Lágrimas socialdemócratas

El presidente del Gobierno ha sido entrevistado hoy en el diario El País. Como es habitual en estos casos, el entrevistador ha sido el director del periódico, Javier Moreno. El resultado es muy revelador, empezando por el propio entrecomillado del titular. Siempre la querencia socialdemócrata hacia la sustitución de las responsabilidades por la exhibición de los sentimientos. Los parados y los empresarios que cierran, las víctimas de la crisis, no obtienen ninguna respuesta que sea de utilidad para ellos en su situación, pero el presidente se propone a sí mismo como objeto de consideración: mírenme, yo les comprendo, entiendo incluso sus desasosiegos, sus críticas y su insistencia (¿pesadez?) ¿No les parece admirable mi comprensión?

La entrevista ocupa cinco páginas de periódico. No son comparables a las casi catorce que ocupó en El Mundo la entrevista de Pedro J. Ramírez publicada los días 13 y 14 de enero de 2008. En aquella memorable ocasión teorizó sobre la herencia de los gustos gastronómicos, una particularidad genética que le ha hecho heredar el gusto de su abuelo, fusilado 24 años antes de su nacimiento, por el melón con sal.

Sin embargo, sus respuestas a las preguntas de Moreno están diseñadas con el mismo patrón, como si estuviera empeñado en dar testimonio en cada una de unas fijaciones estéticas machadianas:

"Amo los mundos sutiles,

ingrávidos y gentiles

como pompas de jabón".

Algo tiene de contagiosa la actitud del entrevistado, que lleva al entrevistador a hacer preguntas cubistas, en el mejor sentido de las expresión: a dislocar la perspectiva para mostrar en el mismo plano la cara y la espalda:

"Fruto de la crisis económica más grave en décadas, de su resistencia -que duró meses- a reconocerlo, y del elevado desempleo, sus índices de aprobación se han hundido (los del líder de la oposición están peor, pero ésa es otra historia)." [Puede que no, que los índices más bajos de aprobación del líder de la oposición sean parte de la misma historia que explica el por qué tenemos este presidente del Gobierno. Pero si son otra historia, no deberían traerse a colación aquí.]

Pero vamos con una de las respuestas. Observen que, a pesar de la insistencia de Moreno, no hay manera de que explique qué ha querido decir con que en el último Consejo Europeo "hubo un sentimiento general de apoyo a Grecia" (país cuyo déficit alcanza el 13% y subiendo) [sentimiento, ¿comprenden lo que quiero decir? No una resolución, no un compromiso para rescatar a Grecia, todo en él se resuelve con la expresión de un sentimiento]:

P. ¿Qué quiere decir exactamente apoyar a Grecia? ¿En qué se traduce ese apoyo? ¿Qué va a pasar si de repente Grecia se encuentra con una crisis en los mercados?

R. Lo que quiso decir el apoyo a Grecia en el Consejo Europeo fue una contestación también a determinados informes de las agencias de calificación. Cada vez que hay un informe de una agencia de calificación, con todo el respeto que les tengo, provoca efectos en los mercados. Hemos vivido muchas cosas en torno a las agencias de calificación y esto no puede ser ajeno a la consideración de los Gobiernos y de las instituciones europeas, que no sólo tenemos que tomar nuestras decisiones por lo que digan las agencias de calificación de un país. Y, en última instancia, tiene que haber, debe haber un proceso de solidaridad razonable, exigente pero razonable, con todos los países de la zona euro. Y, por supuesto, lo habrá con Grecia.

P. ¿Puede precisar qué quiere usted decir cuando habla de la solidaridad de la zona euro?

R. Solidaridad.

P. ¿Quiere decir dinero?

R. No, solidaridad razonable, ayudarles a que corrijan el déficit, ayudarles a que los tiempos no sean agobiantes, en fin, lo que se ha hecho muchas veces en el Pacto de Estabilidad, y mucho más con un país que está en una situación difícil.

Terminemos por hoy con una pregunta-respuesta que me parecen la quintaesencia del pensamiento Zapatero, ese cubismo que citaba hace un momento. Piensen por un momento en cuál es el calificativo preferido del zapaterismo. Nadie tendrá dificultades en señalar que sería "sostenible". La primera vez que lo recuerdo en boca de una 'miembra' del Gobierno, fue en la primera ministra de Vivienda, sí, hombre, ¿cómo se llamaba aquella chica de los kelyfinders..?Bueno, en este momento no me acuerdo y, como escribía en situaciones parecidas el maestro Umbral, no me voy a levantar ahora a buscarlo:

P. El compromiso de España y de Europa es con la reducción de emisiones, con las energías renovables. ¿Cómo se compatibiliza eso con las nuevas ayudas al carbón?

R. El carbón tiene un factor social; decir "suprimimos las ayudas al carbón ya" es condenar al paro a 3.000, 4.000 o 5.000 trabajadores y hacer que las comarcas mineras, que ya han perdido población, prácticamente entren en una crisis social por el monocultivo. Yo no voy a aceptar eso. Y quien defienda eso, que lo diga.

Adoptó la decisión de cerrar la central de Garoña sin importarle la dimensión social del asunto, ni del monocultivo en la zona, ni el hecho de que la central nuclear hubiera recibido la aprobación del Consejo de Energía Nuclear para continuar diez años más, ni el hecho evidente de la la energía nuclear es absolutamente limpia desde el punto de vista de las emisiones de CO2. La cuestión es que una economía sostenible no puede descansar en el carbón como fuente energética. Así se desprende de la primera de las ¿convicciones? del presi y de su cuadri. Pero al mismo tiempo hay que tener en cuenta que los que arrancan el negro carbón son los que le aplauden en Rodiezmo. Por eso, él no va a cerrar las minas. Y quien defienda eso que lo diga.

Hoy, Karmentxu Marín entrevista en la última al presidiario del clima, el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde. Pena que las páginas de la prensa de papel no sean interactivas. Juantxo, ahí te quiero ver.

Dejémoslo por hoy aquí. Cinco páginas son muchas páginas, este blog es respetuoso con el medio ambiente, ha tomado nota de los descubrimientos sobre el potencial de CO2 que tiene el 'bullshit' y hace lo que está dentro de sus posibilidades para reducir las emisiones.