Jueces flexibles
Santiago González
Uno de los lugares comunes que más se han frecuentado últimamente por la política y el periodismo es la especie de que los jueces deben tener criterios flexibles a la hora de aplicar la ley.
A ello se han aplicado con particular esmero los socialistas y sus socios nacionalistas. Mucho ahínco han puesto los dirigentes del PSE, el simpar Javi Madrazo, un abrazo; un sector de Jueces para la Democracia, el vicepresidente del CGPJ, el inenarrable consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga y destaca con luz propia el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar: “Los jueces deben tener en cuenta que lo principal es la paz”.
Hombre, no. Lo que se espera de un ministro de Justicia no son genialidades, para qué nos vamos a engañar. Basta con una amable tautología para señalar lo obvio. Un suponer: “Los jueces deben tener en cuenta que lo principal es la Justicia”.
Los partidarios del relativismo jurídico invocan con frecuencia el famoso artículo 3 del Código Civil. Este: “Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas.”
Dice primero según el sentido propio de sus palabras y nada autoriza a desfigurarlo por el contexto, los antecedentes ni la realidad social. Si al Gobierno le parece que la realidad social o el contexto no son los que llevaron a sus huestes a votar la Ley de Partidos, haga uso de su iniciativa parlamentaria y lleve al Congreso la derogación de la ley vieja, dicho sea sin ánimo de señalar. Asuma esa responsabilidad y no la descargue sobre los jueces: ahora que negociamos, abran ustedes la mano; si la negociación sale mal, vuelvan a cerrarla. Eso equivaldría a pedir a los jueces que prevariquen y a negar la fundamental aportación conceptual de Locke y Montesquieu al moderno estado de derecho: la división de poderes.
(Diario de Navarra, 12-07-2006)
8 comentarios:
Hola Santiago, bien venido a la red, con nombre propio y cada día. Va a ser un placer leerte y hablar contigo. Estupendo el artículo que cuelgas hoy. Parece mentira que haya que insistir tanto en lo obvio: que los jueces están para administrar justicia. Y que si el Gobierno cree que determinada ley ya no es útil para el tiempo presente, pues que proponga su derogación. Mientras eso no sea así, no se está pidiendo a los jueces que la "interpreten", que por otra parte es lo que hacen siempre al aplicar las leyes. Son los políticos los que la interpretan y exigen a los jueces que su interpretación sea igualmente política; no sólo política, sino política en la misma dirección que ellos desean.
En fin, que hay que seguir con lo obvio. Y que que bueno que viniste....
Ahora sólo decir:¡qué alegría! y como el usuario anónimo: ¡qué bueno que viniste!. Pondré todo mi empeño en discrepar contigo, ya ves qué dificil me lo pongo. Un abrazo.
¡De lo que se entera uno! ¡hay blog nuevo en la oficina! Pues pido permiso para entrar y me coloco en la fila de aplaudir (y discrepar...), justo detrás de Julia.
Un saludo y gracias por tantos y tantos artículos necesarios.
montano
Hombre Santiago. La verdad es que me alegro un montón de tener una ocasión más para leerte en este blog.
Por supuesto aprovechar aquí, al igual que en el blog de Rosa Díez, en el de José María Calleja etc, para recomendar tu libro "palabra de vasco". Yo concretamente he conseguido, regalando ese libro, que dos personas que votaban PNV dejasen de hacerlo. Un abrazo, Santiago y.... Algún día conseguiré que me firmes el libro!!!
Joder, González ha inaugurado la tienda hace diez minutos y ya hay cola para hacerle la ola. Bueno, vale, pues me apunto.
Ah! y fírmale el libro a Pablo Franco, no te hagas de rogar.
Bien por Santiago. Espero leerte todos los días que no escribas tu artículo en el Correo ( lo compor a diario), artículos siempre tan acertados y que dejan un espacio a la esperanza y a nuestro futuro.
Un abrazo
"La santa majestad de las leyes" dice un verso de un poeta, Théophile, al que admiraba Simone Weil. Según estoy leyendo en su biografía, S.W. citaba a menudo este verso.
Super color scheme, I like it! Good job. Go on.
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