España le necesita. Ay, madre

Hace un poco más de un año, Ángel Ruiz publicó en forma de libro las anotaciones que domingo tras domingo había ido publicando en el blog de Arcadi Espada con el nick de Goslum, bajo el título 'Diario de un presidente del Gobierno'. En una de esas anotaciones apócrifas, el supuesto presidente hablaba de su estrella periodística favorita, Iñaki Gabilondo:

A veces pienso que Gabilondo no es perfecto, que alguna vez se mostrará como el humano falible que todos llevamos dentro, pero no, debo perder cualquier esperanza: Gabilondo es perfecto y sabe siempre cómo proceder en cada situación. Pude certificarlo el día en que todos los grupos de la cámara excepto CiU y PNV aprobamos la Ley de Acompañamiento. Existe una muletilla asociada a la actitud del PP desde que perdió el poder y se enfrenta a las leyes que propone el PSOE: "se aprueban con la excepción del PP". Se trata de una información que se debe dar, y que por supuesto, los medios de comunicación se encargan de hacérsela llegar al público. Lo que me llamó la atención el otro día del gran periodista independiente de la izquierda, es que encontrara en la unanimidad, está vez también del PP, un motivo para recordar a los espectadores de CUATRO su tradicional rechazo a lo que huela a socialista, lanzando la siguiente coletilla: "se aprobó incluso con los votos del PP".

Goslum daba en el clavo una vez más. Lo pudimos comprobar el jueves, en una entrevista en CUATRO durante la que preguntó a su ilustre invitado por el famoso síndrome de la Moncloa. Atención, pregunta:

I.G.-¿Le noto más encerrado? ¿Hace cuánto 'que no sale a cenar o al cine? ¿Ha caído ya en el famoso síndrome de la Moncloa?

J.L.R.Z.- "Salgo menos, pero no estoy encerrado. Salgo para ayudar a los parados y a los jóvenes porque España me necesita".

Lo mismo para un barrido que para un borrado

La noticia es que el periodista acabó la entrevista indemne, aunque en algún momento se le nota inquieto, cuando el presidente habla de que "tenemos en el horizonte una recuperación cierta y sólida." Y hubo un hombre enviado por Dios para hacer el bien y evitar el mal y ayudar a los parados y a los jóvenes y su nombre era José Luis. Dicho sea sin el menor asomo de ironía, sarcasmo o acritud; sí, acaso, con algo de perplejidad: ¿no habrá un punto de delirio en todo esto? ¿Por qué confunde un barrido con un fregado, digo con un borrado?

Miren y escuchen con atención su diagnóstico económico y su relación con la palabra 'crisis'. ¡Ahora repitan conmigo: "¡Ay, madre!" El problema de estos aterrizajes conceptuales de Zapatero es que interpelan a los oyentes, al igual que lo hacen (con distinto estilo) las anotaciones de Pepe Blanco en su blog o sus mítines de los fines de semana. No hace falta buscarles un correlato con la realidad; son pura metáfora, como la anécdota que repite por doquier sobre la última pregunta a su madre moribunda: "mamá, ¿crees que seré presidente del Gobierno?" No se trata de creer que es verdad. Basta considerar que en su opinión esa es una anécdota favorable para su imagen. ¿Por qué tienen tan lamentable concepto de la capacidad intelectual de sus adeptos?

Yo mismo me conformaría con saber qué pensó Gabilondo al oír que sale de La Moncloa como un superhéroe, en cuanto sus superpoderes captan llamadas de auxilio de parados o de jóvenes.