28 diciembre, 2006

En ¡Basta Ya!
Ser o no ser

Santiago González

En una de las secuencias más notables de “Ser o no ser”, el actor Jack Benny interpreta al actor Joseph Tura, que a su vez encarna a Hamlet en el famoso acto III de la tragedia de Shakespeare. El príncipe lee un libro mientras camina por el escenario. Al llegar al centro (del escenario, no del libro), cierra éste (el libro, no el escenario) y se dispone a empezar su gran monólogo. La cámara descubre la concha del apuntador en el momento en que éste refresca la memoria al protagonista: “Ser o no ser…!”

La duda hamletiana atraviesa en esta hora a toda la clase política y empresarial española entre el ser y el no ser, entre el ser y la nada. El ministro del Interior convocó una rueda de Prensa para decir que "el Ejecutivo nunca confirma, ni desmiente, ni matiza" las especulaciones o noticias de la prensa desde el inicio del alto el fuego y a continuación aclaró que “a día de hoy no hay información relevante que el Gobierno entienda que deba ser objeto de comunicación a los grupos parlamentarios”, lo que puede interpretarse como una confirmación, un desmentido o una matización, o las tres cosas a la vez o ninguna, según decida el Gobierno en cada caso.

En línea con Rubalcaba, el presidente de Confebask afirmó que esto del proceso se ha complicado tanto que “puede haber” empresarios que estén recibiendo cartas de extorsión en el País Vasco, aunque “no podemos afirmar ni negar nada”. Otra muestra del desmentido Rubalcaba, que amenaza la primacía del desmentido Ansón después de muchos años. O sea, que puede que sí, puede que no, o que sí y que no al mismo tiempo, según.

La portavoz del Gobierno vasco es una especialista en esa imaginería beata que se asienta sobre enunciados propios de maese Perogrullo, al advertir que volver hacia atrás no nos permite seguir hacia delante. No crean que es caricatura o un homenaje extemporáneo a “Regreso al futuro”. Lean, lean:
“Volver a esos tiempos de intimidación, de amenazas, de miedo y de inseguridad, desde luego, no va a traer el salto cualitativo que necesitamos para continuar hacia adelante".

Esta es una escuela dialéctica que tiene en Euskal Herria mucho adepto. Vean un par de precedentes: en una pastoral de 1995, el obispo Setién dirigía a la feligresía una
"llamada apremiante a renunciar a la violencia, a luchar contra ella y abandonarla ya, de una vez para siempre, como inútil y perjudicial para la causa de la pacificación de nuestro pueblo."
El lehendakari Ibarretxe sintió que había llegado el momento de decir un par de cosas muy bien dichas el día en que ETA asesinó al concejal popular de Zumárraga, Manuel Indiano: “Este no es el camino”.

Y un consecuente: los socialistas vascos llevan ya un tiempo aplicándose en esta disciplina oratoria con impresionantes resultados. Rodolfo Ares:
"no se apuesta por la paz ni con violencia callejera, ni robando pistolas, ni preparando zulos”.
Nótese la guinda apostadora, que dota al discurso de una poderosa raigambre autóctona, aunque invita a desconfiar del proceso: el motivo de una apuesta es siempre un suceso aleatorio, no algo que podamos controlar.

Debe de tratarse de una traición del subconsciente, porque ya dijimos que iba a ser largo, duro y difícil, aunque no hay tamaños, consistencias ni dificultades que prevalezcan contra la sonrisa institucional que ayer lucía espléndida en ‘La Vanguardia’: “El Gobierno cree que ETA hizo el zulo para ser descubierto y no para su rearme”. La lectura del titular plantea una duda: ¿Y por qué querría el Gobierno ser descubierto, con lo mucho y bien que ha desarrollado las artes de la ocultación y el disimulo?

Miren Azkarate también se ha referido al zulo para calificarlo como un hecho “fuera de tiempo y de lugar”. El admirado Julio Caro Baroja nos había dejado escrito que
“este país (el vasco) vive en tiempo de tragedia y la tragedia se basa en una falta de adaptación absoluta a su espacio y de un desconocimiento total del tiempo en que se vive”.
El zulo como metáfora de Euskadi. Efectivamente, una tragedia y un gran hallazgo literario, por más que a las almas simples y superficiales pueda parecerles una tontería: si el zulo estaba en otro tiempo y en otro lugar, cómo es posible que se lo encontrara un ertzaina aquí y ahora?
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Las coordenadas espacio temporales son referencias insoslayables para que los hechos sean posibles. Al comienzo de ‘Silverado’, una tardía, pero eficaz revisitación del western que hizo Lawrence Kasdan en los años 80, el forastero llega al pueblo. Uno de los presentes le afea su tardanza: “¡Baxter! Llevo tres días esperándote. Éste es un mal comienzo”, a lo que replica el recién llegado: “Efectivamente, amigo. Éste es un mal comienzo. Yo no me llamo Baxter”.
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La guerra de las esquelas (Part three)
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Hoy, en El Correo:
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95.000 Niños
(Q.E.P.D.)
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Fallecieron por aborto en el Estado Español durante el 2.006 sin haber recibido los S.S. ni la B.A. de Su Santidad.
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Sus amigos, las asociaciones Provida del País Vasco, suplican a cuantos lean esta nota un recuerdo por sus vidas.
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Desde 1992 hasta 2004 se han realizado
790.000 abortos oficiales
"No existen nombres, ni lágrimas, ni sepulturas, ni cruces"
...¿y ahora quién consolará a sus madres?
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tel. permanente: 900 500 505 / www.vozvictimas.org
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Contáctanos: Asociación Provida Vizcaya C/Elcano, 25, 4º dcha. Bilbao. Tel. 94 421 65 30
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Entenderse, se entiende todo, pero la pregunta sobré quién consolará ahora a sus madres es desconcertante. Tanto como la intervención de un profesor de la UPV, antiguo dirigente de Herri Batasuna, en una mesa redonda sobre la despenalización del aborto. Al tocarle su turno de intervención, Txomin Ziluaga dijo:
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"Los miembros de la izquierda abertzale no es que seamos partidarios del aborto, pero no podemos ignorar que cada año abortan en Euskadi 3.000 mujeres, en unas condiciones de salubridad tan infrahumanas, que peligra no sólo la vida de la madre, sino también la de la criatura."
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44 comentarios:

Anónimo dijo...

"El Proceso", de Kafka.

Anónimo dijo...

Yo creo que habría que aplicar las teorías de la ciencia-ficción, para aclararnos por donde va el proceso.

Concretamente la de los universos paralelos, ya que parece que discurre por otras dimensiones espacio temporales distintas a las nuestras, como si fuera un grabado de Escher, y no sabemos si avanza o retrocede, si sube o si baja, y los exégetas no hacen más que aumentar la confusión.

Anónimo dijo...

Ramón Jáuregui, ahora mismo en Radio Euskadi. Dice que el proceso es sólido "porque toca" (sic, sic y sic) que ETA lo deje. Por el contexto.

Anónimo dijo...

Este Jáuregui ¿es cristiano? Bueno, y aunque lo fuera, una fe como esta en la divina providencia es de lo que no queda.

Anónimo dijo...

Se lo he advertido siempre a ustedes, hay demasiados curas entre los políticos vascos.

Anónimo dijo...

Admirado Santiago: Desde que leí las declaraciones de Miren Azkarate esperaba con ansia su comentario. Reconozca que se lo ponen fácil aunque luego, claro, hacen falta su maestría e ironía para sacarle tanto jugo. Por eso, yo ni me atrevo.....
Lo que sorprende de todo esto es que el personal no se da ni por enterado. Y como todo está ligado, y pueda parecer una frivolidad, me parece que se entiende perfectamente una ¿crítica? televisiva de Esparza, en la que dice que una serie española sobre unos chapuzas ha vuelto a las pantallas con éxito arrollador. Esto es España, señores. Que tengan un buen día

Anónimo dijo...

Impresionante el argumento de Jauregui. "Es lo que toca, es lo que toca".

Anónimo dijo...

En Mars Attacks el Presidente tenía un asesor -como Susote pero en guapo- que interpretaba las acciones asesinas de los marcianos como resultado de un malentendido lingüístico-cultural. Y proponía ponerles mejores oportunidades de asesinar, de asesinar con más fundamento. Nosotros, claro, somos una panda de sectarios y no apreciamos la delicadeza de Azkárate, de Susote, de Jaúregui, de nuestro amado consejero Madrazo, de los que hacen zulos por navidad para guardar los regalos...Queridos, somos unos sectarios. A lo mejor si nos hacemos vegetarianos y nos hacen una trepanación en vivo vamos cambiando.

Anónimo dijo...

Cómo echamos de menos al ingenio y frescura conceptual de Txomin Ziluaga! La Miren Azkarate, en su mejor día, no le llega ni a la suela de la sandalia de Txomin.

Gracias a ese tipo de desarrollos intelectuales se ha ganado a pulso un puesto en la Universidad, alimentando nuevas generaciones de lumbreras.

Si el vate oficial del blog tuviera turno de mañana, debiera dedicarle a Ziluaga una de sus acertadas composiciones. (Y dos o tres a su ex, si es que hay cojones).

Anónimo dijo...

Bien traido el recordatorio, Gorkataplines. Ramón Jaúregui fue, el día que hizo esas declaraciones, el más duro de todos los políticos socialistas, que lo que hacían era animar a Aznar- bueno, exigir, más que animar- a que acercara presos, fuera generoso, aprovechara la oportunidad, etc.

Es verdad que en noviembre del 98 ETA ya había dado por rota la tregua, y los meses en los que el PSOE presentaba o apoyaba iniciativas en el Congreso de los diputados afeando a Aznar su escasa generosidad yua habían pasado. Hoy Jaúregui, recién represaliado en Madrid, en la Ponencia sobre la Memoria Histórica, sustituido por el amigo del Presidente, "Torpes" Mora, se apresta a hacer nuevos méritos ante todos esos dirigentes que le desprecian y se lo cepillan en cuanto se descuida. No tiene remedio y no aprenderá nunca.

Anónimo dijo...

Con esa voz de lejía,
que irrita de irritación,
dice dar explicación
nuestra encumbrada maría.
Madalena que no es guía
de algún proustiano momento,
pues lo suyo es el cemento
y el montar en un avión
o en un preclaro varón.
La ministra de Fomento.

Demasiado monumento
"pa" semejante jumento.

Anónimo dijo...

Le llaman Ramón
y tiene ese don
de ser remendón
de infamias sin fin,
Coitadillo ruin,
que se dice afín
al fiero euskaldún.
Nacido en Irún,
nunca al buen tun-tún,
este ganapán,
sin tener más plan,
toca su tam-tam.
Y dirá su amén
a lo de Setién

Anónimo dijo...

De la película de Ser o no seri lo que más me recuerda al País Vasco y sus políticos es el momento genial en el que el apuntador le recuerda el inicio de ser o no ser. Lo que hay que decir y hacer es tan obvio que toda persona con sentido común lo sabe, pero los políticos (sobre todo los nacionalistas y algunos socialistas) aunque el apuntador le recuerde lo obvio indefectiblemente tienden a decir estupideces.
Lástima que no sea una comedia.

Anónimo dijo...

Me corre un escalofrío
escuchando a Madalena.
Me pongo en cabeza ajena:
en la cuerna del "marío".
Pensarlo quita el "sentío".
Mi imaginación se humilla,
y teme hacerle mancilla:
varón digno de fomento,
capaz de todo tormento
del espanto de Sevilla.

Anónimo dijo...

Muy sugerente su post, Terreiro. No se me había ocurrido pero es verdad. La escena que dice el patrón y que usted señala es magistral y representativa del más genuino "toque Lubitsch". Pero aquí, cuando Hamlet se adelanta y el apuntador le sopla: "ser... o no ser", el actor se arranca con: "¡Ay, mísero de mí!¡Ay, infelice!".

Aquí, amigo Terreiro, siempre hemos desconfiado de esas gilipolleces filosóficas y hemos tirado por el camino del victimismo, que es más nuestro. A veces, también, nos hemos liado directamente a hostias, depende de cómo tengamos el día.

Anónimo dijo...

Excelentísimo Señor Pastor de Oaxaca, usted se lo ha buscado:

Del siñor Ziluaga

Cuando la reconversión
mucha tropa carcelaria
se pasó a universitaria,
como este santo varón.
De debate, la cuestión
del aborto, era sujeto,
y él pontificó muy neto:
en la ley es necesaria
garantía sanitaria
para no matar al feto.

Anónimo dijo...

Toda esta gente del gobierno (vasco y español) que tanto nos estupefacciona me sugiere este principio de casi todo:

Viven sin vivir en sí
pues viven del presupuesto

Anónimo dijo...

Leyendo eso que dejaron el otro día por aquí del indescriptible Patxi se me ocurre una observación muy sencilla. Dice López, campanudo: "Los límites trazados son los que determinan la legalidad democrática y el Estado de Derecho."

Y me pregunto yo, dado que no es siquiera planteable la posibilidad de que un gobierno cometa actos ilegales, ¿no equivale eso a decir que no hay límites?

Anónimo dijo...

A tono con el día, una imagen que lo dice todo:

Ministra de Fomento refiriéndose a los problemas de seguridad aérea de Air Madrid.

A partir de ayer, 'tolerancia cero'.
(¡¡ ¿y antes...? !!)

Casi es preferible que este Gobierno no explique nada.


PS.
Que digo yo que lo de la esquela y las declaraciones del tal Txomin son bromas, ¿no?

Anónimo dijo...

En este país (España- Eup) la mística es el mejor refugio. Debe ser el famoso carácter nacional lo que ha producido esta vía "de escape".

Dedicadoa J. M.:

Viven sin vivir en sí
pues viven del presupuesto,
que siempre es resto del resto.

Viven tan fuera de sí,
en puestos de tal honor,
superando su valor,
que aquello que dan de sí
no lo entienden, ¡ay de mí!,
los de espíritu más presto,
que siempre es resto del resto.

Esta horrible colusión
de tanto pillo que, vivo,
tiene el gobierno cautivo
y dispersa la razón,
produce estupefacción
en el pueblo que es honesto,
que siempre es resto del resto.

Anónimo dijo...

Pues no, querida Carmen de T. Ambas cosas son comprobables. La esquela viene publicada hoy en la página 86, debajo del horario de televisión. Lo de Txomin y el aborto lo había publicado ya el Capitán en su libro "Palabra de vasco" (página 138). En la misma página cuenta otra del mismo protagonista que también tiene miga: En otra mesa redonda, ésta sobre el divorcio, Txomin explicó la posición de HB sobre la interrución voluntaria del matrimonio: "Todos nosotros somos hijos de familias muy unidas. Lo que nosotros no concebimos es la familia autoritaria, el clan que ha existido en Euskadi, sobre todo.En ese sentido, no queremos que la gente se divorcie; pero la mala convivencia se raslada a los hijos, y cuando el Estado no garantiza la sanidad ni la enseñanza gratuita, consideramos que el divrcio debe existir".

Anónimo dijo...

Caramba, por lo que leo este Txomin es una mina inagotable, ¿sigue en activo? si es así, por favor, manténgame informado de lo que vaya diciendo.

Anónimo dijo...

Y se les pasa la vida
enmendando propios yerros,
esquivando los encierros
de su boca tan florida,
que en muchos es relamida,
pero sin lógico apresto,
que siempre es resto del resto.

Pero basta de quejarme
de esta gente tan modesta,
pues el darles en la cresta
no les importa un adarme.
Ni a mí puede consolarme
de no tener un buen puesto,
que será el resto del resto.

Bartleby dijo...

Así es si asó os decimos que parece:
La versión oficial del gobierno es que ETA no está aprovechando la tregua para rearmarse; el robo de 300 pistolas, el zulo con material explosivo, la violencia callejera, las cartas de extorsión, deben ser sólo exigencias del guión del proceso de paz. Como en las malas películas, accidentes necesarios porque el guión lo exige. Pero ETA-Batasuna sí está aprovechando el proceso para rearmarse políticamente, arraigar y ampliar su base social, con el horizonte inmediato de las elecciones municipales, fuente principal de su poder institucional. Y del económico futuro.
Bartleby.

Anónimo dijo...

Gracias, Hemeroteco.

Como dice Luigi, una mina, el tal Txomin. Como lo descubra Pepiño-potenzia, lo contrata.

(al margen: de estas fiestas no pasa que me hago con "Palabra de vasco").

Anónimo dijo...

Ziluogada

La familia autoritaria
no cabe en el mundo rosa,
pues suele ser numerosa
y antirrevolucionaria.
Por ello es cosa palmaria
que si es cara la vivienda,
y no nos paga la Hacienda
esta educación sumaria
y la sanidad precaria,
el divorcio lo remienda.

Johannes A. von Horrach dijo...

Estos días releo el libro 'ETA contra el Estado' escrito por Ignacio Sánchez Cuenca, antes de convertirse en voluntarioso apóstol del actual gobierno. Hay datos muy interesantes que ya no recordaba. Por ejemplo, el gobierno González siguió negociando (secretamente, sin informar ni a oposición ni a la sociedad) con ETA cuando ésta cometió el brutal atentado de Hipercor. Al PSOE no le importó que fueran asesinados 21 civiles. Algo parecido sucedió, según El País, cuando ETA asesinó a Joseba Pagaza, pues el maltratador Eguiguren no rompió sus negociaciones con Otegui. En su libro, escribe Sánchez Cuenca: "Si incluso tras una masacre de esa magnitud el Gobierno no renunciaba a cortar todo contacto con los terroristas, ¿qué conclusión podía sacar ETA sino que el Gobierno estaba dispuesto a negociar casi a cualquier precio?" (p. 126).

Anónimo dijo...

horrach: Sanchez Cuenca ofrece en ese libro muy buenos argumentos para no negociar con ETA. Su comparación de las políticas de reinserción con el fenómeno de los marielitos, en Cuba, es muy buena y muy ilustrativo. Los etarras que están cansados, se reinsertan, buscan una salida, y lo que queda es una organización homogénea en defensa de la continuidad del terrorismo.

Igual que a Fidel se le iban los disidentes por el puerto de Mariel y le bajaba la presión de la olla. A ETA lo mismo.

Anónimo dijo...

La verdad Sre Gonzalez es que usted lo borda.
Dos apuntes para el dia de hoy:
(1) El PSE vota afavor de los presupuestOos del gobierno vasco. ¡ ALDAKETA !
(2) El Sre Jauregui apuesta por un nuevo estatuto, ¿ para qué ?.
Saludos

Anónimo dijo...

Hoy, día de Inocentes, es fecha de descubrimientos de largo alcance:

Últimas excavaciones
hechas con mil precauciones,
en reservados rincones,
dan grandes revelaciones.
Según las nuevas versiones,
de magos, media docena
hubo en la cristiana escena.
Tres son viejos, tres son viejas,
formando "las tres parejas"
que nuestro Código ordena.

Dicen que ha sido en Veleia,
pero parece Pompeya.

Anónimo dijo...

Mi secuencia favorita de “Ser o no ser” es aquella en la que el profesor Siletsky, espía de los nazis, dándose cuenta de la superchería de que estaba siendo objeto por parte del falso coronel Erhardt (el actor Joseph Tura, interpretado por Jack Benny), intenta huir por el teatro, a oscuras, perseguido por toda la troupe de cómicos y por el teniente Sobinski (Robert Stack). Se oye un disparo, se encienden las luces y toda la “realidad” narrativa la vuelve Lubitsch del revés, como un sencillo calcetín. Los actores, todos, ocupan el lugar habitual de los no-actores en toda función teatral: el patio de butacas. Y los únicos no-actores, el piloto y el espía, están en el escenario, en una actitud exageradamente teatral, sobre todo la del espía Siletsky que, herido de muerte, amaga un póstumo y ridículo “Heil Hitler”, como si lo exigiese un mal guión.

En esa escena está todo el film simbolizado, con su genial juego de fingimientos, engaños e infidelidades.

Y mi segunda secuencia predilecta es la de Greenberg (Félix Bressart), el “actor que lleva la lanza” pero que sueña con interpretar al Shylock del "Mercader de Venecia" y se le ofrece tal oportunidad para recitar el célebre monólogo del judío… ¡ante los alemanes que custodiaban al Fhürer en un teatro polaco!


¿Es que no tenemos (los judíos) manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No somos alimentados con la misma comida y heridos por las mismas armas?... Si nos herís, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Si nnos envenenáis, ¿no nos morimos? Si nos hacéis daño, ¿no nos vengaremos?

Jamás ha tenido Shakespeare mejor interpretación y sentido. Ni que lo hubiese escrito para Lubitsch

E poi…


“ No se apuesta por la paz ni con violencia callejera, ni robando pistolas, ni preparando zulos ” (Rodolfo Ares)

Impresionante y aplastante, la lógica de Ares (dios de la guerra, por otro lado)

El capitán apostilla, portunamente:

Nótese la guinda apostadora, que dota al discurso de una poderosa raigambre autóctona, aunque invita a desconfiar del proceso: el motivo de una apuesta es siempre un suceso aleatorio, no algo que podamos controlar.

Este felino siempre ha pensado, además, que una apuesta es algo que se puede ganar… o perder. Sobre todo esto último.

El brillante diálogo de “Silverado”, recordado por Dom Santiago, me ha evocado uno de aquellos impagables chistes de aquél genio del humor que fue Antonio de Lara, “Tono”, digno heredero de Miguel Mihura:

-¡Caramba, don Faustino, usted por aquí! ¡Cuánto tiempo sin verle!
- Es que yo no soy don Faustino.
- ¡Pues más a mi favor!

Anónimo dijo...

Hoy es un día de estos en que la información baja muchos grados, como el termómetro. Bueno, ocurre durante los del turrón. Serán las vacaciones (las de las noticias también), el espíritu navideño (¿qué carajo será eso y qué tiene que ver con el bebé de María?) que conduce a los periódicos más al amor del hogar que a la trinchera mediática, o vaya usted a saber qué cosas, las que difuminan las aristas de la actualidad. Para algunos este es un clemente servicio que nos hacen. Pues no. Uno lee la prensa sin la avidez propia de las batallas campales que habitualmente se desparraman por los papeles a cuenta de la actualidad política más sonora. Las vacaciones son un peñazo insufrible para un ideologizado lector de periódicos, como es mi caso. Te lo echas a la cara y no terminas de encontrarle el gusto, o el gusto es a medias. En cualquier caso el gusto es mío, sin duda, y me lo encuentro insatisfecho. Es como fumar ligth, que consiste en meterte la mitad para, total, quemar el doble y terminar fumando lo mismo. Pero aquí no hay posibilidad, no hay más pitillos. La prensa está fría y los asuntos más leves intentar emular el vibrante protagonismo de, por ejemplo, la que nos ofrece a un juez enchironando dos policías por hablar con Lázaro. (Fernando Lázaro, el periodista. No confundir con el amigo de Jesús de Nazaret.) Prisión eludible bajo fianza escandalosamente superior a la de un etarra. Eso lleva el ayuntamiento de una serie de artículos y editoriales preñados de opinión e intención. Ese terreno ha desaparecido con motivo de esta pesadez de lucecitas que te recuerdan la obligación de estar contento y en permanente actitud de abrazo. ¿Qué quieren que les diga? Nunca me ha terminado de cuadrar eso de ser feliz a plazo fijo. Como quien deposita sus ahorros tal día y los percibe con intereses cual otro. ¡Qué felicidad!

Así que hoy la desgana lectora y la visión del fondo casi limpio y azucarado de mi taza de café, amenazaban con eyectarme de la silla, abandonando esta prensa de nuevas mortecinas. ¿Dónde los columnistas habituales? De vacaciones. Sí sí, todo el año dando por saco y llamando a la reflexión sobre las más graves cuestiones y en vacaciones te dejan tirado: tararí que te vi. Porque yo soy uno de esos lectores a los que les molesta profundamente no encontrar al opinador fulano o mengano impartiendo desde su atalaya papal, digo papel, digo de papel. Ya está.
A lo que iba. Que Bruno Sangro me ha arreglado el día. Publica hoy Diario de Navarra un artículo: “José A. Sevilla: Víctima Anónima”. Si no lo han degustado aún no se lo pierdan. Tal vez el quiosquero guarde un ejemplar para sí, el muy canalla, y no le haya avisado. Reclámelo y lea. Busque en internet. O mejor se lo pego yo aquí. Bruno, un abrazo.
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Diario de Navarra, 28 de diciembre de 2006
La semana pasada murió en Pamplona José Antonio Sevilla. Agotada la energía, se le acabó la vida y se fue. A muy pocos les sonará su nombre, pero yo le he venido atendiendo como médico desde hace años, así que me sé bien su historia. Lo que al fin la enfermedad ha conseguido siendo terca, lo intentó ETA hace 22 años. Un tipo entró en el bar donde asiduamente jugaba a las cartas, le acercó una pistola a la sien y disparó.

La Providencia, o quizá la vergüenza escondida en un mínimo temblor del pulso hizo que el asesino no diera con él muerto. Le arrancó una esquina del cráneo y un pedazo pequeño del cerebro y le dejó tuerto pero vivo a sus 44 años. Y asombrosamente no le quedó miedo a morir. Probablemente el pistolero o sus compañeros se consideraran valientes gudaris, pero matar por la espalda no exige valor. Lo que exige valor es vivir como lo hizo José Sevilla después de aquello. Volvió a rondarle la muerte más de una vez en forma de enfermedades y nunca le vimos un asomo de temor. Ciego ya del todo, hace un año no dudó en darle al cirujano el ánimo necesario para reparar el corazón que se le había roto. Todo un valiente.José Sevilla era policía nacional. Eso debió de ser lo que hizo que ETA le escogiera a él. Entonces, militares, policías y guardias civiles eran sus objetivos más comunes. Pero ser policía nacional fue la razón para escogerle, no el motivo para intentar asesinarle. El motivo de ETA para poner muerto tras muerto encima de la mesa ha sido siempre el mismo: buscar el quebranto en la entereza de la sociedad española ante tanto dolor y tanto miedo. Tensar la soga del sufrimiento de una nación hasta el punto en que se rompe por lo más débil, por la creencia de que ceder solamente un poco no es en realidad ceder del todo. Que es donde estamos ahora.
Desde que le dispararan a José Sevilla en 1985 mucho ha cambiado en este mundo, y casi todo para bien. Los asesinos y sus cómplices acaban habitualmente en la cárcel, se ha terminado la ocultación miserable de los cadáveres aún calientes, va desapareciendo el vergonzoso temor a coincidir en el portal con un vecino político o guardia civil y, salvo en demasiados reductos del País Vasco, los más de mil muertos son reconocidos de muy diversas formas, y los heridos, los viudos o los huérfanos son homenajeados con cariño, y todo eso es mucho.

Y hasta ahora siempre se ha mantenido la dignidad. Porque la dignidad no es el recuerdo. No son las medallas (rememoro a José Sevilla en la entrega de la Medalla de Oro de Navarra), ni el rótulo en la calle o en el polideportivo. Ni siquiera en el frontispicio de la Constitución. La dignidad para la víctima no es otra cosa que vivir con la certidumbre de que el dolor de todos -los heridos, los familiares, los amigos, todos aquellos que alguna vez han llorado por alguien- no ha sido en vano. De que tanta sangre por las aceras de España no les da a los asesinos ni una brizna de lo perseguido. De que el dolor de tantas casas vacías y tantos cuerpos mutilados, como el de José Sevilla, alimenta la decisión firmísima de toda la sociedad para no dar ni un paso atrás.

Esta de la dignidad de las víctimas es hoy una cuestión en peligro. Durante treinta años, con cuatro presidentes de gobierno y muy distintas representaciones parlamentarias, la firmeza de los gobernantes de España ha permitido que las víctimas llevaran con dignidad su condición. A nadie con el corazón permeable le puede extrañar que se sientan ahora traicionadas ante la expectativa de que España le conceda a ETA la capacidad de negociar el fin de la violencia. Ya sabe a traición, además de a una enorme desilusión, entrever parlamentos y ayuntamientos nuevamente poblados de quienes sienten tanto asesinato como deseado, razonable u oportuno. No es posible defender la dignidad de las víctimas de ETA si uno plantea la posibilidad de ceder siquiera parcialmente a alguna de las pretensiones de los asesinos a cambio de que le perdonen la vida a la próxima víctima. Todos los españoles ansiamos la paz, las víctimas y los miles de ciudadanos aún directamente amenazados mucho más que nadie. Pero si la paz ha de llegar a cambio de la cesión, será una paz indigna.

El inverosímil trazado de la bala que no quiso asesinarle ha permitido que la familia de José Sevilla disfrutara de él durante muchos años, y su muerte ha sido finalmente silenciosa y anónima. Por eso he querido recordar su condición de víctima del terrorismo. Por eso y por que creo firmemente que defender la dignidad de las víctimas -que es nuestra dignidad por que es a todos nosotros a quienes ETA hiere en la carne de ellos- es hoy una de las tareas más importantes de la sociedad civil. Como creo que el río de sangre vertido por ETA en tantos años forma parte del mortero que, por encima de nuestras diferencias políticas, nos une a los españoles de bien para defender un futuro común en paz y en libertad. Un futuro que no deberíamos dejar que nadie arriesgue.

Bruno Sangro Gómez-Acebo es médico

Anónimo dijo...

Anonymous,
Gracias.

Anónimo dijo...

Anonymous,

¿Tiene acceso a la versión completa de este otro artículo sobre José Antonio Sevilla? (es del domingo 24)

Yo sólo puedo leer esto:

"EL pasado sábado falleció en Pamplona José Antonio Sevilla Beato, que sufrió un atentado de ETA el 2 de julio de 1985. Él era entonces un policía nacional de 44 años que llevaba 18 viviendo en Pamplona. Había acudido a tomarse un café al bar Zapata, en la calle Monasterio de Iranzu, en el barrio de San Juan, cuando entraron al local dos jóvenes, un hombre y una mujer. El hombre apoyó el cañón de su pistola en la cabeza de José Antonio y apretó el gatillo."

Si fuera posible...

Anónimo dijo...

Para Carmen de t.
La versión completa del artículo es la que pego yo como Anonymous. No hay más.

Anónimo dijo...

Para Carmen t.
Carmen, no había entendido antes. El resto de la noticia es como sigue (es breve):

"José Antonio Sevilla perdió el ojo izquierdo, pero salió adelante. Estuvo ciego durante cuatro años y recuperó algo de visión gracias a tres trasplantes de córnea. Siguió viviendo en el mismo domicilio y enviudó hace ocho años."

Anónimo dijo...

Para Carmen t.
Carmen, no había entendido antes. El resto de la noticia es como sigue (es breve):

"José Antonio Sevilla perdió el ojo izquierdo, pero salió adelante. Estuvo ciego durante cuatro años y recuperó algo de visión gracias a tres trasplantes de córnea. Siguió viviendo en el mismo domicilio y enviudó hace ocho años."

Anónimo dijo...

Su vida se completó con otras enfermedades que no le dejaron vivir.

Anónimo dijo...

Una curiosidad tonta: ¿este doctor Sangro tiene que ver con la familia Sangro de Nápoles que encargó la prodigiosa Capella Sansevero?

Anónimo dijo...

Se lo preguntaré cuando le vea, ja ja
No tengo ni idea.

Anónimo dijo...

Salva (cuánto mejor que 'anonymous' :)

Gracias, de nuevo.
Copié su mensaje en el blog de Rosa Díez.
(espero que no le moleste).

Johannes A. von Horrach dijo...

pastor de Oaxaca,

lo sé, es una parte muy interesante del libro de Sánchez Cuenca. Hay tantas y tantas cosas que hemos olvidado que hacen más sangrante todavía el diálogo de este gobierno con ETA. En fin. Saludos.

Anónimo dijo...

en este blog se madruga menos que en el de Arcadi, que ya es decir.

Anónimo dijo...

Eso, eso, Pastor, muy bien traído.