05 julio, 2008

El PSOE necesita a Iker Casillas


El capitán de la Selección Española de Fútbol ha firmado el Manifiesto por la Lengua Común. La noticia, que abría la edición de ayer de El Mundo, debería agotarse en sí misma, pero no es así. La razón que el portero de España da para explicar su firma al pie del manifiesto puede leerse en la letra pequeña del subtítulo:
"Me adhiero porque no quiero que ni un sólo niño en mi país no tenga derecho a educarse en nuestro idioma común"

Esa es la cuestión y estas palabras revelan que ha entendido mucho mejor el texto del manifiesto que el presidente del Gobierno, la vicepresidenta primera, la ministra de Educación, el president de la Generalitat, los redactores de la ponencia sobre la lengua y los delegados asistentes al Congreso que el PSOE celebra este fin de semana den Madrid.

En efecto, el Partido Socialista aprobó en su primer día de Congreso una resolución titulada "El pluralismo lingüístico en España: Defensa del modelo constitucional", un catalogo de falacias de las que hoy vamos a destacar tres:

Ese bilingüismo [el del modelo educativo catalán] es el que garantiza la igualdad plena de derechos ciudadanos.

en ningún caso se ha dejado de garantizar el conocimiento del castellano. Ningún niño o niña de Catalunya desconoce la lengua común.

Estas otras lenguas, también españolas y por lo tanto, patrimonio de todos, necesitan en paralelo una proyección y una protección. No tiene sentido pensar que el castellano debe defenderse de ellas.

¿Quién le puede poner puertas al campo?¿Quién podría desconocer la lengua común? El español se ha abierto paso en Internet y en los Estados Unidos. Ni siquiera Carod Rovira podría conseguir desconocerla. El lema "Vivir las 24 horas del día en euskera" (o en catalán) es una estupidez notable. Nadie pued evivir así. Aunque se niegue a salir de casa y su familia padezca la misma discapacidad intelectual. El problema no es que ese "niño o niña" desconozca la lengua común, sino que se le imponga como herramienta de conocimiento aquella en la que es menos hábil. Los ciudadanos que salgan mañana del sistema educativo catalán y del vasco no serán iguales. Evidentemente, habrán adquirido más conocimientos aquellos cuya lengua materna fuese el catalán o el vasco. Dicho lo cual, la sintaxis de la resolución demuestra un alto grado de incompetencia en el manejo de la lengua común, como si su lengua materna fuese el euskera y no se hubiera alfabetizado convenientemente en castellano.

"No tiene sentido pensar que el castellano debe defenderse de ellas (las lenguas cooficiales)" dice el papel. Extraordinaria prosopopeya, cuando no simple gilipollez. Las lenguas no luchan unas con otras, no atacan, no se defienden, no son acosadas, perseguidas, no están enfermas, ni mueren. Las lenguas no tienen derechos, ni hipotecas, ni padecen migrañas, alopecia o disfunción eréctil. ¿Son sus hablantes, estúpidos!

El uso del lenguaje metafórico requiere saber distinguir la imagen literaria de la realidad.
Vuelvan a leer la frase de Casillas para saber de qué se trata.

También lo ha entendido mejor que una parte importante de lo que convencionalmente solemos llamar intelectuales, (cineastas, directores de teatro, de cine, escritores, filósofos y directores de museos, como el Reina Sofía y el Prado, que ay
er expresaban su desconocimiento del texto que criticaban ayer en El Cultural de este periódico: (Compruébenlo aquí)
Jaume Balagueró, Lola Beccaria, Calixto Bieito, Borja Villel, Caballero Bonald, Julián Casanova, Rafael Chirbes, Alicia Giménez Bartlett, Víctor Gómez Pin, Javier Sádaba, Suso de Toro, Manoliño Rivas, Miguel Zugaza. Y el cineasta Fernado Colomo, que tiene una particularidad: él sí está a favor del manifiesto, pero no lo ha entendido.
Iker Casillas estaba cumplido con los penalties que le paró a Italia. Pero, ¿y si probáramos a que le explique a Zapatero sus ideas para hacer frente a la crisis económica? De paso, podría explicarle el contenido del famoso manifiesto. Ninguna inversión más eficaz para el partido que gobierna España que el fichaje del portero del Real Madrid y de la selección nacional. Serían todo ventajas. Imaginen que mañana, en el acto final del congreso, José Luis Rodríguez Zapatero entrega solemnemente a Iker el carné del partido. Un puntazo. Mucho más golpe de efecto que con Alonso, cómo vamos a comparar. Pero además, muchísimo más útil