El tiro por la cuneta*

Ayer, en el parlamento valenciano, el presidente Camps perdió la compostura, tal vez por los nervios. A las acusaciones del portavoz de la oposición, Ángel Luna, respondió:

"Le encantaría coger una furgoneta, venir a mi casa de madrugada y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta".

Por decirlo con la deliciosa tautología de la senadora Hipatia: Había perdido la razón y ahora ha perdido el juicio. Mi camarada Antonio García Barbeito lo ha clavado esta mañana en su comentario de Herrera en la Onda:

Esa lengua, esa lengua… No volvamos al ayer más cainita, no empecemos otra vez con la pluma y las pistolas, no hagamos de la palabra un arma que enciende otras armas, no juguemos al tiro oral, que así se empieza. Si canallas han podido ser muchas de las acusaciones al presidente valenciano, señor Camps, canalla suena esa camioneta de noche y ese amanecer de cuneta. No empecemos. Si desde un bando se remueven fosas, desde otro –ya lo vemos- se remueven ruidos de camionetas, noches de paseos y albas de españoles muertos, bocabajo, en las cunetas infames del fratricidio. No empecemos. Puedo imaginar lo que duelen las puñaladas aviesas en carne inocente, puedo imaginar lo que el señor Camps ha soportado, pero eso no es motivo para contraatacar con un retrato guerracivilista de tiros en las tapias del cementerio. Si le ha dolido tanto traje echado en cara y tanto manejo quizá injusto, Camps no puede usar esos trajes como guerrera para hacer del sitio de la palabra una crónica de asesinato. Esa lengua, presidente. Que quien cuida la lengua, evita los armeros.

* Homenaje al vicetercero del Gobierno. Cuando presidía la Junta de Andalucía, tuvo un debate con la popular Teófila Martínez sobre la memoria histórica y, en un momento dado, dijo: "a su señoría le ha salido el tiro por la cuneta".