¿Hay alguien que sepa pilotar a bordo?

El encuentro de Zapatero con los cuatro ciudadanos que lo visitaron en La Moncloa tenía un par de detalles importantes en el despiece periódistico, bajo el título "La noticia del panadero boliviano me tiene fuera de mí".

Hay en el texto algunas cosas notables:

"Zapatero asegura que no le ha costado adaptarse a La Moncloa porque todos los días se recuerda que es "un ciudadano normal". "Lo peor del poder es que creas que es algo extraordinario. Hay que desconfiar del poder. Si uno lo desmitifica, el poder no acaba volviéndote loco... que es un riesgo, ¿no?". Cuenta que duerme "bastante bien" y que tiene los nervios a raya. "Mi mujer me dice: 'Pero, ¿no te vas a enfadar?". Defiende a muerte su tan polémico optimismo antropológico: "Si a mí se me ve compungido, abrumado, eso se contagia". [Ésta es una característica esencial de las autodefiniciones de Zapatero: lo que dice en una frase, tiene un desmentido implícito en la siguiente. Soy un ciudadano normal, desmitifico el poder, pero mi optimismo es un bien de Estado]

"¿Cuántas veces pienso, cuando estoy escuchando la radio y llama un ciudadano: 'Tengo un problema, me he quedado en paro...'? Las ganas que tengo de llamarle y decir... Si le llamo, seguro que le podría arreglar la vida, ¿no? Es muy difícil establecer una relación con 46 millones de ciudadanos". [Yo, el demiurgo. vSoy un ciudadano normal y desmitifico el poder, pero tengo poder para cambiar la vida de cualquier ciudadano]

"Somos el país de Europa donde más crece la población con la inmigración. También está la economía sumergida... Lo del boliviano me tiene absolutamente fuera de mí desde que vi la noticia. Es una imagen del país terrible [He aquí la combinación de una copiosa llantina socialdemócrata con una conclusión extraordinariamente banal. Aquella noticia nos dejó atónitos, primero, y nos indignó después, al 99% de los ciudadanos. Los gobernantes deben ahorrar a sus gobernados la exhibición de sus estados de ánimo y atenerse a sus responsabilidades, especialmente cuando han pasado tantos días que no cabe la atenuante de la espontaneidad. La diferencia es que el común de la gente sintió primero una horrorizada piedad por Franns Rilles Melgar y, casi simultáneamente, una indignación extraordinaria por los hijos de puta de sus patronos, que lo abandonaron cerca de un hospital y, tras pedirle que guardara silencio, tiraron su brazo amputado a la basura. Lo que trasciende en las palabras del presidente es la preocupación por la imagen de país que el hecho proyecta. Qué horror, nuestro hijo ha violado y asesinado a una chica. ¿Qué pensarán los vecinos?] [...] La gente, cuanto más tiene, menos generosa es; y la gente que menos tiene es más generosa". [El remate había de ser forzosamente una observación banal].

El presidente transforma muy a menudo sus sentimientos en espectáculo, qué digo espectáculo, en un circo de tres pistas. El 14 de enero de 2007 contaba en El País sus vivencias de aquel 30 de diciembre en el que ETA le reventó su proceso de paz. Lean sus propias palabras:

Estuve con las familias y tengo que decir que tuvieron un comportamiento ejemplar, ejemplar. Siempre te quedan lecciones humanas. Porque estaban sinceramente agradecidos con lo que estábamos haciendo. Algunos no entendían qué era ETA, ni por qué hacía eso. Recuerdo un familiar directo de uno de los dos fallecidos que me preguntó: "¿Pero cómo han hecho esto, si usted había una propuesta de paz?". (...)

Pasé la noche en Madrid. Dormí mal. En general duermo muy bien. Pero ese día no dormí muy bien, no: tres o cuatro horas. Me levanté pronto, dándole vueltas a lo sucedido. Sobre todo pidiendo información y muy preocupado por las familias.

Empecé a recabar todos los papeles de quiénes eran unos, quiénes eran otros, qué familiares tenían... Eso produce una sensación singular; he comprobado una vez más que la gente espera, espera y agradece. Se han mostrado agradecidos con el Gobierno y con los ciudadanos que les han apoyado.

Pero quería enterarme. Supe de las dos familias, de su situación; si estaban casados o no; la novia del más joven; del tío que era un poco el responsable de la familia en el caso de Carlos, Luis Antonio; del padre de Diego Armando, Winston... Y acabé siendo amigo de ellos.(...)

También tengo que decir que había bastantes familiares que todavía estaban sin papeles y allí mismo tuve que resolver algún problema, como es lógico; dar instrucciones para resolver alguna situación de irregularidad. Son familias de origen social humilde. Bueno, eso es lo que más te queda al final. Sé que va a dejar una huella en mí para toda la vida.

No se corresponde del todo con los hechos. O, al menos, no es una versión que compartan todos los testigos. Víctor, cuñado de Diego Armando Estacio, decía el 3 de enero de 2007: "Zapatero no ha asomado por aquí ni las orejas. No ha enviado ni una nota de pesar"

Los familiares de Carlos Alonso Palate recibieron un disgusto cuando les negaron el responso que habían pedido para los restos de su familiar en Torrejón, antes de ser embarcados con destino a Ecuador. La orden había partido del secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, y el subsecretario, Justo Zambrana. La insistencia y las protestas de los parientes de Palate, les hicieron desistir y el capellán les rezó un responso inmediatamente antes de embarcar.

El padre de Diego Armando, Winston Estacio, anunció un mes después de los hechos su intención de demandar al Estado español por negligencia de los servicios de Protección Civil y de la Policía. La acusación era, con seguridad, injusta y producto del dolor, pero en todo caso no coincide con la descripción de 'su amigo' Zapatero.

Los Palate, en cambio, se sentían bien tratados y acogidos en febrero de 2007.

Los familiares de los dos asesinados en la T-4 conmemoraron en la más absoluta soledad el primer aniversario de sus muertes. No hubo ningún comunicado del Gobierno, ninguna comunicación de Zapatero.

¿Quiere esto decir que el presidente es un mentiroso? Tal vez no, quizá sólo sea un sentimental, Cuando Isabel, Laura, Marcela y Alfredo terminaron su entrevista, Zapatero hizo pública una conclusión relevante:

"Ésta es la diferencia entre que haya cámaras y que no haya cámaras. Si hay cámaras y fueran 25, estaríamos en el terreno de Tengo una pregunta para usted. Como el ambiente es personal y son menos, pues ya ves cómo es la gente, ¿no?".

Documentación: Verónica Puertollano.