Vamos acercándonos

El diario El País publicaba ayer un editorial notable . Su párrafo final es excelente. Tanto, que probablemente debió ser el primero, con el fin de que el resto del comentario se derivase de su tesis inobjetable:

La reapertura de las fosas nada cuestiona de la Transición. Al contrario, el espíritu de reconciliación que la alentó debe avanzar un poco más en la construcción de una memoria compartida que incluya la condena tanto de los crímenes del franquismo como de los que se produjeron en la retaguardia republicana, para borrar así el rencor y el resentimiento sin que se olvide lo sucedido. El duelo por un pasado tan lamentable y doloroso culminará de verdad precisamente el día en que toda la sociedad española lo asuma sin distinción alguna respecto al color de las víctimas.

No era esa la impresión que se sacaba de la manifestación que se desarrolló en Madrid hace una semana. Allí sí se cuestionó la Transición y la amnistía aprobada en octubre de 1977 como piedra angular de la reconciliación. Era en todo caso un avance notable respecto al editorial del mismo diario correspondiente al 29/07/2006, en el que destacaba este párrafo:

"...esa diferencia de opinión no debería existir sobre el tratamiento de las víctimas. Y más en concreto sobre el derecho de las víctimas del franquismo -las causadas por este régimen durante la Guerra Civil y a partir del 1 de abril de 1939- a que se las trate como lo fueron mucho antes las víctimas causadas en el bando republicano. Salvo que se piense que unas, las del bando vencedor, son de una calidad moral y humana superior a las del vencido. Pero no puede ser que existan en la España de hoy fuerzas políticas o sociales capaces de hacer esos distingos."

Nadie piensa que las víctimas del bando republicano fueran moralmente superiores a las víctimas del franquismo. Es justamente al revés. La conciencia de la superioridad moral es un patrimonio exclusivo de la izquierda. El fariseo frente al miserable publicano. La consideración implícita en el párrafo de que los asesinados en la retaguardia republicana ya fueron honrados por los suyos, por la dictadura, y que a la democracia toca honrar ahora (sólo) a las víctimas de Franco es suficientemente explícita.

Pero volvamos al editorial de hoy y fijémonos en esta frase:

"Aprobada en diciembre de 2007, la falta de aplicación de la ley llevó a algunas asociaciones que respaldan las reivindicaciones de las víctimas a buscar amparo en el juez Garzón. El resto es conocido."

Las cuatro portadas reproducidas arriba tienen como asunto principal exhumaciones de fosas y corresponden a ediciones de El País de los días 3 de septiembre de 2008, 4 de septiembre de 2008, 20 de octubre de 2008 y 29 de noviembre de 2008. Todas ellas habían requerido muchos meses de trabajo. El auto de Garzón fue dictado el 16 de octubre de 2008. No fue la falta de aplicación de la ley en lo tocante a exhumaciones lo que obligó a intervenir al juez Garzón. En todo caso, las portadas de El País desmienten las afirmaciones de su editorial.