¿Quién es ese reaccionario?

Trabajo duro, honradez, valor, juego limpio, lealtad, patriotismo, los valores de los Padres Fundadores, defendamos el mercado, "no vamos a pedir perdón por nuestra forma de vida", "Dios nos pide que nos movamos hacia adelante". Y jura, en lugar de prometer, sobre una biblia muy a juego con su corbata.

Ayer descubrimos que la gran esperanza negra ni siquiera se atuvo a un exigible y mínimo laicismo. ¿Y para esto pusimos tanta ilusión? Algunos están empezando a descubrir que no es afroamericano del todo, sólo mulato.

En fin, es o que tienen los países con democracias jóvenes e inexpertas.

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Siempre les tocan los suevos

El macizo de la raza es lo que tiene, su insobornable fidelidad a sí mismo. Las elecciones autonómicas gallegas ya habían mostrado un cartel electoral notable: el de Pérez Touriño renegrido en las fotos para parecer Obama.

Esto no podía pasar así como así, sin una respuesta adecuada de su vicepresidente, Anxo Quintana, que no ha decepcionado a la afición. Nada menos que un remake de Espartaco, la obra maestra de Kubrick. En concreto, es la secuencia en que un Marco Licinio Craso interpretado por un actor local que recuerda mucho a Luis Ciges se dirige a 'os escravos' prisioneros para decirles que "O imperio está preocupado" y que la culpa la tiene un sujeto chamado Anxo Quintana, que dice cosas como "antes mortos que escravos". A ver, ¡que salga!

Entonces, nobleza obliga, Anxo Quintana se levanta y dice desafiante -a la par que digno-: "¡Eu sou Anxo Quintana!" Entonces se levanta otro y otra, y otra y otro, así hasta miles de esclavos gallegos que plantan cara al imperio español al grito de "¡Eu sou Anxo Quintana!"

A os ojos de los espectadores desprejuiciados de hoy quizá se ha forzado un poco el verosímil. No se entiende bien por qué tantos y tantas gallegos y gallegas quieren ser Anxo Quintana, pero es que en estos tiempos los modelos ya no son lo que eran. Lo explicaba muy bien Woody Allen con un recuerdo autobiográfico:

"Tenía 12 años cuando ví 'El halcón maltés'. Inmediatamente supe que quería parecerme a Peter Lorre. La idea de convertirme en un ser afeminado y lloriqueante, en una especie de comadreja grasienta, me atrajo irresistiblemente".

Si Peter Lorre era capaz de crear adeptos, a ver por qué no iba a tener sus fans Anxo Quintaba. Se espera con ansia la película de Feijóo.