El Pacto del Tinell, al día

-

Un titular de prensa priva al PP de su lugar en el Parlamento. Éste:

-

El PSOE y los grupos de oposición se negarán a debatir
las propuestas del PP sobre el Pacto Antiterrorista.

-

Lo que no es prosa es verso y viceversa. El Pacto del Tinell ha sido prefeccionado. El compromiso de no llegar a acuerdos es tanto más firme si ni siquera se acepta debatir sus propuestas. El cordón sanitario 'Luppi' es ya una realidad en el Congreso de los Diputados.

-

Ni el partido del Gobierno ni los grupos de la oposición han afirmado nada tan tajante sobre las propuestas que lleven (que las llevarán) ETA y su brazo secular a las mesas de negociación. Mientras, el presidente del Gobierno continúa haciendo aportaciones epistemológicas trascendentes:

(Zapatero) ha reprochado que algunos, antes de sentarse a dialogar, ya pongan límites y condiciones

Él tiene sindicalistas en su entorno. Cándido, sin ir más lejos. Debería preguntarle si alguna vez se ha sentado a negociar sin límites ni condiciones. Debería aclararnos si él no pensaba poner límites ni condiciones en el diálogo/negociación con ETA/Batasuna.

-

--------------------------------------------------------------

-

Los Fines Partidistas

Santiago González

Lo dijo la gentil diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos. El mundo se divide en dos clases de gente: los que siempre defenderán a Navarra como sujeto político y los que «han hecho, hacen y harán de Navarra un objeto político de sus intereses partidarios y electorales». La casi totalidad de los socios del Gobierno suscriben esta afirmación de una u otra manera: todos son partidarios de la paz, puesto que han impulsado un proceso para alcanzarla, mientras el PP, electoralista, es partidario de la guerra, como demuestra su rechazo del proceso de paz.

Esta es una clave fundamental para clasificar a la fauna política con criterios binarios: La derecha se mueve por intereses; la izquierda, por ideales. ¿Verdad que los de derechas son los que sólo se preocupan por ellos mismos, mientras los de izquierdas nos preocupamos por los demás?, preguntan las niñas de izquierdas a sus papás. Los niños de izquierdas son tremendos. A veces hacen unas preguntas a sus padres y correligionarios que le hacen plantearse a uno la utilidad social de la familia. Debo confesar que yo sí me lo planteé cuando oí a un progenitor modelo A, que contaba, complacido, la pregunta que le hizo su hijo de ocho años: “Papá, nosotros, ¿por qué perdimos la guerra civil?”. Los niños, ya se sabe, lo que oyen en casa.

La izquierda ha tenido a lo largo de los tiempos más habilidad para apoderarse de las palabras. ¿No se han preguntado alguna vez por la pertinencia del par conceptual “progresista/reaccionario”? ¿Habrá alguien que de buen grado se adscriba a una causa que trate de impedir el progreso de la humanidad y acepte esa etiqueta? En una puesta al día de los evangelios, el fariseo sería de izquierdas y el publicano, de derechas. Mientras éste se humilla y reza, postrado de hinojos en el centro cívico, su antagonista hace una declaración:

-

“Yo te doy gracias, Señor, por haberme hecho nacer en el lado soleado de la historia, por haberme situado en la izquierda, del lado de la razón, el progreso y la causa de la humanidad, no como ese mamón de facha que barre justamente con sus cuernos el suelo del templo”.

-La vida política española descansa sobre simplezas como ésta, desmentidas cada día por los hechos y la razón. ¿Tiene interés partidario el PP en el problema terrorista? Sí, por supuesto. ¿Lo tiene Zapatero? Naturalmente. En su sueño más recurrente, alcanza la paz con ETA y entroniza para siempre a la oposición en su papel de tal. En su primera visita a la T-4 después del atentado, se hizo acompañar por el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, no diré más. ¿Tienen interés partidista los socios nacionalistas de Zapatero, que aspiran a recoger en una mesa el beneficio que deje la negociación entre ETA y el Gobierno en otra? Ustedes dirán que son unos comisionistas, pero no me negarán que la acción de “recoger las nueces para repartirlas entre todos” después del vareo del nogal tiene una evidente función social.

Todos los partidos tienen un objetivo primordial: ganar las elecciones, alcanzar el poder. Para ganarlas tienen que dar satisfacción a sus votantes y, si quieren ser reelegidos, habrán de cumplir sus promesas electorales. Así funciona el sistema y es así como los partidos, al perseguir legítimamente sus propios intereses, contribuyen al bien común. Los empresarios crean empresas para ganar dinero y esa legítima ambición les hace contribuir a aumentar la riqueza nacional y a crear puestos de trabajo.

«Debemos la cena diaria al egoísmo del carnicero, el cervecero y el panadero, no a su buen corazón. No nos dirigimos a su humanidad, sino a su propio interés, y jamás les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus conveniencias».

Lo escribió Adam Smith en ‘La riqueza de las naciones’ hace 230 años. Esto fue antes de que el Ché predicara el advenimiento del carnicero, el cervecero y el panadero nuevos. Lástima que el buenismo gobernante sea tan inexpugnable frente a la palabra escrita y la realidad.

-

(Ampliación del artículo publicado ayer en Diario de Navarra)

-

-----------------------------------------------------