25 marzo, 2011

24 marzo, 2011

AVISO A NAVEGANTES





Aunque la esforzada remería no lo haya notado, la Argos viene siendo castigada desde hace meses por una mar del noroeste que ha producido leves desajustes en las cuadernas y alguna pequeña vía de agua que obliga a realizar continuas maniobras de achique y calafateo de las junturas. Ocurre con todos los blogs alojados en Blogger, pero éste  resulta más afectado debido al gran movimiento de personas y mercaderías en su interior.

Resumiendo el estado de las cosas,  el problema no tiene arreglo y ha llegado la hora del transbordo a una nueva Argos que, aprovechando los meses del invierno, ha ido preparando un equipo de eficientes ingenieros navales (o ingenieras, por supuesto) en los astilleros de Ostcata (Japón) . 

 La nueva Argos ha superado con brillantez las pruebas, ha sido botada con todo éxito y está preparada para el transbordo. Hoy se publicará en paralelo la primera entrada y se abrirá a comentarios. El domingo próximo se cerrará la vieja Argos. Entre una fecha y otra no habrá servicio de mantenimiento en el blog antiguo, pues la asistencia se volcará en prestar la ayuda necesaria para la mudanza.

Pinchen el link y tengan ustedes buenas singladuras.

Liz Taylor, in memoriam



Elizabeth Rosemond Taylor fue una niña prodigio que vivió para contarlo. Cuando protagonizó ‘Lassie’, pudo quedarse en otra Shirley Temple, pero fue a más. Era guapa a rabiar en una época en la que aún no se llevaban la mujer alta y delgada (como tu madré, morená y saladá). Ahora, a Liz Taylor le habría llamado culibaja y a Marilyn, fondona. Entonces era el canon. En los primeros años sesenta, un club de jubiladas de Londres colgó en su sede social este cartel: «Tenemos todo lo que tiene Liz Taylor, sólo que desde hace más tiempo».



Conoció a Richard Burton durante el rodaje de Cleopatra, cuando ya estaba rodada como estrella, como esposa e incluso como viuda. Su notable biografía sentimental —ocho matrimonios y otros tantos divorcios— solamente ha sido igualada en Hollywood por Stan Laurel, y superada por Zsa Zsa Gabor, con nueve. En esto, Liz fue también niña prodigio. A los veinte años ya se había casado dos veces, a los 26 ya había enviudado de su tercer marido, al que guardó un luto cortito, porque antes de cumplir los 27 se casó por cuarta vez, ésta con el cantante Eddie Fisher. Después de Richard Burton probó suerte con un senador, en un matrimonio que fracasó pronto, aunque no tanto como el siguiente, que no llegó a contraer, porque el aspirante, el abogado mexicano Víctor Luna, tomó el olivo días antes de la fecha fijada para la boda.

Aún probó suerte una vez más con un joven obrero de la construcción, Larry Fortensky, que hizo buena la leyenda urbana del ejemplar comportamiento de los albañiles. Doris Day habría conservado la virginidad. Ella mantuvo su apellido.

Una columnista del Sunday Times escribió:  «Su fama de promiscua es injusta… Se basa en su voluntad de hacer las cosas de la manera decente y casarse con todos los hombres con quienes se acuesta».

Richard Burton se convirtió en su quinto marido y debió de cumplirse el aforismo taurino de que no hay quinto malo, porque Burton fue también el sexto.  Tras diez años de matrimonio, se divorciaron en 1974 para volver a casarse un año más tarde y seguir cos sus peleas. La historia se repite, pero como habría dicho Carlos Marx, la segunda fue en forma de farsa. “Nunca segundas partes fueron buenas”, decía la cultura popular no marxista para  explicarlo. Sólo duró un año y tenían las broncas tan programadas que en los hoteles reservaban las habitaciones colindantes para no molestar a terceros. «Parecemos Laurel y Hardy», dijo irónicamente Richard Burton. Hicieron nueve películas juntos, aunque no solos. En casi todas les acompañó el alcohol, (Carlos, el III) en cumplimiento de la sentencia de otro Marx (Groucho): «El matrimonio es una cruz tan pesada que tienen que llevarla entre dos ¡y a veces entre tres!».

Conoció al gran Montgomery Clift a los 17 años en una excelente película de George Stevens, ‘Un lugar en el sol’ y allí nació una amistad que duró hasta la muerte del actor. La durabilidad de la relación se explica quizá (como la que tuvo con Rock Hudson) por  la  homosexualidad de los dos actores, pero  la cosa tuvo sus más y sus menos. Monty consideraba a Liz «la mujer ideal», y su boda con el heredero de la cadena Hilton, le costó un disgusto notable. No tienen razón quienes la achacan inestabilidad sentimental. Su tendencia a divorciarse de maridos quedaba compensada por la de enviudar de sus amigos.

 





23 marzo, 2011


Objetivos claros
Con el tiempo se verá que las contradicciones abajo expresadas y el hecho de habernos embarcado en una guerra sin objetivos concretos, solo se entienden porque el objetivo de la acción se nos oculta. Se trata de echar a Gadafi del poder, pero la Resolución 1973 no autoriza eso. El Consejo de Seguridad no la habría emitido para tal fin. Así pues, se trata de hacer lo mismo que Bush en 2003 en Irak, pero con disimulo. España habrá participado en una operación no autorizada por la ONU (fue sin querer) de análoga manera a que reprochamos a Aznar no haber pedido autorización al Parlamento sin reparar en que Zapatero tampoco ha pedido tal cosa: sólo ratificación, porque la operación estaba ya hecha. Visto lo visto, ¿a qué venía tanta prisa? No se conoce ninguna actuación de las fuerzas españolas que no hubiera podido esperar a ayer por la tarde.
El 1 de marzo de 2011:
El 19 de marzo de 2011:
El País del sábado, 19 de marzo, recoge las siguiente declaración de Zapatero: “La determinación de la comunidad internacional es inequívoca. Por eso, hago un llamamiento apremiante a Gadafi para que cese el uso de la violencia contra su pueblo y dé paso, tras abandonar el poder, a un cambio democrático en Libia”.
El 22 de marzo de 2011:
“Señorías, La Resolución 1973 no pretendía ni pretende la expulsión del coronel Gadafi del gobierno de Libia. Su objetivo era advertir al coronel Gadafi y a las autoridades libias de que dejase de usar las armas contra su pueblo, de que si no lo hacía así, la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza para poner fin a los asesinatos de su pueblo.” (172.000 googles)

Ha muerto Juan Carlos Eguillor


Hace ya algunas décadas, mucho ante de que nadie pensara que en Bilbao habría un museo Guggenheim y un metro diseñado por Foster, antes, incluso de que Foster fuera Foster y los peñascos, peñascos, un jovencísimo Juan Carlos Eguillor había imaginado un Bilbao compatible con la modernidad en las páginas de El Correo

Hacía ya mucho tiempo que vivía en Madrid, donde colaboró en El País, pero era posible verlo con cierta frecuencia en este Bilbao tan suyo, como si viniera a comprobar que todo seguía en su sitio. La última vez que me lo encontré fue en la pasarela de Calatrava y allí, con el museo de Frank Gehry a la vista, estuvimos hablando precisamente de esto: de la sorpresa que suponía Bilbao para quien hubiera pasado fuera unos años. "¡Quién lo iba a imaginar!" dijo con una humorada melancólica. Desde que vendió la casa de sus padres en el Casco Viejo apenas se le veía, pero su muerte va a dejar en su ciudad ese hueco que deja a su alrededor la gente buena y Bilbao se quedará un poco más chato, más gris y más pequeño. Que la tierra le sea leve.

22 marzo, 2011

El marco y la foto






Recordarán ustedes el nombre de George Lakoff, catedrático de Teoría Cognitiva en Berkeley y gurú que el PSOE se trajo a fines de 2007 para que asesorase al PSOE ante las elecciones de 2008. La obra de Lakoff 'No pienses en un elefante' fue un éxito editorial que los intelectuales del partido, Pepe Blanco y José Andrés Torres Mora habían recomendado leer a todos los miembros de la Ejecutiva en el verano de 2007.

Vano consejo. José Luis, qué digo José Luis, las niñas de José Luis estaban al cabo de la calle de las teorías de Lakof cuando dijeron a su padre: "¿Verdad, papá, que los de izquierdas somos los que nos preocupamos por los demás, mientras los de derechas solo se preocupan por ellos mismos?"
Ese es el punto de partida. ¿Y cuál es el de llegada? 

Que el que se hace con el marco se hace con el discurso, que él les dijo a sus alumnos: "no penséis en un elefante" y que los alumnos no podían evitar pensar en el proboscídeo: las orejas, los colmillos, la trompa, definen un marco muy potente al que es imposible sustraerse. Cuando Nixon apareció en la tele para decir: "No soy un chorizo", se hundió, por referirse al marco que le habían fabricado los adversarios. El éxito de los conservadores consiste en mensajes simples que calan con mucha facilidad. Si los progresistas no les disputan el marco, no tienen nada que hacer.

Es el marco y también la foto. Más concretamente la de las Azores. A ella se refiere hoy Miguel Ángel Aguilar con una columna entretenida sobre caballos en la que deja esta referencia al marco y a la foto:
El descaro de la crítica a base del vale todo ha llevado a la perversidad de escribir que "Zapatero ya tiene su foto de las Azores". Pero ese Aznar despeinado a quien echa la mano sobre el hombro el presidente Bush, lanzado a la aventura de una intervención fuera de toda legalidad, que invocaba unas inexistentes armas de destrucción masiva, nada tiene que ver con el ejercicio de responsabilidad de un presidente del Gobierno que se suma al cumplimiento de la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad en unión de nuestros socios y aliados.
La foto de las Azores es expresión que exime cualquiera otra para definir el mal. Obtenida por el fotógrafo de Reuters, Sergio Pérez, fue premiada en abril de 2004 con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Curiosamente, trece meses antes, el periódico que la premió no la llevó a su portada. Prefirió una de AP en la que los cuatro de las Azores (los tres de la foto famosa y Durao Barroso) se dirigen a los periodistas. La foto de los tres era todavía una foto estática a la que el discurso progresista no le había puesto aún el marco.

Creo que la guerra de Irak fue un error y algo más que un error basarla en la mentira de las armas químicas. Sobre la guerra de Libia esperaré para pronunciarme, aunque la falta de un propósito claro, -¿Se trata de echar a Gadafi, como sostenían Sarkozy, Cameron y Zapatero o no?,-el no saber quienes son los rebeldes a los que apoyamos, la actitud de Merkel, la incógnita de Italia son elementos de incertidumbre para el futuro de la operación.

Tal vez Aguilar debería haber introducido alguna cláusula dubitativa en su columna. y algún hecho más. Si se fijan en la foto primera, verán que el segundo subtítulo dice: "Aznar no se pronuncia sobre la contribución militar española en el conflicto". La información la tienen toda en la página del Ministerio de Defensa. Es asunto de algún interés que el mismo Gobierno que afea a la oposición su foto de las Azores, símbolo de una guerra injusta y fuera de toda legalidad internacional, en su página web oficial llama a todo aquello 'Misiones de Paz en Asia'.


Como se recordará, España mandó tres barcos: el petrolero Marqués de la Ensenada, la fragata Reina Sofía con transporte de material humanitario, y el buque de asalto anfibio Galicia, que atracado en el puerto de Um Qsar, actuó como hospital de campaña para los ciudadanos iraquíes. Llegaron a Irak ocho días después de que Sadam fuera derrocado. La ONU amparó esta expedición humanitaria y para la reconstrucción con la resolución 1.483, que emitió en 22 de mayo. A posteriori, es verdad, pero este reproche requeriría otro paralelo a Zapatero por anunciar la contribución española al ataque militar a Libia antes de obtener el apoyo del Congreso. Pero claro, eso sería renunciar al marco.







21 marzo, 2011

Responsabilidad


Hoy, Almudena Grandes publica en El País una buena columna que constituye un infrecuente ejercicio en el columnismo español: razonar contra las posiciones propias. La escritora ha sido criticada aquí en alguna ocasión por sectarismo. Hoy da una espléndida lección de lo contrario y es de justicia destacarlo. He aquí la yema del asunto:
"Mientras la información suministrada por las grandes cadenas de televisión norteamericanas creaban un pánico capaz de acabar con todo el yodo de la Costa Oeste, el comisario europeo de energía, Oettinger, hablaba del apocalipsis que está por llegar. Así logró convertirse en una estrella mediática, mucho más popular que esos catedráticos de Física que no interesan a nadie. Donde debería de haberse abierto al fin una reflexión seria, reposada y basada en evidencias científicas, Merkel ha inaugurado una corriente de gestos que resulta pintoresca, como mínimo, en un continente donde nadie recuerda una ola de 10 metros. Nadie parece tampoco interesado en averiguar si existe alguna causa capaz de explicar el sorprendente incremento de la actividad sísmica en el planeta.
No tengo ninguna simpatía por la energía nuclear. Pero la transparencia y la serenidad del Gobierno japonés me parecen mucho más respetables que el apresurado populismo electoral que algunos líderes occidentales intentan hacer pasar por responsabilidad. Para mí, en estos momentos, la imagen de la responsabilidad es Yukio Edano, con su expresión grave, su chaqueta azul y su apabullante dignidad."
Hay que hacer una salvedad para destacar que el populismo  al que se refiere Grandes  en los líderes europeos no afecta al nuestro, que tuvo una actuación impecable. Hoy mismo, el editorial del diario se titulaba: "La opacidad de Japón", justo en la antítesis de  de las muy razonables observaciones de Grandes:

"Todavía es pronto para hacer balance, pero puede decirse que no se ha producido el escenario de "apocalipsis" evocado por el comisario europeo de Energía, al menos con relación con el daño sufrido por los reactores nucleares, aunque el adjetivo de apocalíptico sí parece apropiado al enjuiciar la magnitud del desastre causado por el terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter, y los centenares de réplicas de nivel inferior, y el tsunami subsiguiente, con más de 20.000 muertos y desaparecidos contabilizados y más de medio millón de personas fuera de sus hogares. (...)
Otra de las reflexiones está relacionada con la información al público. Ha sido deficiente y tardía. Todos los organismos involucrados en el seguimiento del accidente, empezando por el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) o la Unión Europea, han señalado graves carencias al respecto. Por un lado, parece que la compañía propietaria de las plantas, Tepco, ha remoloneado en las informaciones que iba dando incluso al propio Gobierno japonés. Por el otro, está la excesiva prudencia con que el Gobierno ha tratado la información facilitada, seguramente con la intención de no crear una alarma injustificada. Esta forma de proceder coincide con lo que ha ocurrido en otros casos, incluyendo el accidente de Chernóbil, y siempre da lugar a lo contrario de lo que se persigue."


20 marzo, 2011

Album de fotos





De las Azores de Aznar al París de José Luis. Zapatero explica la diferencia entre la primera y la última. podría haberse limitado a comentar: ¿Cómo vamos a comparar las Azores con París?, pero se ha empeñado en explicar que la diferencia es la resolución de la ONU. Es una forma razonable de salir del paso, aunque podría haber dado un paso más: retiré las tropas porque me equivoqué. Creí que Naciones Unidas no emitiría una resolución antes del 30 de junio, que era el plazo fijado en mi promesa electoral para retirar las tropas. ¿Quién iba a pensar que la ONU aprobaría esa resolución el 8 de junio? Y si fuera más sincero todavía: Ordené la vuelta de las tropas aquel domingo, 18 de abril, porque temía que si apuraba mis propios plazos, me pasaría lo mismo que a Felipe con la OTAN, que luego no podría sacarlas. Y, bueno, decidí quemar mis naves para no poder retroceder. ¿Acaso no lo hizo Hernán Cortés?

En la secuencia de fotos falta una de José María con Sadam  en la misma actitud que José Luis y Muammar. Se mire por donde se mire, el álbum de José Luis es más completito que el de José María.


19 marzo, 2011

No es la guerra, es otra misión humanitaria



José Luis Rodríguez Zapatero compareció ayer en La Moncloa junto al secretario general de la ONU para anunciar la participación de España en el ataque militar a Libia. He ilustrado este comentario con la portada de La Razón porque ese titular escueto, "Sí a la guerra" es justamente la consigna antónima de la que sirvió como campaña de agit-prop para llevarle a La Moncloa hace siete años. Hay en ello una íntima concordancia literaria, alfa y omega; o astral, orto y ocaso. Empecé como Gandhi, pero era porque aún no había descubierto al Patton (© H. Tertsch) que llevo dentro.

Recordarán que Zapatero había prometido en la campaña electoral de 2004 y antes que retiraría las tropas de Irak si antes del 30 de junio de aquel año Naciones Unidas no emitía una resolución convalidatoria. No  dejó que transcurriera el plazo y apenas investido el 14 de abril, convocó una rueda de Prensa en La Moncloa el domingo, 18, para comunicar que había ordenado al ministro de Defensa la retirada de las tropas. Su ministro de Defensa, José Bono, aún no había tomado posesión del Ministerio. Lo hizo al día siguiente.

La ONU emitió la resolución que pedía Zapatero 22 días antes  del plazo fijado para el 30 de junio de 2004, pero era tarde para un líder que se adelanta a sí mismo. Lean ustedes las muestras de autosatisfacción que el presidente exuda al comprometer a España en el ataque a Libia. Recuerden que también había prometido hace siete años que cualquier iniciativa bélica habría de contar con el apoyo del Congreso, en lo cual acertaba plenamente. Es una lástima que no le haya dado tiempo en esta ocasión a cumplir su palabra y los diputados tendrán que conformarse con ratificar. Menos es nada.

Pero la hemeroteca es perseverante y de derechas. La misma Moncloa, habitada por el mismo inquilino, emitía en 2007, una jubilosa nota de prensa para anunciar las excelentes oportunidades  que se abrían en Libia a nuestros empresarios gracias a la entrevista entre Zapatero y Gadafi. Titular: 
"El encuentro entre Rodríguez Zapatero y Gadafi abre unas expectativas de inversión para las empresas españolas en Libia que superan los 17.000 millones de dólares".
Hay algo más que pueden encontrar ustedes en la página de la Secretaría de Estado de Comercio Exterior, en la que se detallan año por año las operaciones de venta de armamento a Libia, que desde 2006 son las siguientes:
Año 2006: autorizada y ejecutada la exportación de material por valor de 25.953 euros, perteneciente a la categoría 2 (armas de fuego de calibre igual o superior a 20 mm.: cañones, obuses, morteros, armas contracarro, cañones sin retroceso, lanzaproyectiles, lanzallamas, etc.)


Año 2007: autorizada la exportación de material por valor de 3.823.500, en la categoría 4 (misiles, bombas, torpedos, cohetes. minas, etc.)
Año 2008: ejecutada la exportación de material por valor de 3.839.215 euros, en la categoría 4 (misiles, bombas, torpedos, cohetes, minas, etc.)
Año 2010, primer semestre: ejecutada la exportación de material por valor de 3.399.500, en la categoría 10 (aviones), y de 3.526.800 euros en la categoría 15 (equipos de formación de imagen o contramedidas, infrarrojos, visores térmicos, equipos de formación de imagen por radar). Y se autoriza asimismo la venta de material por valor de 7.875.975 euros en la misma categoría 15.


Mi amigo Pedro Corral propone una llamada de Zapatero a Gadafi (qué gran ocasión perdió nuestro presidente al no ponerse) para dialogar con el famoso guión de Gila:
Z.- ¿Es el enemigo?


G.- ¿Sí?
Z.- Les llamo para decirles que, cuando hayan acabado con el cañón que les vendimos, a ver si nos lo pueden prestar para que nosotros tiremos también un poquito.
G.- Bueno, pero después nos lo devuelven. A ver si nos lo van a gastar, que con el cuento de la Alianza de las Civilizaciones nos cobraron ustedes lo suyo.

Dirán ustedes que es broma. El 27 de enero de 2009, Zapatero se apareció a los televidentes en 'Tengo una pregunta para usted'. Un joven le preguntó que a cuántos palestinos se había matado con las armas que España ha vendido a Israel. Y el presidente puso su más seráfica sonrisa y respondió:


“Estoy convencido de que los componentes, el armamento que nosotros vendemos a Israel, no se han utilizado para eso”.
Alfa y Omega, principio y fin, la unidad de los contrarios y todo ello manteniendo a machamartillo su promesa tras el recuento aquella noche electoral, 14 de marzo de 2004: "El poder no me va a cambiar"