¿La vida sigue igual? Esperemos que no

El Mundo publica en su portada de hoy un excelente resumen de la jornada de ayer. La vida como aquella canción que hizo famoso a Julio Iglesias: "Unos que llegan y otros que se van..." Los que llegan son los de la izquierda y los que se van, los de la derecha, supongo que me entienden. Algo les une, sin embargo. Las dos parejas van cogidas de la mano, muy en la línea del estandar gestual afectivo que para esta primavera han dictado Nicolás y Carla.

El Parlamento vasco era un hervor inusitado de curiosidades: más invitados que nunca, más periodistas que en cualquier otra ocasión anterior. ETB no pudo dejar de subrayarlo en su mejor estilo, esa querencia por el efecto especular que tanto nos halaga el ego (toma aliteración) cuando nos devuelve nuestra imagen un espejo de fuera. Por el hecho de ser extranjero, el espejo es de aumento. Esa querencia estuvo reforzada por la vocación insurreccional. Entre tantos medios extranjeros, los dos únicos citados fueron dos cadenas de televisión: la cadena Al Jazeera y la de Chávez.

Lo peor de la jornada fue lo que podríamos llamar la tragedia de Ibarretxe, en el sentido que definía la tragedia Julio Caro Baroja, como una falta de adaptación total al tiempo y al lugar en que se vive. Lo mejor, la alegría que irradiaban las caras de los socialistas y la satisfacción en las del PP.

El peor discurso fue el de Ibarretxe. El mejor, el del portavoz socialista, José A. Pastor, que se dedicó a explicar al lehendakari saliente algunos conceptos básicos del sistema democrático. También estuvieron muy bien los discursos de Basagoiti, aún lastrado por su inexperiencia como orador parlamentario, pero anunciando un gran orador, y el de Patxi López, irreprochable en las cuestiones esenciales. Fue muy razonable que los diputados populares aplaudieran el discurso de López, ya que le iban a votar para lehendakari. Fue bastante lamentable, en cambio, que los parlamentarios socialistas, carecieran de grandeza (o tuvieran miedo reverencial al nacionalismo que tanto les afeó sus malas compañías) para aplaudir el discurso de Basagoiti. Gracias a ese discurso, y más en concreto al anuncio que contenía de votar la investidura de Patxi López han llegado ellos al Gobierno.

Lo más curioso fue que Pastor, que, quizá consciente de que estaba haciendo un gran discurso, se gustó y se adornó hasta este punto:

“Cuando la crisis nos sorprendió a todos y empezó a golpear con dureza nuestro importante tejido industrial, los vascos tuvimos que oír que estábamos a salvo porque… no sé por qué, tal vez porque éramos vascos. Lo cierto es que nunca supimos qué era lo que teníamos que no tuviesen los americanos, los alemanes o el resto de los españoles. La realidad le era tan ajena al Gobierno que cuando remitió el proyecto de presupuesto en octubre, la señora vicepresidenta presentó los presupuestos “como instrumento para alcanzar el pleno empleo en 2009.

Luego se ha visto cuál es la realidad: nada nos ha protegido de las consecuencias de una crisis que es global y que nos afecta más o menos como a todos”.

¿La Champions, Motivos para creer: Por el pleno empleo?