Que tiemble la pashmina

La portada de El Mundo nos trae hoy la noticia que se reproduce arriba. Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, se apareció a su peña en Guadalajara, como una virgen palestina, con la kufiya al cuello. El pañuelo que hizo famoso Arafat y que centenares de jóvenes batasunos integran en su vestuario como una pieza básica de su indumentaria, como una seña de identidad. Recordarán que el presidente Zapatero se lo puso durante un Congreso de las Juventudes Socialistas en Alicante, y el gesto le fue puntualmente afeado por el partido de la señora Cospedal.

Al mismo tiempo, la secretaria general ha redefinido a su partido como un partido de clase. No es que los trabajadores no puedan votar al PP, naturalmente, ni que sus dirigentes dejen de llamar al voto a todo quisque, pero, ¿el PP, partido de los trabajadores? Es una humorada que está en la tradición española: "España es una República de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y Justicia". Es otra humorada que el presidente del Gobierno (es que soy rojo) se disponga a hacer la política económica más conservadora que haya hecho ninguno de sus predecesores, sin reconocer que se había equivocado en ningún momento.

Pero estamos en momento Cospedal. Quizá angustiada ante la sospecha de que José Luis quiera quedarse con todo el espacio político para él sólo, se ha puesto a disputarle el electorado de izquierda que se siente desatendido. La cosa promete un apasionante duelo entre Cospedal y Llamazares.

Es más que probable que la línea de complementos de Loewe saque para la próxima temporada otoño-invierno una línea propia de kufiyas en diferentes colores y materiales: viscosa, seda, cachemir o lino.