Democracia cuantitativa con estimación científica

Nunca sabremos con alguna aproximación fiable cuántos madrileños se echaron a la calle ayer para recibir a los campeones del mundo. El director de la empresa Lynce dijo ayer en 'La vuelta al mundo', de Veo 7 que no habían hecho mediciones y que lo suyo era un procedimiento científico, que no iba a hacer ninguna estimación al buen tuntún.

Tenía razón. España es un país que padece una enfemedad congénita: la inflamación de multitudes. Esto viene ya desde Franco y el millón que juntaba siempre en la Plaza de Oriente. Como es sabido, allí no cabe un millón de españoles ni aunque fueran de cartilla de racionamiento y se acomodaran en plan castellers.

Lynce ya rebajó los números de la manifestación contra el aborto de octubre de 2009. Las fotos y los números dieron 55.316 manifestantes donde los convocantes habían estimado dos millones, la Comunidad de Madrid, 1,2; la Guardia Urbana, 250.000.El sábado, Omnium Cultural calculó millón y medio, mientras Lynce se lo rebajó hasta el nivel de los antiabortistas de Madrid, pese a que la prensa de Cataluña dedicó sus enteras portadas del sábado a convocar la mani. Los editoriales conjuntos, versión prensa escrita del legendario 'parte' de RNE, es a lo que llevan.

Hipótesis turbadora: Calculen que Lynce hubiera hecho ayer sus mediciones y le salieran 60.000 adoradores de la Roja, frente a los 56.000 manifestantes contra la sentencia del TC en Barcelona. ¿Cabría deducir que los madrileños tienen en más estima a al Selección española de fútbol, que los catalanes a su propia dignidad? Jamás se me hubiera ocurrido cosa semejante si este fin de semana, gentes que deberían tener sentido común en función de su cargo, no se hubieran empeñado en que 56.000 manifestantes son su tribunal de casación para corregir los errores del Tribunal Constitucional. La desinstitucionalización de España lleva a esto. Si el pueblo en la calle va a ser la fuente de la soberanía sería de mucha utilidad sustituir al Poder Judicial por la empresa Lynce.

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A star is born 
(Pepe Blanco y el materialismo histórico)

José Blanco, ministro de Fomento y biólogo y marino por añadidura vocacional, publica hoy en El País una tribuna con este arranque tan brioso:

"Se puede decir [poder, se puede. ¿se debe?]que en el código genético de la socialdemocracia se encontraba  el reformismo. De hecho, inició su singladura hace ya más de un siglo, [Vamos a ver, ministro: una singladura es una jornada de navegación o  una fracción de ella. Una singladura puede durar entre un minuto  y 24 horas, algo más si se navega hacia el Oeste, ya que se va atrasando la hora; algo menos si se navega hacia el Este, ya que se va adelantando. Pongamos un ejemplo: un barco sale del puerto de Santander a las 23:50 horas y llega a Gijón a las 22:50 horas del día siguiente. Ha navegado 23 horas, pero son dos singladuras. Sin embargo, por mucho que se empeñe Pepe Blanco, no hay singladuras de un siglo, ni barco que las resista] cuestionando el dogma dominante entre aquellos que conformaban el movimiento obrero y aceptando lo que hasta entonces había sido su mayor enemigo: el capitalismo [esta frase es de difícil comprensión. Es lo que tiene el uso libérrimo de las metáforas. Si el reformismo estaba en el código genético de la socialdemocracia, es decir, antes de que la socialdemocracia fuese tal, el capitalismo que acepta no pudo ser nunca su peor enemigo, creo yo: lo aceptaba desde antes de nacer]".