Todo crece a nuestro alrededor

El Gobierno dice que llevará a los juzgados a los especuladores de la bolsa, en línea con aquella súbita campaña de indignación moral que arrebataba al capitán Renault en 'Casablanca': "He descubierto que aquí se juega". Cabe también la posibilidad de prohibir la simulación en determinados juegos de cartas, como el mus o el póker.

No faltarán cenizos que adviertan de la imposibilidad de que llevemos al banquillo a los culpables de que la bolsa española baje mientras todo lo demás nos sube: las tetas de Paulina, el PIB, que ha aumentado en un 0,1%, y el paro que se corresponde con este crecimiento de nuestra economía, -1,2%. Si el PIB continúa creciendo a este ritmo cuatro trimestres más, nos plantaremos con una tasa de paro record en nuestra historia: 25%. Está bien que el PIB haya aumentado después de seis trimestres de disminución, pero el Gobierno haría bien en no dejares arrebatar por el entusiasmo y se aplique a disminuir el déficit.

Elemento de reflexión: Si Francia, que tiene un déficit público del 7% ha congelado para los próximos tres años el gasto público, con el fin de cumplir el compromiso de rebajarlo al 3% para 2013, ¿cómo podremos rebajar nosotros el nuestro, que es 4,5 puntos superior, si no tomamos ninguna medida de austeridad?

Lo de esa nueva criminalidad que hemos definido como especuladores de bolsa no es preocupante. Parece que Garzón puede tener tiempo libre para ocuparse en un futuro relativamente próximo. Si sucede lo peor, el Gobierno siempre podrá agradecerle los buenos ratos pasados con un indulto ad hoc que le permita aplicar su sentido creativo de la jurisdicción y desarticular las tramas criminales que anidan en las bolsas de Nueva York, Londres o Tokio.