Todo un campeón

Se cumplen este año diecinueve siglos desde que el poeta Décimo Junio Juvenal escribió sus sátiras. Una de sus más conocidas ha dado en expresión clásica:

"El pueblo, del que en otro tiempo dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas, todo, ahora se desentiende y sólo desea con ansia dos cosas: pan y circo".

Aquí la hemos adaptado a los usos modernos. "Pan y toros", se empleó hace algún tiempo, aunque esta expresión quedará pronto en desuso en Cataluña, tal como van las cosas. Pan y fútbol parece más adecuada. De ahí que el montaraz* presidente no vacilara en desmentir una vez más a su vicepresidenta segunda y, donde ella había dicho que la reforma laboral ampliaba su plazo hasta finales de junio, él ha decidido que será el 16 de junio, fecha en la que la Selección española jugará su primer partido en el Mundial de Sudáfrica. Ante Suiza, país, como se sabe, lleno de madrigueras que a su vez están llenas de tiburones financieros, según el imaginario del hombre fuerte del Gobierno, José Blanco.

En realidad, Elena Salgado le había corregido a él mismo, después de que decidiera dar plantón a Lula da Silva y Erdogan, a los empresarios y a los periodistas, en una cita de la Alianza de las Civilizaciones en Brasil. Suspendió el viaje porque el 31 de mayo acababa el plazo para que los agentes sociales se pusieran de acuerdo sobre la citada reforma. ¿Por qué, se preguntarán ustedes, si su intervención, de haberla tenido, pudo hacerla por teléfono? Porque lo que importaba, en realidad, era no levantar críticas adicionales viajando el mismo jueves en que sufrió su más contundente derrota política al quedar solo, frente a todos los grupos de la cámara.

¿A quién podría extrañarle que los jugadores de La Roja hayan recibido la promesa de 600.000 euros por barba si ganan el Mundial? Es verdad que no somos uno de los veinte países del mundo que tienen una economía más boyante. Alemania, por ejemplo, no pasa de 250.000, pero somos los primeros en las ayudas a Haití y en primas a los jugadores de la selección, pero no todos los países tienen como presidente a su ministro de Deportes* y el estado de su deuda tan directamente relacionada con su equipo nacional de fútbol.

* El secretario de Estado de Deportes, Jaime Lissavetzky, llamó el pasado 27 de mayo a Edurne Pasaban para contarle que el Gobierno la había distinguido con la concesión de la medalla de Oro al Mérito Deportivo, de la que tratamos aquí ayer. Y le explicó: "Te la iba a imponer yo hoy, pero el presidente del Gobierno me dijo ayer que él es montañero y que quiere hacerlo él".