España, unidad de destino en lo municipal

Pedro Castro es uno de esos alcaldes que son parte consustancial de la historia de España, de la esencia misma de España. Está Pedro Crespo, que tal era la gracia del alcalde de Zalamea y está Pedro Castro, que es el alcalde de Getafe.

Bueno, ha llamado ‘persona’ a Esperanza Aguirre y esto ha tenido que suponerle mucho esfuerzo. Pero vamos a la rectificación. Pedro Castro tiene un blog que recomiendo encarecidamente a los oyentes. Si se asoman a su perfil, se enterarán de que Pedro Castro nació en Tomelloso, el 12 de febrero de 1.945. También de que ha cursado estudios de Derecho, "que no concluyó para dedicarse por completo a la vida municipal".

La vida política española está llena de gentes que se tunean el expediente, ya se sabe. Nadie lo hace tan groseramente como Luis Roldán, que se hacía pasar por ingeniero industrial y economista sin haber estudiado nada. Lo más frecuente es empujar un poco, adornar el currículum con algo que pudo haber sido y no fue. De ministro y vicesecretario general para abajo, todos se adornan algo: estudios de Derecho, de Ingeniería y así. Estudios de Químicas, decía de sí mismo un secretario de Estado con biografía de sindicalista agrario.

Pedro Castro dice que no pudo concluir sus estudios porque tuvo que dedicarse a la vida municipal. Es lo que tiene la vocación cuando se te cruza, que no te deja otra alternativa que seguir la llamda de lo alto y así llegó nuestro héroe a ser concejal del Ayuntamiento de Getafe desde las primeras elecciones municipales en 1979.

La cuestión es que él oye la llamada a los 34 años, que es una edad muy improbable para estar matriculado en una facultad, salvo que tengas una biografía anterior que te impidiera estudiar esa carrera entre los 18 y los 23, como todo el mundo.

El caso es que se ha disculpado, en su opinión. Ha sido todo un malentendido. En realidad, sólo quiso llamar ‘tontos de los cojones’ a los votantes del PP de su pueblo.

Esto es lo que Pedro Castro considera una disculpa en su blog:

“Lamento profundamente la actitud del PP de Getafe ante las palabras que he pronunciado en una acto informativo de presentación de los presupuestos de Getafe en el barrio de Juan de la Cierva.

Mis desafortunadas palabras en ningún momento se pueden contextualizar fuera del ámbito local, si alguien se siente ofendido pido sinceras disculpas.

Pido disculpas si se han sentido ofendidos los votantes de derecha de cualquier punto de la geografía española, pero en ningún caso mi desafortunada expresión estaba fuera del ámbito local de Getafe y de la realidad de esta ciudad.

No entiendo porqué unas palabras, que pertenecen a un cambio de impresiones con un vecino de Getafe hablando de cosas que compartimos todos los días los vecinos y su alcalde, se sacan de contexto para convertirlo en una campaña contra mi persona. Está claro que el Partido Popular de Getafe necesita de este tipo de maniobras mezquinas y miserables para ocultar sus acciones de apoyo incondicional a la Comunidad de Madrid para perjudicar a los vecinos de esta ciudad.

Son metáforas, ya lo dice Tardà. Cuando llamamos a alguien ‘hijo de puta’, ¿queremos decir que su madre ejerce como sacerdotisa del amor venal? No, es una metáfora. La expresión ‘tonto de los cojones’ es, evidentemente, otra; ni la inteligencia, ni su ausencia radican en la bolsa escrotal, como se sabe. Gran ocasión para que Ana Moltó, la comisaria de la igualdad de género de Bibi Aído,que pidió cuentas de la paridad en el consejo de 'Tercera Cultura' a mi amiga Teresa Giménez Barbat, hiciese otro tanto con el regidor de Getafe, una cosa en plan “estimado señor alcalde: Hemos observado que en el último comentario de su blog ha escrito correctamente ‘ciudadanos y ciudadanas’ (dos veces) y ‘vecinos y vecinas’ (cuatro veces). ¿Por qué en sus intervenciones orales no ha dicho “tontos de los cojones/tontas del coño”, con el fin de combatir la invisibilidad de las mujeres, como debería esperarse de un alcalde progresista?”

Tanto tonto de los cojones, tanta tonta del coño, que hermosura de aliteración.

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Lo que de verdad es importante

«Lo que de verdad es importante ahora es que la gente se manifieste contra el TAV», ya que «lleva su tiempo» que se pueda «llegar a un acuerdo sobre lo ocurrido», que es como ese sujeto se refirió al asesinato a tiros de una persona indefensa.