Tengamos la fiesta (nacional) en paz

(y en misión humanitaria)

Soliloquio del hombre sentado: "Ahí está ese capullo de Rajoy, levantándose al paso de la bandera americana, en una prueba evidente de lo que yo llamo el complejo retardado del nacionalismo español. Es agarrarse, para salir del rincón de la historia, sometiéndose al imperio americano."

Making of de la jugada. Una explicación razonable de por qué no se levantó aquel día:

"en general tengo confianza en mí mismo, porque le dedico mucho más tiempo del que parece a pensar. La gente me ve como un hombre de acción. Hoy leía, sobre mí: "Bueno, ya sabemos sus carencias intelectuales". Sí, en serio, otra vez. Un editorial de un periódico, ya sabes, pero en el fondo a veces siento cierta fruición. (...) Cuando tengo tiempo, y si no lo busco porque soy muy disciplinado para prescindir de las cosas secundarias o que son aplazables, pues dedico mucho tiempo a pensar.

Suelo pensar sentado tranquilamente. Pocas veces con un papel o con un ordenador porque me encanta retarme a mí mismo con la memoria, esto sí reconozco que es un defecto."

La prensa ligada a la caverna ha querido ver en esta amable sucesión de fotos una muestra de la intemperancia de la vicepresidenta segunda del Gobierno, que le echaba una bronca a la presidenta del Tribunal Constitucional y un atentado contra la independencia de del poder judicial, fuera mayúsculas. Falso. Mª Teresa explica a Mª Emilia su entusiasmo por la obra de Montesquieu, ante la seráfica quietud de Moratinos, que, como en el resto de las cuestiones que le afectan, no sabe ni contesta.