Bendito amanecer (zulú)

.

.

Las revistas semanales de los diarios condensan en su grado máximo las virtudes que en los días laborables aparecen desperdigadas por las páginas de entresemana. Los magazines de todos los periódicos, incluido éste, tienen una propensión específica a la socialdemocracia, lo que en el caso de los periódicos socialdemócratas de por sí convierte el asunto en un caso modélico de pleonasmo.

'Bendito amanecer' se titulaba el reportaje del que hoy damos noticia, consistente, según explicación de parte, en el retrato de seis señoras, tal como las sorprende la primera hora de la mañana (y el fotógrafo de El País, Jerónimo Ávarez, su ayudante, Nuria Segador, la estilista Renée López de haro, la empresa de Producción 'Cuarto oscuro' y el maquillador y peluquero Pedro Cerdeño). No se hacen ustedes ni idea de la cantidad de preparativos que requiere una buena foto 'casual'.

Las benditas sorprendidas son: la actriz Natalia Verbeke, la directora de orquesta Inma Shara, la ministra Ángeles González-Sinde, la modelo Nieves Álvarez, la cantautora Lourdes Hernández y la sexóloga Lorena Berdún, de las que hemos escogido a las tres primeras.

La única que peca de cierta obviedad es la actriz, que compone un verosímil de la imagen lorquiana: "sucia de besos y arena", si bien no se pudo resistir al homenaje a las dos célebres gotas de Chanel nº 5: "Amanezco así. Sólo uso perfume para dormir. Como Marilyn". Lástima.

A su lado, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde en lo que, según fabulación propia o a medias con el equipo que hace posible la foto, componen una imagen más o menos cotidiana: un café sorbido a pelo sentada en el sofá, mientras lee un comic. He aquí un hecho notable. Seguramente la ministra de Sanidad le afeará su conducta por su manera inapropiada de desayunar. Alguien debería advertirla de que una ministra, a primera hora de la mañana, haría mejor oyendo la radio, leyendo la prensa, actividades, en fin, más propias del contacto con la realidad que deberían tener quienes nos gobiernan. En primer plano se ve un tomo grueso que podría ser 'La noche de los tiempos', de Antonio Muñoz Molina, pero no es una lectura para esas horas. Parece una obvia pieza de 'atrezzo'.

La directora, en cambio, está exquisita. Desayuna como se debe, mientras hojea la prensa de la mañana. Los estilistas de la socialdemocracia deberían haberse atrevido un poco más, haberse animado a transgredir. Tal vez Inma Shara con un látigo que podría emplear a manera de batuta en la intimidad. Quizá la ministra con el culo al aire, mientras lee 'La Razón', que ahora está hermanada con 'L'Osservatore Romano', y seguramente tiene indulgencias. Natalia Verbeke, ya digo, me parece muy natural de recién levantada. No hace falta que la retoquen.