La señorita Maleni y su especial percepción de la nieve (y de las armas arrojadizas)

Ante el caos extendido por Madrid y alrededores tras la nevada del viernes, cabía preguntarse qué pasará todos los años por estas fechas en Escocolmo, y no digamos en Reikiavik. Menos mal que estaba Maleni para explicarlo: ha habido fallos de todos, pero la culpa no es de nadie, vino a decir en un tono conciliador que no se recuerda en ella. Y añadió: "Utilizar lo que ha pasado como un arma arrojadiza es de una frivolidad inaceptable".

Arma arrojadiza, dice, con un sintagma que cabría atribuir a la exuberancia andaluza de la ministra, si no estuviera usado el buen tuntún. ¿Por qué arma arrojadiza y no arma a secas? un arma es una herramienta para atacar a otro, lo que cumpliría sobradamente el propósito metafórico de la ministra de Fomento: usar el hecho, la nevada, como argumento descalificador.

Vayamos a lo positivo. Recuerden que en las nevadas del incierno de hace cinco años, el entonces portavoz del prinicipal partido de la oposición descalificó al Gobierno Aznar cuando una nevada colapsó las autopistas: "sólo falta que culpen a los conductores". Al año siguiente, ya gobernando el PSOE, volvió a pasar lo mismo y varias veces y el PP le devolvió a Rubalcaba la frase, no sin motivo: algún portavoz socialista había dicho que los responsables eran los automovilistas por echarse a la carretera con tanta impremeditación. Maleni ha venido a recuperar en el ámbito de las nevadas el espíritu de la transición: fallos hay muchos; culpables, ninguno.

Premio al alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, por afirmar gallardamente que el Ayuntamiento que preside no estuvo a la altura. No recordaba uno la existencia de políticos capaces de asumir su responsabilidad. Mientras, la portavoz del Gobierno también debería tener un premio por su optimismo desaforado. Si Maleni recurrió al sintagma, ella tiró de refrán y, en el mismo día en que todos los periódicos llevaban a sus portadas la cifra del paro -véase el post de ayer-, a la misma hora en que centenares de miles de madrileños estaban atrapados en veinte centímetros de nieve y cuando los vuelos se habían suspendido, Mª Teresa Fernández de la Vega dijo: "Año de nieves, año de bienes". Qué quieren que les diga, así está el tema.