Hasta aquí llegamos

Willy Toledo es un actor más notable por sus pronunciamientos políticos que por sus dotes interpretativas. Ayer, mientras participaba en una movida en favor de la causa saharaui, tuvo tiempo para eructar en los términos que pueden oírse en este video. De la misma manera que Batasuna acostumbraba a insultar a las víctimas, después de que ETA hubiese hecho su tarea, este tipo ha soltado un salivazo en la tumba del negro Orlando Zapata, al tacharlo de 'delincuente común' al tiempo que defendía la dictadura castrista:

"El Estado cubano, con sus miserias y sus grandezas, es un modelo a seguir en muchos aspectos"

Así está el tema, a la espera de que se pronuncie Saramago en uno de sus raptos de dignidad intermitente. Tuvo uno admirable en 2003, cuando la dictadura fusiló a tres jóvenes que intentaron huir de Cuba secuestrando una lancha. Un secuestro es por definición un acto violento, pero en aquel no se derramó otra sangre que la de los autores del mismo: Lorenzo Capello Castillo, Bárbaro Sevilla García y Jorge Luis Martínez Isaad.

"Hasta aquí llegué" escribió entonces Saramago, pero tres años después ya se le había pasado el calentón y firmó este manifiesto. Otra izquierda es posible. hoy, Rosa Montero escribe una soberbia columna en El País, en la que retrata la actitud de Willy Toledo:

En los foros de Internet leo comentarios de la gentuza castrista diciendo que Orlando era un delincuente común "de lo peor". ¿Se puede concebir una abyección más grande? Además de torturar, denigran al torturado.

En lo que me atañe, hago mía la frase de Saramago en 2003: Hasta aquí hemos llegado. A partir de ahora no veré ninguna película que tenga en su reparto a Guillermo Toledo, ninguna serie de televisión, ninguna obra de teatro con él dentro. No contribuiré por duplicado a sostener la indecencia pública de sus opiniones, ya que no puedo objetar sobre la parte de mis impuestos que va a subvenciones a tipos así e invito a hacer lo mismo a los lectores de esta bitácora. Su nivel cultural no se verá resentido por ello, créanme. No parece que Woody Allen o Scorsesse vayan a pedirle ni siquiera un cameo para sus películas.