31 mayo, 2008

La crisis, ¡qué exageración!


Solbes tiene unas maneras abaciales y un hablar que parece un susurro. Son éstas unas cualidades que hacen extraordinariamente convincentes sus piadosos circunloquios sobre nuestra situación económica. Sus descripciones recuerdan poderosamente el viejo chiste de economistas en el que se distinguía entre crisis y recesión. Vaya por delante que los economistas han sido con seguridad los profesionales más adelantados en la incorporación de los eufemismos a su lenguaje profesional. Sólo a ellos podía ocurrírseles llamar 'desempleo' al paro o 'crecimiento negativo' a la disminución del PIB:

Desaceleración es cuando ustedes tienen problemas para pagar los créditos de sus viviendas.

Hay una desaceleración "saludable y natural" que es cuando se cabrean los sindicatos, pero ustedes pueden tomar el aperitivo.

Desaceleración intensa es cuando, además de los problemas con el préstamo hipotecario, pierden ustedes sus empleos.

Crisis, lo que podamos llamar crisis, es cuando yo pierdo el mío.

Depresión es cuando lo perdemos todos los ministros y las ministras y encima le hacen devolver a Bermejo el dinero de la reforma de su piso.

Es preciso aclarar que, con el lío que tienen los panchitos del PP, los dos últimos supuestos no constituyen una posibilidad que pueda materializarse en esta legislatura ni en la siguiente.
Un lector de El País escribe sobre el asunto una carta con sentido común, a pesar de la 'eufeminización'. El prestigio de los archisílabos, escribió hace años mi amigo Aurelio Arteta.


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