Una propuesta razonable

Sí, ya sé que abundamos en la iconografía de ayer, pero no todos los días celebramos el aniversario de la Constitución.

Hoy, además de rendir un homenaje a Jordi Solé Tura, uno de los padres del texto que nos ha dejado, el tecero, después de José Pedro Pérez Llorca y Gabriel Cisneros, quiero hacer una propuesta a los remeros: desde hace ya bastantes años, Francia identifica a Marianne, la efigie de la República, con una ciudadana francesa que la encarna durante cierto tiempo. Han asumido tan honroso papel actrices y modelos famosas: Brigitte Bardot, Mireille Mathieu, Catherine Deneuve, Inés de la Fressange y Laetitia Casta.

Este blog propone resperuosamente a la Presiencia del Gobierno, que el año próximo, en fecha como ésta, se elija a Charlize Theron como encarnadura de la Constitución Española. Somos conscientes de que en Francia eligen a una ciudadana francesa para alegoría de la República, pero desengañémonos: la que hoy proponemos es difícilmente mejorable. Por más que uno le de vueltas a las actrices de la ceja, casi todas son más estatutarias que constitucionales. Por otra parte, éste es un país con la autoestima baja. Por la misma razón que hace dos años se consideró que Chikiliquatre era la imagen que mejor proyectaba al exterior nuestra visión de nosotros mismos, elegir entre los recursos propios a la alegoría de la Constitución podría dar como resultado la elección de Rossy de Palma, que es moderna, pacifista y de izquierdas. Elegir entre las ministras podría dar un resultado aún peor, qué quieren que les diga.

A favor de nuestra candidata, el presidente debería considerar que en su recientemente descubierta vocación europea, podría mojarle la oreja a Sarkozy, nació en 1975, que es un año clave en la historia de la democracia española. España año cero, podríamos decir con título inspirado en Rossellini. Y por último, es subsahariana, un bonito detalle que habla de nuestra falta de apriorismos en materia de latitudes y de nuestra querencia multicultural. Alternativamente, y si esta razonable propuesta no tuviera encaje en los planes del presidente, si los tuviere, proponemos que sea nombrada presidenta del Tribunal Constitucional, en sustitución de Mª Emilia Casas. L oque respetuosamente sometemos a su consideración en la esperanza de que se dará a razones.

Finalmente, en un día como hoy no queda más remedio que afearle al Gobierno algunas de sus amistades, por mucho que estén desarrollando en sus países el viejo sueño de Alfonso Guerra. Esta tipa se llama Luisa Estella Morales y es la presidenta del Tribunal Supremo de Venezuela.