Entrevista en la cumbre

Mientras queda cumbre hay esperanza. Aproximadamente hasta mañana a mediodía, aunque solamente en el plano teórico, porque Zapatero volverá hoy a dormir a casa, dejando al timón de la nave a su fiel Moratinos.

Se venía diciendo por lo bajo que ahora sí que sí, nuestro flamante presidente electo iba a desquitarse de una legislatura de ninguneo a que le había sometido el jefe de la banda de las Azores, el que capitaneaba la famosa foto que ha hecho tristemente célebres las citadas islas en compañía de sus dos secuaces.

En el verano de 2006, capituló el primero de los tres. Tony Blair visitó España y dio al presidente Zapatero sabios consejos para acabar con ETA mediante la negociación. Ahora le llega el turno al segundo. "El día que Bush tiró la toalla con Zapatero", titula 'Tiempo', aunque seguramente quiere decir 'ante', ya se sabe que las preposiciones las carga el diablo para liar a los periodistas españoles.

Ha sido una labor lenta y callada de nuestra diplomacia. Primero fue:

Presidente Zapatero.-¿Qué tal, George?
Presidente Bush.-Muy bien. ¿Y tú?

Este diálogo tuvo lugar en 2004. En 2005 se fue un poco más lejos. George Bush se puso más afectuoso:

Presidente Bush.-¿Qué tal, amigo?

Ayer se dio un paso más. Bush, que llegó el último, pasó por detrás de Zapatero para ir a sentarse a su sitio. Y mantuvieron la siguiente conversación informal:

Presidente Bush.-Hola, hola. Felicidades.

Mirándolo bien, es una lástima que se lo cambien, ahora que empezaban a intimar.