Sexo placentero para todos y todas

Trinidad Jiménez otra de las figuras estelares del Gobierno, ha encargado un estudio sobre salud sexual y reproductiva que viene a descalificar radicalmente la especie de que éste es un Gobierno improvisador e irresponsable. El informe contiene recomendaciones para el sexo placentero universal. ¿Puede un ministro o una ministra dar más pruebas de compromiso con la felicidad de sus gobernados que interesarse por la calidad de sus orgasmos?

José Luis Cuerda se había acercado a la cuestión en 'Amanece, que no es poco', cuando la pareja de la Guardia Civil caminera encontraba a una pareja de novios en la práctica del ars amandi en las afueras del pueblo: "Así no, hombre", reconvenía amablemente el sargento de la benemérita al ansioso galán: "primero hay que proceder a la estimulación clitoridiana..."

Esto es tener claro el concepto del servicio público y muestra un camino que pone a nuestra sociedad por delante de las más avanzadas, con sargentos que garantizan a las ciudadanas lo que no pueden los psicoanalistas en EEUU: "Me llevó dos años de terapia de grupo alcanzar mi primer orgasmo y entonces me dijo mi psicoanalista que no era el adecuado". Uno de los capítulos del informe lleva por título 'Sexualidad y nuevas tecnologías de la información'. He aquí las ideas fuerza:

«El cibersexo, además de una forma de ocio, contribuye a fomentar la fantasía, [Hombre, mujer, eso no es así. Para estimular la fantasía siempre será mejor masturbarse de memoria que con ayuda de la pornografía] siendo [¡ese gerundio!] una vía de escape para las personas más tímidas y contribuyendo [otro tanto digo] a normalizar tendencias hasta ahora marginadas, permitiendo a quienes participan experimentar sensaciones inusuales y actos sexuales que no intentarían en la vida real. Además, permite participar en fantasías que, por determinadas condiciones físicas o sociales, o por miedo a la malinterpretación o el rechazo, no se atreverían a hacer realidad en la vida real. [Es el cierre del círculo. Lamentablemente para nuestros progresistas, todo eso ya lo habían descubierto hace años los diputados conservadores británicos, que palmaban como caballeros, vestidos con lencería femenina de cuero y mordiendo una naranja empapada en nitrito de amilo] (...) Dado que el cibersexo puede satisfacer algunos deseos sexuales sin comportar riesgo de embarazo o de contraer infecciones de transmisión sexual, puede considerarse un modo físicamente seguro para experimentar diferentes prácticas sexuales».

Nadie se embaraza ni pilla una enfermedad venérea masturbándose ante el ordenador, esto es un hecho. Es además, más limpio y descansado, en verano evita el sudor y si eres de natural lacónico, te permite ahorrar conversación. Por otra parte, todos cuantos reprochaban a este Gobierno incoherencia, tienen ocasión ahora de reparar en sus errores y comprender el fin social de los talleres de masturbación que tanto se criticaron a la Junta de Extremadura.

Faltaba un apartado bibliográfico con la opinión de los expertos. El mismo Woody Allen ha reflexionado mucho y con provecho sobre las ventajas del tema: “Masturbarse es hacer el amor con alguien a quien quieres de verdad (...) Es, además, la única actividad sexual altruista: no se hace para impresionar, ni por dinero, ni por educación, ni por el qué dirán (...) Y luego está lo mejor de todo: los cariñitos de después”. Eso sin contar, con lo que tiene de aprendizaje: "Soy muy bueno en el sexo. Practico siempre que estoy solo".