16 agosto, 2006

La miseria moral del progresismo

José Luis Cuerda, cineasta cuya obra estima este webmaster en términos generales, se entrevista en la última de El País con Carmen Romero. La conversación deriva hacia la represión bajo la dictadura. Cuerda cuenta la historia de un Beria franquista, mercedario de presos republicanos que se cobraba las gestiones en la carne de sus hijas:

"En el Círculo de Bellas Artes, en la posguerra, había una piscina
cubierta en la que un tío recibía a las madres con sus hijas, y abusaba de
ellas para que no les pasara nada a sus padres. ¡Se oían los gritos de las
niñas! Se enteró la mujer de Carrero, que era muy meapilas, y aquello se
acabó, pero no le hicieron nada."

En opinión del narrador, la mujer de Carrero Blanco no pudo intervenir porque a su sensibilidad como ser humano, como mujer, como madre, le repugnase en lo más hondo la violación de unas niñas. ¡Era muy meapilas! Su rechazo del horror carecía, en consecuencia, de mérito. Era, en realidad, el producto de una tara a los ojos laicos de un progre. Los de derechas no se oponen al crimen, sólo al pecado. El corolario retrata la miseria moral del narrador.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hay alguien en el cine español que tenga un mínimo de dignidad?

Recuerdo esos Goya de hace unos 3 años en los que estaba nominada 'La pelota vasca'. La AVT había pedido al personal que manifestara su adhesión a las víctimas de ETA, de la misma manera que mostraron su punto de vista crítico sobre lo de Irak un año antes. Pero de toda la multitud de premiados sólo uno, SÓLO UNO, salió en defensa de las víctimas de ETA. Y ese uno era un chaval de Valencia, director de cortometrajes de animación (si no recuerdo mal). Es decir, que era alguien totalmente ajeno a los manejos estalinistas de la secta repulsiva de 'nuestro' cine. Gente que lleva camisetas en apoyo a Egunkaria, camisetas con el careto de Ho Chi Minh,... Son lo peor con diferencia (y mira que es difícil) de la sociedad española.

Anónimo dijo...

Este es el blog de un tipo honrado e inteligente, un guionista español que avergonzaría a la gente de su entorno profesional si éstos supiean avergonzarse:

http://1898unplugged.blogspot.com/

Munchausen dijo...

A medida que se vacía de lectores, El País se vuelve más tóxico, como un pantano.

Anónimo dijo...

Muy poca gente, Horrach. Berlanga entre ellos. Y por supuesto, por encima de todos, Iñaki Arteta. Aunque no deja de sorprender. Pero no es sólo el cine. Mi admirado Angel González, el poeta, en un mitín que dio Zapatero en Oviedo, dijo unas penosas tonterias. Una amiga me decía que si hubiera vivido Emilio Alarcos, éste no se lo hubiera "permitido".
Pero ni siquiera sólo somos nosotros, los españoles: Gunter Grass, que no es que haya sido de las SS, es que, además, lleva media vida sermoneándonos.
Y volvemos a lo de siempre. ¿Es sólo una manera de ser europea?

Dejando siempre a un lado a la sólida y pérfida Albión. Dios la de salud.

Anónimo dijo...

Lo que pasa, don Santiago, es que la izquierda realmente existente es una fratría. Están unidos en un pacto de sangre.
Otras frases posibles:

Fulano, que era un estrecho, protestó por los asesinatos del GAL.

Zutana, que era un tiquismiquis, nunca vio con simpatía el reparto de los fondos reservados que se hacía en el Ministerio.

Mengano, que era muy melindres, criticó con aspereza la financiación ilegal del Partido a través de Filesa, Matesa y Time Export.

Perengana, que era una feminista histérica, escribió una carta a los periódicos para denunciar que el Partido Socialista de Euskadi tiene como presidente a un maltratador doméstico condenado en sentencia firme.

Y así todo lo que ustedes quieran.

Anónimo dijo...

Lo mejor de Cuerda es la imitación que de él hizo Joaquín Reyes.
He dicho.

Anónimo dijo...

Explíquese un poco más, Onofre. Quién es Joaquín Reyes y describa su imitación, a ser posible.

He sugerido.

Anónimo dijo...

"Mengano, que era muy melindres, criticó con aspereza la financiación ilegal del Partido a través de Filesa, Matesa y Time Export."
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Naturalmente he querido decir "Malesa".

Anónimo dijo...

La subvención es la subvención y el cine vive del régimen.

Anónimo dijo...

Profesor Marcello Caetano, hombre cabal

Unknown dijo...

EL GUNTER GRASS PARAGUAYO
(X Luis Agüero Wagner, comentario publicado en “La Naciòn” de Asunción, 19 de octubre de 2006 )
El Gunter Grass paraguayo, Alcibiades González Delvalle, sigue guardando un sepulcral silencio sobre su siniestro pasado como policía de Stroessner, a pesar que esta gravísima acusación ya ha recorrido el mundo a través de agencias noticiosas extranjeras y se ha publicado en innumerables sitios web y periódicos locales como noticia insólita. A diferencia del escritor alemán que tuvo el coraje de confesar de motu proprio su paso por las Waffen SS durante el régimen de Adolf Hitler, su homólogo local temblando de cobardía opta por intentar esconder su deshonroso paso por la policía estronista, que lo integró como oficial por decreto 13.125 el 9 de noviembre de 1960. ¿Qué méritos hizo Alcibiades González Delvalle para ascender el 7 de septiembre de 1962 a oficial 1º de Policía por decreto 24.581, firmado por Alfredo Stroessner y Édgar L. Ynsfrán? ¿Cuántas veces aplicó la picana eléctrica? ¿A cuántos integrantes del FULNA o del Movimiento 14 de mayo apresó? ¿Cuántos "comunistas" pileteó?
Grandes misterios sin resolver, enigmas sin respuesta perdidos en la nebulosa del pasado de este privilegiado zoquetero del gobierno municipal colorado de Enrique Riera y referente periodístico de la ultraderecha tilinga: Alcibiades González Delvalle.

Olvidan sus abogadas al pretender defender a este chancho de su chiquero periodístico, cuánto dinero robado durante la dictadura a las arcas de la intendencia del ejército, a la Flomeres, IPS y el Banco Nacional de Fomento costó al pueblo paraguayo la inauguración de los medios de comunicación que le valieron su ascenso al coronel Pablo Rojas. Así como tardaron 30 años para descubrir que el país vivía bajo una dictadura, y hoy no terminan de jactarse de la lucha que la National Endowment for Democracy les financió contra la fase terminal del régimen que les proveyó los recursos para inaugurar sus medios de comunicación, no es extraño que lleven 46 años sin enterarse que el impoluto moralista de la pluma Alcibiades González Delvalle sirvió como tenebroso policía de Stroessner durante la etapa más sangrienta de la dictadura.

A mediados de este año el mundo se enteró, en revelación hecha por el mismo interesado, que el escritor alemán Gunter Grass sirvió unos meses, a los 17 años de edad, en las Waffen SS y de que ocultó por sesenta años la noticia, haciendo creer que había sido soldado en una batería antiaérea del ejército regular alemán. No sorprende en absoluto que Grass ocultara su pertenencia a una tropa de élite visceralmente identificada con el régimen nazi, de tan siniestra participación en tareas de represión política, torturas y exterminación de disidentes y judíos, aunque, como ha dicho, él no llegara a disparar un solo tiro antes de ser herido y capturado por los norteamericanos.
Pero a diferencia del ex policía de la etapa más sangrienta de la dictadura Alcibiades González Delvalle, Gunter Grass no esperó a que aquel remoto episodio de su juventud llegara a conocerse por otras fuentes, echando sombra sobre su nombre y reputación de escritor comprometido. Dentro de algunos meses, ya nadie recordará el paso del escritor alemán por las SS pero la gloria de su trilogía novelesca de Danzig, en especial "El Tambor de Hojalata", se mantendrá intacta.



No sería ecuánime que el mismo destino tuvieran quienes como el policía de la cultura decidieron escudarse, y no en el talento ni el compromiso que nunca tuvo en abundancia, sino en el posicionamiento alcanzado mediante políticos corruptos, intereses foráneos y el olvido propio de una sociedad impura.