Decíamos ayer en sentido estricto:
"cómo es posible que el presidente se dedique a los autohomenajes a los dos meses y medio de ganar las elecciones, sin que sepamos nada sobre sus planes para meter mano a lo que empecinadamente llama aún la desaceleración económica."
Zapatero "avanzará sus mensajes en Barcelona" el sábado, dice el diario de Vocento y esto es lo más tranquilizador. No tenía el presidente un plan para hacer frente a la crisis. El último esfuerzo de Solbes fue el reparto de los 400 euros, medida inane desde el punto de vista económico y tan injusta que entre los 11 millones de personas que van a quedar fuera incluye a los que perciben las rentas más bajas y los contratados temporalmente. El presidente no tiene un plan. Reducida su política a la propaganda, va a dar a conocer sus eslóganes. Si hubiera tenido más previsión habría puesto frente a la economía al talismán Chacón.
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