Partido Comunista de Asturias, precisamente por la amnistía, y que su expediente se llamó “el expediente de la reconciliación”.

Hoy podríamos citar más compañeros aquí: Simón Sánchez Montero y tantos otros, que hemos

pasado por trances parecidos, pero hoy no queremos recordar ese pasado ; hemos enterrado, como decía, nuestros muertos y nuestros rencores, y por eso, hoy, más que hablar de esepasado, queremos decir que la minoría comunista se congratula del consenso de los Grupos Mixto, Vasco-Catalán y Socialista, y hubiéramos deseado también que éste fuera un acto de unanimidad nacional.

Todavía yo pediría a los señores de Alianza Popular que reconsideren este problema. Nosotros afirmamos desde esta tribuna que ésta es la amnistía que el país reclama y que, a partir de ella, el crimen y el robo no pueden ser considerados, se hagan desde el ángulo que sea, como actos políticos. Por eso hacemos un llamamiento a nuestros colegas de Alianza Popular de que reconsideren su actitud en este acto que debe ser de unanimidad nacional. En esta hora de alegría, en cierta medida, para los que tantos años hemos pasado en los lugares que sabéis, sólo lamentamos que, en aras de ese consenso y de la realidad, amigos, patriotas, trabajadores de uniforme, no puedan disfrutar plenamente de esta alegría. Desde esta tribuna queremos decirlo, que no les olvidamos y que esperamos del Gobierno que en un futuro próximo puedan ser reparadas estas cuestiones y restituidos a sus puestos.

También a las mujeres de nuestro país queremos indicarles que si hoy no se discute este problema, que si en esta ley faltara la amnistía para los llamados “delitos de la mujer” :adulterio, etc., les queremos recordar que el Grupo Parlamentario Comunista presentó una proposición de ley el 14 de julio que creemos que es urgente discutir y que vamos naturalmente a discutir. Pero, es natural, señoras y señores Diputados, que tratándose de un militante obrero, en mi caso, si hablaba antes de que era un deber y un honor defender aquí, en nombre de esta minoría, esta amnistía política y general, para mí, explicar nuestro voto a favor de la amnistía, cuando en ella se comprende la amnistía laboral, es un triple honor.

Se trata de un miembro de un partido de trabajadores manuales e intelectuales, de un viejo militante del Movimiento Obrero Sindical, de un hombre encarcelado, perseguido y despedido muchas veces y durante largos años, y, además, hacerlo sin resentimiento.

Pedimos amnistía para todos, sin exclusión del lugar en que hubiera estado nadie. Yo creo queeste acto, esta intervención, esta propuesta nuestra será, sin duda, para el mejor recuerdo que guardaré toda mi vida de este Parlamento.

La amnistía laboral tiene una gran importancia. Hemos sido la (clase más reprimida y másoprimida durante estos cuarenta años de historia que queremos cerrar. Por otra parte, lo que nos enseña la historia de nuestro país es que después de un período de represión, 'después de la huelga de 1917 y la represión que siguió; después de octubre del treinta y cuatro y la represión que siguió, cada vez que la libertad vuelve a reconquistar las posiciones que había perdido, siempre se ha dado una amnistía laboral. Yo he conocido -mi padre era ferroviario en una estación de ferrocarril- que en 1931 todavía ingresaban los últimos ferroviarios que habían sido despedidos en 1917.

La amnistía laboral, pues, está claro que es un acto extremadamente importante, conjuntamente con la otra. Si la democracia no debe detenerse a las puertas de la fábrica, la amnistía tampoco. Por eso el proyecto de ley que hoy vamos a votar aquí tiene, además de la vertiente humana y política, otra social y económica para nuestro país.

Francia e Italia, al salir de la II Guerra Mundial, para abordar la reconstrucción nacional y la crisis, necesitaron el apoyo y el concurso de la clase obrera. Días pasados los representantes del arco parlamentario dieron los primeros pasos en esa vía ; la amnistía laboral será el primer hecho concreto en esa dirección que marcan los acuerdos de la Moncloa. No hay que olvidar que salimos de una dictadura en medio de una grave crisis económica, y que todos estamos de acuerdo en que hay que ir al saneamiento de la economía y a la reconversión nacional también, que esto no es posible sin el concurso de los trabajadores, que hay que llevar por ello este espíritu de la Moncloa al hecho práctico concreto de esa realidad.

Señoras y señores Diputados, señores del Gobierno, lo que hace un año parecía imposible, casi un milagro, salir de la dictadura sin traumas graves, se está realizando ante nuestros ojos ;estamos seguros de que saldremos también de la crisis económica, que aseguraremos el pan y la libertad si se establecen nuevas relaciones obrero-empresariales y si un código de derecho de los trabajadores las garantiza ; si conseguimos de una vez que los trabajadores dejemos de ser extranjeros en nuestra propia patria. Sí, amnistía para gobernar, amnistía para reforzar la autoridad y el orden basado en el justo respeto de todos a todos y, naturalmente, en primer lugar, de los trabajadores con respecto a los demás.

Con la amnistía saldremos al encuentro del pueblo vasco, que tanto sufre bajo diferentes formas, de todos los pueblos y de todos los trabajadores de España. Con la amnistía la democracia se acercará a los pueblos y a los centros de trabajo. La amnistía política y laboral es una necesidad nacional de estos momentos que nos toca vivir, de este Parlamento que tiene que votar. Nuestro deber y nuestro honor, señoras y señores Diputados, exige un voto unánime de toda la Cámara. Muchas gracias.

* El Diario de Sesiones del Congreso tiene un error en este punto. Donde debería decir Camacho Abad dice Camacho Zancada, que era el nombre del diputado de UCD por Ciudad Real Blas Camacho Zancada. desde aquí se pide modestamente a José Bono, presidente del Congreso que proceda a subsanar el error.