Ojo con los adjetivos y los pies descalzos

Cada vez que he hablado de periodismo a estudiantes de este oficio he puesto entre mis recomendaciones una que se me antoja principal: la esencia del periodismo está en tasar adecuadamente el 'yo' del periodista y los adjetivos calificativos. Ésta es la clave del comedido entusiasmo que mostraba ayer Arcadi Espada en El Mundo por el colega irakí que tiró sus zapatos a Bush durante una rueda de prensa en Bagdad:

En mis 30 años de oficio yo no habría salido de la cárcel de haberme comportado con el mismo lujo desinhibido que mi colega. No me faltaron (ni me faltan) ganas. Pero, obviamente, el periodista que en una rueda de prensa se instala ante mentirosos, corruptos o asesinos no debe quitarse los zapatos. Está ahí gracias a un acuerdo entre los ciudadanos y el poder y su actuación debe atenerse escrupulosamente a las cláusulas. Cuando un periodista muere en un campo de batalla no se lamenta la muerte del combatiente. Se lamenta la de un hombre que estaba ahí para contarlo.

Se entiende, creo yo, que el periodista debe cuidar de sus propios pies y sus propios calificativos y limitarse a describir lo que hacen los demás con los ajenos. No habría sido adecuado que los fotógrafos de prensa acreditados en la 15ª Asamblea de la ONU, se hubieran arrojado sobre Nikita Kruchev par impedirle que se quitara uno de sus zapatos y golpease con él tribuna de los oradores. Bastaba con que hicieran la foto.

Algo parecido cabe decir de los periodistas que ayer firmaban esta noticia en El País: "El Congreso revive la división en dos bloques sobre política antiterrorista". Bastaba con que contuviesen sus propios adjetivos, en lugar de pasar la garlopa sobre textos ajenos sin quitarles previamente el escapulario, el detente bala de las comillas. Al describir el argumento de Rosa Díez para pedir la disolución de los Ayuntamientos gobernados por ANV, escribían:

Este artículo permite disolver las corporaciones que den, se abren comillas "cobertura o apoyo, de forma reiterada y grave, al terrorismo".

No es exacto; la frase entrecomillada, que supuestamente reproduce el punto segundo de la Ley de Bases de Régimen Local, dice en el texto original:

"den cobertura o apoyo, expreso o tácito, de forma reiterada y grave, al terrorismo".

La mera comparación de las dos frases lleva a una conclusión evidente. Los periodistas han hecho más restrictivos, por su cuenta, los supuestos de ilegalización de ANV con sólo tachar dos adjetivos. Como si hiciera falta. Las leyes se pueden modificar por vía ordinaria o por trámite de urgencia. Este presidente del Gobierno puede hacerlo mediante el cambio del significado de las palabras: "Las palabras han de estar al servicio de la política, no la política al servicio de las palabras".

No hacía ninguna falta que los periodistas amigos le reformasen las leyes por vía superurgente y extraparlamentaria en las páginas de un periódico.