28 febrero, 2011

Estrella invitada

Baltasar Garzón Real va a ser contratado en breve por la OEA, "que cosa más fea", según cantaban Carlos Puebla y sus Tradicionales, juglares de la Revolución cubana como asesor del proceso de paz en Colombia. Al parecer va a ser consejero en materia de derechos humanos, aunque podría sacársele más partido, dada su intervención activa en el 'proceso de paz' que llevó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a negociar con ETA en 2006

Como recordarán, el juez tiene tres causas pendientes ante el Supremo: una por el sumario de las fosas, la segunda por no haberse inhibido en el sumario contra el patrocinador de sus cursos en Nueva York, y una tercera por autorizar escuchas a los procesados del caso Gürtel en sus conversaciones con sus abogados, ignorando lo que al respecto dispone la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En la primera y la tercera no hay problema. Si algo une a las almas bellas y progresistas es la creencia de que el fin justifica los medios y que las buenas intenciones redimen  de todos los errores y trapacerías cometidas en el camino.

El dinero es otra cosa y ese parece el punto más débil de la triple vía judicial que tiene ante sí el super juez. El Gobierno ha tirado por la calle del medio y lo ha nombrado funcionario interino en comisión de servicio exterior. Es un error, por las siguientes dos razones: La primera es que se carga lo que pudiera haber de legítimo en su crítica a Rajoy por admitir como cabeza de lista a un Camps imputado. La vista del proceso a Garzón (como la de Camps) va a hacer que todas las miradas se dirijan hacia sus mandantes. 

La segunda es que han perdido la ocasión (el Gobierno por pagar y Garzón por aceptar) lo que podría ser una espléndida demostración de su inocencia en el caso de los patrocinios indebidos: anunciar la intención del ex magistrado de la Audiencia Nacional de aportar sus saberes al país hermano de Colombia y abrir una lista para la esponsorización de su estancia. Todos los detractores del juez tendrían la ocasión de comprobar que ahora, sin jurisdicción, querido Emilio seguiría aportando donativos con la misma generosidad que en aquella estancia en Nueva York, cuando Balta, tan lejos de su Audiencia y sin embargo tan cerca, recordaba a su corresponsal con causa su jurisdicción: magistrado juez de la A.N.

27 febrero, 2011

Algo sobre el frikismo


Por muy acostumbrados que estuvieran a ese estilo de Gobierno, responderemos a cada insulto con una propuesta; a cada descalificación con una idea; y a cada exageración con una sonrisa”, ¿recuerdan? hay ocasiones en que aún se las arreglan para asaltar nuestra incredulidad.

Les supongo informados de la última ocurrencia del Gobierno: rebajar la velocidad máxima del tráfico rodado a 110 kilómetros por hora. No manifestaré una crítica rotunda a la medida; siempre fui comprensivo con las jaculatorias y las rogativas, así como con todo tipo de placebos. Seamos indulgentes, pues, con la ilusión de que hurgando en los sofás pueden cuadrar sus presupuestos. Seamos piadosos con ellos, los mismos socialistas que presentaron en el Congreso una proposición no de ley para elevar el máximo de velocidad permitida a los conductores noveles de 80 a 120 kilómetros por hora, resolución que el Congreso aprobó por unanimidad el 28 de dicho mes. Olvidemos que entre las razones aportadas por  el Grupo Socialista por boca de Maritxel Cabezón, figuraba que incidía "negativamente en la fluidez del tráfico, dificulta su gestión y puede llegar a suponer en determinadas circunstancias un peligro o riesgo para quien la practica".

La cuestión rigurosamente incomprensible es que ayer, el número 2 del PSOE y uno de los quince portavoces del gobierno, llamara 'frikis' a los dirigentes del principal partido de la oposición por criticar la medida. No habían sido los únicos. Entre las fuerzas parlamentarias también se habían mostrado críticos CiU, UPyD e Izquierda Unida, que los hizo en tono más negativo en la voz de Cayo Lara, al calificar la medida de:
“un absurdo más de los que el Gobierno ha planteado en los últimos meses para el país. (...) no tiene nada que ver con el freno a la crisis energética. ”y no es más que “una medida coercitiva para que paguen más multas los ciudadanos”.

Además de las fuerzas políticas, también expresaron reticencias a la medida el Real Automóvil Club, el Comisariado Europeo del Automóvil y, por razones distintas, Green Peace. En días como estos, los populares se habrán quedado levemente perplejos:
Muchas gracias, jardinero,
por el gusto que has tenido,
tantas niñas en el corro
y a mí sola me has cogido.
Hay, sin embargo, un motivo de perplejidad más poderoso. Miren la cara irredimible de ese portavoz, pongan atención a su sintaxis, consideren la posibilidad de que haya una sola persona en este mundo que pueda considerarse a sí misma fan de Pepiño Blanco sin un grave problema de autoestima y pregúntense: "¿Pero a quién coño puede llamar 'friki' un tipo que está clonado del Topo Giggio?"





26 febrero, 2011

Hay que hurgar






"No es el ansia viva; hay que hurgar", decía el vicepresidente del Gobierno disfrazado de José Mota en la gala de Nochevieja. Y en menos de horas veinticuatro pasaron de las musas al teatro. El procedimiento de hurgar en los sofás acaba de ser adoptado por el Ministerio que dirige Rubalcaba. La velocidad máxima en las autovías quedará reducida a 110 kilómetros por hora, en lugar de los 120 que estarán en vigor hasta el próximo 7 de marzo, que es la fecha en la entrará en vigor la medida.

Eso ahorrará combustible en estos momentos en que la crisis de Libia lo ha puesto a un precio disparatado. Al mismo tiempo, permitirá recaudar más y reducir el déficit; reducirá quizá, la mortalidad en las carreteras y permitirá extender el Plan E, al que como al olmo viejo, hendido por el rayo de Machado, algunos brotes verdes le habían salido. La sustitución de las viejas señales por las nuevas implica un aumento den la contratación de peones camineros eventuales para llevar a cabo los trabajos de cubrir piadosamente las señales con una pegatina 110. Sería muy interesante que cada señal modificada tuviera al lado una valla reivindicativa del Gobierno de España-. Quizá podrían reciclarse las del Plan E. Es una pena que este Gobierno sea laico; de otro modo podría haber gestionado con el Vaticano unas indulgencias para acabar de redondear con beneficios espirituales los de todo orden que comporta la medida.

¿Recuerdan ustedes la visita que el dictador venezolano Hugo Chávez nos hizo el 25 de julio de 2008? El homínido tuvo esperando al Rey una hora larga, apareció con una camiseta vacileta que recordaba el '¿Por qué no te callas? de unos meses antes y luego nos hizo la gracia de comprometerse a vendernos 10.000 barriles diarios a un precio tasado de 100 dólares el barril. Firmar aquello y fue el bajar el crudo hasta los 60 dólares barril en pocos meses. Sería de interés saber si el amigo venezolano estaría dispuesto a seguir con aquella dulce componenda.

El Gobierno espera ahorrar 1.400 millones de dólares al año, pero es mejor extremar la cautela cuando de previsiones gubernamentales se habla. recuerden que el 20 de marzo del año pasado, el presidente anunció en Sevilla una medida para controlar el gasto energético: recortar la factura de gasto en electricidad de 2.000 edificios públicos en un 20%. Con sus conocimientos económicos y los cálculos que le hizo la especialista Salgado, unos 3.000 millones de ahorro. Bastaba entrar en la página del INE para comprobar que en opinión del Gobierno, 2.000 edificios públicos gastaban en luz al año una cantidad equivalente al 61% de la aportación total del sector de la Energía al PIB, ese alarde de testosterona, en opinión de la ministra de Sanidad.

Mientras esperamos los cálculos, y en la actitud que siempre ha caracterizado a esta bitácora: instruir deleitando, al tiempo que arrimamos el hombro como jabatos, haciendo propuestas, aquí queda la nuestra: para aumentar la efectividad de la medida, encárguese el eslogan a la alta carga del Ministerio Aurora Cedenilla: "Como pases de 110, te la hincamos otra vez".





25 febrero, 2011

Un error



Francisco Camps fue señalado ayer por Mariano Rajoy como cabeza de lista por Valencia a las elecciones autonómicas de mayo, o sea, candidato a la Presidencia de la Generalitat valenciana. Es, con toda seguridad, un error. Es muy probable que el candidato recién proclamado pase de la condición de imputado a la de aforado. La consideración de que la Fiscalía actúa contra el presidente de la Generalitat con un celo que no muestra en casos que afectan al PSOE es una queja razonable del PP. Pero nada más. Si así fuera, y aun suponiendo que el calendario judicial se organizara en función del interés del Gobierno deberán dar por descontado que la condición de imputado de Camps pasará a ser la de procesado hacia el ecuador de la campaña electoral. Es verdad que la Justicia ha sido otras veces más respetuosa con las conveniencias calendarias de los procesados. En 1991, la Audiencia de Burgos retrasó la vista del juicio que se seguía al alcalde, José Mª Peña, para no interferir en las elecciones municipales de aquel año. Peña salió reelegido y un año más tarde fue condenado a once años de inhabilitación y siete de suspensión de cargo público por un delito continuado de prevaricación en el llamado caso de la construcción.

No había comparación entre el caso de Peña y el de Camps a quien no se le ha imputado más que un delito de cohecho impropio, es decir, el de recibir regalos sin contraprestación, según el artículo 426 del Código Penal, que no parece haber en ello delito de financiación ilegal del partido. Pero no es esa la cuestión. Camps ha visto como la realidad, los hechos, desmentían algunas afirmaciones relevantes suyas. Tampoco lo es que relevantes dirigentes socialistas se dieran ayer la vez para rasgarse ayer las camisetas, sin que se les ocurriera comentar las primeras detenciones a propósito de lo que parece nuestro próximo caso de corrupción: la concesión de obra pública en las carreteras de Gerona durante el tripartito de Montilla. La hija de Maite Iraola invocaba la transparencia y la ética, no les digo más. Lo que está haciendo y diciendo el PSOE es lo mismo que hará y dirá el PP cuando este caso adquiera relieve, que lo adquirirá.

El problema para Rajoy es que se abra el juicio contra Camps después de las elecciones, el president no dimita, en su mejor línea de actuación y nos plantemos ante las elecciones generales con este hombre sentado en el banquillo. En fin.

24 febrero, 2011

Se callen, que estamos de aniversario



Recuerden ustedes este propósito regeneracionista expresado por José Luis Rodríguez Zapatero en su primera sesión de investidura como presidente del Gobierno el 14 de abril de 2004: "un Parlamento anquilosado, prisionero del Gobierno, pierde su condición de referente político para el ciudadano", o el propósito firme con que prometió: "Haré del parlamento el centro de la política nacional"

Ayer, 23 de febrero de 2011, en el Congreso de los Diputados, además de los fastos conmemorativos de aquella noche triste, tocaba sesión de control al Gobierno. No hubo manera. El presidente del gobierno declinó su responsabilidad constitucional amparándose en el santoral del día:
Hoy es 23 de febrero…Hoy hace treinta años que esta Cámara sufrió lo que sufrió. Hoy hace treinta años que hubo aquí dignidad, unidad, lucha por la libertad, igual que en toda la sociedad española, y treinta años después los que sentimos profundamente eso -que por supuesto somos todos los que estamos en esta Cámara- merece que lo recordemos y que homenajeemos la libertad.
Además del silencio presidencial, el Congreso registró ayer la ausencia de Rubalcaba, que no acudió a responder a la presunta semanal del diputado Gil Lázaro. El vice Chaves delegó en Valeriano Gómez, que no asistió por enfermedad. Esto sí que es una lástima, porque el vicepresidente tercero debería repetir el argumento explicativo de los Eres que convirtió el martes pasado en un clásico de su repertorio: la culpa de los Eres fraudulentos se la reparten Arenas y Zaplana, que eran los ministros de Trabajo del PP y Zoido, que era del delegado del Gobierno en Sevilla.

Y dinos, oh, Manhué, cómo es posible que siendo el asunto competencia exclusiva de la Junta de Andalucía, estando gobernada ésta por los tuyos desde que devino  Comunidad Autónoma y administrando los dineros del fraude la Consejería de Empleo de la Junta por ti presidida durante los últimos 20 años, la responsabilidad sea del Gobierno del PP.
-Pues muy sencillo: porque sabían cómo éramos y no nos vigilaron lo suficiente.
Fue muy notable la información de El País sobre un Ere que afectó a una empresa de Pimentel. ¿La excepción y la regla? En mi opinión, la solución Chaves es mucho más imaginativa y brillante que la devoción al almanaque del presidente, pero no todo el mundo lo ve igual.
Belisario, por ejemplo, escribió: “Nuevo hallazgo de José Luis: la efeméride enmudecedora.”


Y Thompson & Thompson empalmaron:
”¡Genial!

 desde hoy  los interpelados en el Congreso podrán acogerse a sagrado:
"Señoría, hoy no le contesto por ser San Policarpo, mártir por el que siento una gran devoción y, ésta debe ser respetada".


O Fijense que descubrimiento para Alfredo Pérez Rubalcaba: "Señoría, cómo quiere que le conteste a su pregunta si hoy es San Antón, patrón de las fiestas de Valpardillo-sur-mer, de quien soy Cofrade Mayor. Un respeto, Sr. Gil Lázaro!”




23 febrero, 2011

Hoy se cumplen 30 años


Lo que estuvo a punto de truncar la titubeante democracia española se resume en esta foto de los golpistas obtenida durante el juicio que se les siguió por el fracasado golpe de Estado. No están todos los que son, ciertamente. Falta, por ejemplo, Juan García Carrés, el capo de los sindicatos verticales que ya se había hecho famoso cuatro años antes, tras el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha. Él era un exotismo en el juicio de campamento, la trama civil del golpe, un exceso de sinécdoque, por muy gordo que estuviera.

No están en la foto, porque no les admitieron los que sí aparecen: Alfonso Armada, el muñidor de la operación, el comandante Cortina y el capitán Gómez Iglesias. Tampoco están los asaltantes del Congreso de tenientes para abajo, todos aquellos tipos que después siguieron su carrera militar y sus ascensos, exculpados en el llamado pacto del capó, por haberse firmado sobre un coche en aquella mañana del 24, en que los guardias se iban descolgando del golpe saltando por las ventanas del edificio del Congreso. 

A la vista de la segunda fotografía, expresión muy acabada de la indignidad, con unos guardias civiles como el que muestra la foto, cabe preguntarse a qué venía la expresión tan ufana del 'deber cumplido' que muestran los tipos de arriba.

A decir verdad, hubo entre aquella tropa expresiones de indignidad mayores en el tiento que le dieron a las botellas que encontraron en el bar del Congreso y al hecho de que arramblaron con el bote que contenía las propinas de los camareros. Siempre ha sido igual. Donde cabe lo más, cabe lo menos.



22 febrero, 2011

Público y privado




Ha vuelto el Falcon, no el halcón de las ondas, sino el Falcon 900 que es nuestro Air Force One, el avión que usan el presidente y los ministros para desplazarse. El domingo, Zapatero usó el avión oficial para ir al mitin de presentación del candidato a la Presidencia del Principado por el PSOE.

Hace casi dos años hubo polémica por el mismo asunto. El Tribunal de Cuentas animó al Gobierno a regular el tema. La entonces vicepresidenta De la Vega manifestó que estas cosas las hace el Gobierno con total transparencia y rigor , justo al revés que el PP, y que iba a redactar un protocolo para el uso del avión oficial. No se ha sabido más del asunto hasta el mitin de Asturias. No es un rasgo exclusivo de nuestra manera de entender la vida. Lo cuenta Edurne Uriarte en su columna de ABC.

Hay algo que Zapatero no ha conseguido aprender aún en este  largo proceso de aprendizaje que está suponiendo para él la Presidencia del Gobierno. Ni con las dos tardes de Jordi Sevilla, ni con todos los vídeos de Barrio Sésamo: la diferencia entre público y privado. Por eso anuncia en los mítines sus planes como gobernante y se lleva a cenar a La Moncloa a los barones de su partido. El problema no es que el presidente del Gobierno viaje en avión oficial, ni siquiera para ir de vacaciones con su familia, porque las vacaciones del presidente son un bien de Estado. Ir a los mítines de partido con recursos del Estado es otra cosa, una apropiación indebida de recursos públicos al servicio de un partido y una ventaja ilícita en la competencia electoral

Si pinchan el link de la opinión de Mª Teresa F de la V, verán un buen surtido de falacias. La de la seguridad, por ejemplo. En medio de la polémica de hace dos años, la Reina viajó en línea regular a Londres, low cost para precisar más. Pero sobre todo, ¿qué tiene que ver la seguridad con quién paga la factura?


21 febrero, 2011

Nosotros somos más de dejarlo estar



La foto de la portada de ABC de hoy tiene encastrado un pie de foto explicativo (en letra menuda, a la derecha) que dice: "Un grupo de manifestantes exigen que se acabe la corrupción en Casablanca". Lo que seguramente quiere decir es que un grupo de manifestantes exige en Casablanca que se acabe la corrupción (en Marruecos).

Nunca se ha visto algo parecido en España. La corrupción aquí sólo es un argumento electoral contra el adversario. El diario El País publica hoy una información titulada: "PSOE y PP evitan excluir de sus listas a todos los imputados por corrupción". Ilustra el asunto informativo con un mapa en el que se ven todos los casos:

Tanto el PSOE como el PP tratan de hacerse los distraídos, aunque el PSOE no va a poder en uno de los casos. Trinidad Rollán, la única del mapa que no está imputada, sino condenada a ocho años de inhabilitación por prevaricación. No es un gesto de voluntad, es que la ley no se lo permitirá. De momento, tras conocerse su condena, Tomás Gómez la ha confirmado como su segunda en el PSM. Ayer posaba junto a ella en la foto que publico el diario El Mundo.


También es de ayer esta bonita foto publicada en El Correo de la convención preelectoral de los socialistas vascos, en la que el lehendakari Patxi López besa a su mujer, que ayer celebraba su cumpleaños ante la mirada complacida de Víctor García Hidalgo, el principal imputado hasta ahora en el caso Faisán:


20 febrero, 2011


¿Dónde estábamos aquel día?

Hoy, todos los diarios publican informaciones, artículos y entrevistas sobre el intento de golpe de Estado del 23-F al cumplirse los 30 años del pronunciamiento. El diario 'El País' incluye un entretenido '¿Qué hiciste aquel día?' El primero de los testimonios es, lógicamente, el del presidente del Gobierno, que hace un relato muy curioso de sus vivencias de entonces:
Rápidamente empezamos a hacer cosas concretas para luchar por la Democracia, para manifestar nuestra repulsa por lo que había sucedido, porque entendimos que había que demostrar rápidamente en las calles y en todos los ámbitos el apoyo de la gente a la Constitución. Así que en cuanto empezó el nuevo día nos movilizamos, pude hablar por teléfono con algunos amigos de clase con inquietudes políticas, jóvenes que entonces también compartían militancia, y organizamos un acto en el hall de la Facultad de Derecho bajo un cartel en el que se podía leer: "¡Viva la Constitución! En defensa de la Democracia".
Se sucedieron entonces numerosos actos de afirmación democrática y apoyo a las libertades, que significaron mucho para nosotros porque confirmaron que la gente no tenía miedo. Recuerdo que se produjo algún pequeño incidente porque algunos grupos, muy minoritarios, nos increparon, pero el ambiente general en las calles, en los centros públicos, en las facultades, era de solidaridad con nuestro incipiente sistema democrático que, no lo olvidemos, todavía era muy joven.
Después de pasar ese día participando en la organización de actos de defensa de la Democracia, el 27 de febrero fui a la gran manifestación celebrada en medio de un emocionante clima de solidaridad, de respeto y de convicción democrática y, también, por qué no decirlo, de alegría colectiva.
Es llamativa la inconcreción del testimonio sobre las actividades realizadas aquel día por el joven Zapatero "en defensa de la Democracia", contra lo que dicen sus palabras "Rápidamente empezamos a hacer cosas concretas", sin que sea capaz de citar sólo una. ¿Qué quiere decir con 'rápidamente'? Al parecer, "al día siguiente": "Así que en cuanto empezó el nuevo día..." dice y las cosas concretas fueron: "nos movilizamos, pude hablar por teléfono con algunos amigos de clase..." El golpe se produjo el lunes, 23 de febrero, a las 6:22 de la tarde. ¿Es posible que un joven defensor de la democracia esperase a la mañana del día 24 para hacer las primeras llamadas? Zapatero era militante del PSOE desde hacía dos años justos. ¿No llamó a nadie de su partido, no se presentó en la sede del PSOE para tratar de salvar la documentación de su partido, organizarse políticamente frente al golpe?

Y luego, la manifestación del día 27. En el libro de Suso de Toro, y también con sus propias palabras, cuenta su recuerdo de la manifestación del 27-F, si bien en esta versión la épica cede a la lírica casi todo su protagonismo:
"Recuerdo luego aquella manifestación contra el golpe, allí iba yo con toda mi energía, mi pasión... pero también iba Sonsoles. Y pudo más Sonsoles que la manifestación. Porque realmente iba todo implicado en la manifestación, pero me impliqué más en ir con Sonsoles. [Risas] lo cual era realmente la escena de la vida, "déjenme vivir libremente". Y fuimos juntos."
Un testigo de la época que sí estuvo en las luchas políticas de la Universidad de León, Mario Sáenz de Buruaga, hoy biólogo, publicó el 28 de julio de 2007 un artículo en El Correo sobre el protagonismo de José Luis Rodríguez Zapatero en aquellas gestas. Se  titulaba 'El color del presidente' y dejaba este rotundo testimonio, también sobre aquel día:
A ZP no le recordamos, no estuvo en la organización de nada ni se la jugó con nada. Dice su biografía que ingresó en el PSOE en 1979; no lo dudo pero bien sabemos que este partido tuvo muy poca entidad en la universidad española de la transición, y desde luego prácticamente inexistente en la leonesa. Quienes estaban en el fervor y la ebullición política de la transición universitaria, fundamentalmente militaban o simpatizaban con el comunismo (PCE) o con los partidos de la extrema izquierda (ORT, PTE, LCR, MCE, OIC ), los que, por cierto, consideraban al primero poco menos que algo carca (qué tiempos) por su revisionismo de la doctrina marxista-leninista. ¿Dónde estaba ZP en ese escenario? ¿Dónde cuando la creación del Sindicato Universitario Democrático de 1980? ¿Dónde cuando los actos que se organizaron tras el golpe de Estado del 23-F de 1981? No estaba, se lo aseguro. Creo no confundirme si digo que ni uno solo de los estudiantes leoneses de finales de los 70 y década de los 80 nombraría a ZP como alguien a quien relacionen, veladamente siquiera, como presente en las movidas universitarias leonesas; y como dar nombres da consistencia, debo decir que con toda seguridad aquellos sí recordarán y mencionarían a Manolo Cavero (Veterinaria), Ignacio Fernández, Hilario Franco y Begoña Martínez (Filosofía y Letras), Quini Martínez (Derecho) o Mercedes Carlón y, perdónenme, un servidor (Biológicas), por citar sólo a algunos de los que sí estuvimos. ZP fue un estudiante más, un estudiante que en su participación política fue perfectamente anodino dentro de su propia Facultad de Derecho y más aún dentro de la Universidad como institución ya que tampoco en su breve etapa de profesor se le puede vincular con otra cosa que no fuera su posterior vocación política oficial, ésa que desembocaría en aspirar a la Secretaría provincial del partido, lo que no tardó en conseguir.




19 febrero, 2011

Antropología recreativa


A Arcadi Espada, con afecto

La Vanguardia lleva hoy a su primera página noticia del asunto que aquí se reproduce: cómo hacer una tortilla de patatas. He aquí una iniciativa interesante por la cohesión de la España plural y diversa, una muestra de antropología recreativa que permite a los lectores asomarse a usos y costumbres exóticos en materia gastronómica. ¿Y qué mejor que una guía para la acción, unas instrucciones prácticas para que los lectores más aplicados puedan sorprender a sus amistades con un plato sofisticado que no requiera el uso del sifón para hacer espumas comprado en el Corte Inglés? Los periódicos deben vigilarse o sus departamentos comerciales acabarán regalando los domingos puzles de dos piezas.

Antaño se le llamó española, quizá por la misma razón que se llama francesa a la de huevo solo. De ser cierta la leyenda que atribuye su invención al general carlista Tomás de Zumalacárregui durante el asedio de sus tropas a Bilbao, la legitimidad de esta denominación es considerable, porque las guerras carlistas  fueron una de las españoladas más consistentes de nuestra historia común. Españolada por partida doble si se atiende a que otra leyenda cuenta el nacimiento de otra seña de identidad de nuestros fogones (y, a despecho de Finkielkraut, de nuestra cultura)  en las trincheras de enfrente: la leyenda que atribuye la invención del bacalao al pil pil al bando enemigo: un atribulado cocinero que no tenía en su alacena más que  aceite y bacalao, y al juntarlos en cazuela y mover esta dulcemente a fuego lento fue desprendiendo el pez esa suave gelatina que caracteriza la salsa de este plato. Será leyenda, pero la razón de que aquel buen hombre tuviera bacalao en el sitio de Bilbao no lo es, aunque lo parece:


Un modesto comerciante arratiano afincado en Bilbao y llamado Juan Gurtubay Meana ordenó a un dependiente suyo que enviara a su proveedor noruego el siguiente telegrama: «Envíenme primer barco que toque el puerto de Bilbao 100 ó 120 bacaladas primera superior». El mandado escribió tal cual el telegrama, con la cantidad en números, pero sin cuidarse de separar convenientemente ambas cantidades ni de acentuar la disyuntiva.

Un tiempo después recibió 1.000.200 fardos de bacalao, un barco entero. Tras superar la tentación de suicidarse, se conformó con afear al contable su conducta y comenzó a hacer gestiones para ver si podía vender parte de aquello en otras provincias del litoral cantábrico. Era 1836 y, mientras se afanaba en estas cuestiones, estalló la primera guerra carlista. Los insurrectos pusieron sitio a Bilbao y el error de aquel muchacho permitió al mismo tiempo alimentar a los bilbaínos durante el sitio y, además, convirtió a Juan Gurtubay en un hombre inmensamente rico. Tanto, que llegó a ser uno de los más importantes empresarios bilbaínos del siglo XIX. Estuvo en la constitución del Banco de Bilbao, en la puesta en marcha de la Cámara de Comercio y fue uno de los principales impulsores del Ensanche bilbaíno y del ferrocarril Bilbao-Tudela.

La ascensión social de los Gurtubay fue también muy notable. Su hija única, Mª del Rosario Gurtubay y González de Castejón, fue educada en Inglaterra y emparentó con la aristocracia al casarse con Alfonso de Silva y Fernández de Córdoba, duque de Híjar y Aliaga. La nieta que le dio este matrimonio, Mª del Rosario de Silva y Gurtubay, mejoró aún más la posición de la familia por su matrimonio con Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó. Ambos fueron en 1926 padres de una niña: Cayetana* Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay, actual duquesa de Alba y la anécdota que se cuenta en estas líneas explica uno de los orígenes de su fortuna.**

Creo que hoy comeré skrei.



*Su nombre de pila completo es: María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza.

** Así se escribe la historia, entre fogones menestrales y leyendas, para que luego, el periodista catalán con pujos de cocinero se permita llamarme despectivamente 'el Pochas' en nombre del periodismo-verité. Hay día en los que todos somos un poco Javi Cercas, qué quieren que les diga.


18 febrero, 2011

Y tú, menos



Una de las frases hechas más deplorables de la política nacional es el "y tú, más" que los dos principales partidos se han dirigido mutuamente a propósito de la corrupción. Era la señal de que los partidos no hacen a este respecto propósito de la enmienda; se conforman con usar la corrupción ajena como arma contundente y en disimular la propia en aras de los intereses electorales.

El miércoles de la semana pasada, la portavoz del grupo popular, Soraya Sáenz de Santamaría, preguntó al vicepresidente Rubalcaba por los EREs falsos de Andalucía. El interrogado no respondió. El pasado miércoles volvía la portavoz a la carga, y en una pregunta sobre los autónomos deslizó la siguiente observación: 
 "En Andalucía, si eres socialista, cobras la jubilación aunque nunca hayas trabajado". 
 Rubalcaba respondió en la última intervención, tirando del caso Gürtel:
 "Coger los cientos de millones de euros de la trama Gürtel, dividir por el salario mínimo de un español y saber el número de desempleados que podríamos haber contratado en España, si usted o, perdón, la gente de su partido no hubiera, presuntamente, robado".
Además de la insidia subrayada, Rubalcaba mintió o se equivocó en los datos, táchese lo que no proceda. Según las fuentes más inobjetables, el botín de los ladrones de la trama Gürtel ascendió en total a 120 millones de euros. No está mal, pero es el asunto de los EREs falsos de Andalucía el que sí totalizó cientos de millones de botín, unos setecientos. Rubalcaba podría haber sumado todos los pillajes: Gürtel, ERES falsos, liberados del PSOE pagados con dinero público como asesores, Alicante, caso Pretoria, caso Ciempozuelos y hasta donde nos alcance la memoria para calcular los salarios mínimos que nos cuesta el asalto de lo público. Pero recurrió al libro de estilo, aunque con la mala fortuna de que el argumento pierde todo sentido y le queda un puntito ridículo: "Y tú, menos". No es Fouché; es Rufus T. Firefly.

Hoy, el diario El País dedica a este asunto su segundo editorial, del que destacamos este impresionante párrafo:

Como fuerza mayoritaria de la oposición en Andalucía, corresponde al PP ejercer el control del Ejecutivo regional. [Aquí se le olvida comentar la noticia del día, que la oposición andaluza pidió ayer una comisión de investigación y que el presidente Griñán se negó con este argumento: "usted quiere la comisión de investigación para mentir con inmunidad parlamentaria". También podría haber comentado, de paso, que esta escena se ha repetido un centenar de veces desde diciembre de 1995. Desde Chaves, Manhué, el Egipcio (© Carlos Herrera) no ha admitido el PSOE en Andalucía una sola comisión de investigación] En lugar de ello, ha trasladado el asunto al Congreso para utilizarlo como pantalla frente a los avances judiciales del caso Gürtel. [Bueno, parece un asunto de interés nacional. Uno comprende todas las escuelas del periodismo, pero esto parece llevar demasiado lejos el modelo Cercas. El asunto es que ha sido el vicepresidente Rubalcaba el que ha sacado el caso Gürtel como pantalla] El principal imputado en esta trama no es un cuadro local, sino el presidente de la Generalitat y máximo dirigente del PP en Valencia. Tampoco la cuantía de lo defraudado es comparable, además de que un presunto delito se refiere a enriquecimientos personales y otro se encamina hacia la financiación ilegal del PP. [Tres sobre tres: la imputación que se hace a Camps es un cohecho impropio cuantitativamente muy irrelevante respecto al total de Gürtel, y no digamos respecto al montante del caso Mercasevilla. La cuantía de los defraudado sí es comparable, pero la corrupción que Rubalcaba no cita es casi seis veces superior a la que reprocha a sus adversarios políticos. Y 3, Camps no está imputado por ningún juez por delito de financiación ilegal].
Comparen la versión del editorialista con el acta taquigráfica de lo sucedido en el Congreso. Quede claro que en opinión Camps debería dimitir, y si no quiere, exigírselo Rajoy, de igual manera que debería hacerlo Chaves por haber dado una subvención a la empresa Matsa, apoderada por su hija, Paula, y presentada en sociedad por unos amiguetes, Pepe y Carlos, violando la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos de la Junta de Andalucía, elaborada por su propio Gobierno, en su artículo 7.1. Unos diez mil trajes de Milano, por reducir la cantidad a una magnitud asimilable por el editorialista.


17 febrero, 2011

El cambio de criterio




Ayer, durante la sesión de control al Gobierno, el presidente Zapatero tuvo una actuación clásica. Interpelado por el jefe de la oposición para que explicara su criterio respecto a las centrales nucleares, respondió que 
"Es verdad que se puede cambiar de criterio, por supuesto, en política, en función de las circunstancias. Lo que es bastante insólito es que nunca se tenga criterio".
Claro que se puede cambiar de criterio. lo que no es de recibo es cambiar, pretendiendo tener la misma razón que cuando se mantenía la posición contraria. Recordemos aquellos días de junio de 2009 en que el presidente del Gobierno, autodefinido como "yo soy el más antinuclear de mi Gobierno", decidía cerrar la central nuclear de Garoña. Hubo un informe en contra del Consejo de Seguridad Nuclear que aseguraba que la central estaba en excelentes condiciones para continuar en activo, hubo protestas en las poblaciones del entorno, que iban a sufrir en forma de paro la arbitrariedad, hubo discrepancia del PP, que anunció su intención de no cerrarla cuando llegaran a La Moncloa.

Zapatero, el hombre que tenía pocos principios, pero flexibles, había sido entrevistado el 17 de junio de 2009 por Concha Gª Campoy en Cuatro y dijo los disparates que se pueden leer sobre fondo rojo. El Diario de Burgos tuvo un gran acierto periodístico al día siguiente: contraponer a las opiniones del presidente los hechos que opuso Nuclenor, la empresa propietaria de la central.

El Congreso ha aprobado 20 meses después una enmienda a la Ley de Economía Sostenible que permitirá prolongar la vida de las centrales más allá de los 40 años si el CSN lo considera adecuado. No podían llegar a un acuerdo con el PP sobre la cuestión, por lo que ha sido necesaria una enmienda de CiU que han votado favorablemente PSOE, PP, CiU y PNV, pero Zapatero dice que Rajoy no tiene ningún criterio. Hay que joderse.


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Vulnerant omnes, ultima necat



16 febrero, 2011


...Continuación



Decíamos ayer, con permiso de Fray Luis, que el mundo estaba en vilo a la espera de la respuesta de Arcadi Espada a la especie de artículo que publicó Cercas el domingo en defensa de la mentira literaria en los periódicos. Apenas cuatro horas después de colgar el comentario, apareció la respuesta de Espada.

Un lector de Periodista Digital hizo ayer la interpretación más atinada de los que se han podido leer sobre la polémica:

No sé si merece la pena aclarar que se trata de una calumnia intencionada: como Cercas ha defendido que cuando Rico o Millás hablan de sí mismos en sus columnas no se trata de ellos, sino de personajes de ficción homónimos, Espada se la devuelve escribiendo una columna en la que el 'personaje de ficción' Javier Cercas es un putero. La idea es que si Cercas se queja, le estará dando la razón, al reconocer que no se puede ni se debe mentir en una columna de opinión


La réplica de El País ha sido inmediata. En la información y también en la opinión.  Lo más notable ha sido esta columna del director adjunto Lluís Bassets, que incluímos aquí deconstruída:






LLUÍS BASSETS

Mentirosos

LLUÍS BASSETS 16/02/2011

Uno mintió cuando dijo que no fumaba. Defendió luego su derecho a la mentira poética. El otro mintió cuando dijo de alguien que había sido detenido en una operación policial en Arganzuela contra una trama de explotación sexual. [El columnista empieza por desenfocar el debate o como queramos llamarlo. La polémica no es entre Arcadi Espada y Francisco Rico, sino entre el primero de los citados y Javier Cercas, ese 'alguien', a propósito de la defensa que éste hacía de la licitud de la mentira en el periodismo de opinión] No sé yo cómo hará luego para defender su derecho a mentir. ¿También razones poéticas? [Evidentemente, no. Una vez aceptado el derecho de los periodistas (o de quienes ejercen de tales) a mentir por buenas causas, aquí se habrían impuesto las razones didácticas].
El contraste no puede ser más claro. Uno con la palabra quiere reforzar la retórica falaz de su defensa del tabaco. [Justo al revés: con la falacia, Rico trataba de reforzar su defensa del tabaco] El otro la utiliza para desacreditar a quien detesta y perjudicarle en su fama y en su reputación. [¿Cómo se llega a conocer las intenciones de un acto humano si el autor no las expresa?]
Uno con sus mentiras no perjudica a nadie, salvo a sí mismo. El otro con las suyas hiere y con contumacia: quiere herir y dañar. [Sigue el juicio de intenciones al atribuir contumacia: quiere herir y dañar. Es admisible que hiere, a la vista está. Pero, ¿por qué no pensar que se trata simplemente de una demostración por reducción al absurdo?] Hay un abismo entre ambos. Uno jamás habla de moral, mientras que el otro se la lleva a la boca en cuanto le dan la ocasión. [He aquí otra falacia notable. 'Jamás' quiere decir 'en ninguna frase de este artículo' al referirse a Rico, (puesto que parece que sigue sosteniendo este falso antagonismo). Otra interpretación sería absurda. Una persona como Rico ha tenido que referirse muchas veces a la moral a lo largo de su vida. Al referirse a Espada (se la lleva a la boca cada vez que tiene ocasión) parece que le está ajustando cuentas en un largo periodo de tiempo]
La frivolidad de uno y la inmoralidad del otro nos aleccionan sobre el sonido hueco de ciertas palabras y los escasos escrúpulos de quienes percuten sobre ellas como en un tambor. [¿No sería más apropiado concluir que esto nos alecciona sobre el peligro de la mentira en el periodismo? En el caso de la mentira de Rico que complacía a Cercas con un coste 'pequeño': inducir a error a los lectores de El País. Lo de Espada es una mentira que ha  dañado a Cercas, pero éste no tiene razón al reafirmarse hoy en que Rico hizo 'un chiste evidente'. Para mí mismo: conozco y admiro la obra de Rico, pero nada sé de sus hábitos tabaquistas o de sus rutinas sexuales. Al hilo de todo esto, Espada hizo otro chiste evidente a costa suya]. Quien esto hace no es un mentecato, o no solo, es sobre todo un inmoral. Y lo peor es que lo que ha destruido su sentido moral y su credibilidad como periodista no es más que la vanidad. [Ahora le concede el oscar a toda su carrera, pero deberí tener en cuenta que también en esto se equivoca: el pecado mortal del periodismo no es la vanidad, pecadillo menor, hermano pequeño de la soberbia, sino la mentira. El buen periodismo es compatible con la soberbia de quien lo ejerce; con la mentira, no].

15 febrero, 2011

Cercas insiste


Pie de foto.-Cercas junto a Ariadna Gil, protagonista de la versión cinematográfica de 'Soldados de Salamina'

Han transcurrido 48 horas desde que apareció este artículo de Javier Cercas en El País y Arcadi Espada no ha respondido todavía. He aquí el arranque:
Una frase: "Exigimos una campaña legal contra quienes propagan mentiras políticas deliberadas y las diseminan a través de la prensa". ¿Quién escribió eso? Adolf Hitler, en 1920. ¿Qué significa eso? Significa, al menos, que hay que desconfiar de los cruzados contra el embuste, porque el énfasis en la verdad delata casi siempre al mentiroso.
Extraordinario. Imagino a Cercas ante una conversación banal entre Hitler y Eva Braun:
Eva.-¿Qué hora es, cariño?
Adolf.-Las tres y cuarto.
Naturalmente, Cercas y su alter ego Miralles comprenden que en aquel momento eran en realidad las ocho menos veinte. El énfasis en la verdad delata casi siempre al mentiroso. ¿Por qué casi? Demos la vuelta a la frase: ¿La insistencia en la mentira es la señal con que se anuncian las personas veraces? El resto de la pieza no desmerece en absoluto. Francisco Rico escribió un artículo contra la ley antitabaco que terminaba con una aseveración falsa: "en mi vida he fumado un solo cigarrillo" cuya función era la colocar al firmante por encima de la sospecha de parcialidad y, por tanto, de reforzar su posición contra la ley. Se asombra Cercas de que tanta gente haya protestado por la mentira de Rico. Qué poco sentido del humor. Para que lo entiendan reproduce una conversación apócrifa entre el director del diario y Millás, un colaborador que a veces incurre en escapadas del subconsciente, al que amenaza con echar por introducir la ficción en el periódico. 

Luego aclara que esa conversación es falsa, sin tener por qué. El director echó a un editorialista por haber escrito un cuento en el que se transparentaban como personajes de ficción dos personas con cargo en el periódico. No lo había publicado en El País ni en ningún otro medio. Se limitó a enviárselo por mail a algunos amigos.

En el artículo de Cercas se adivina, aunque no cita su nombre, Arcadi Espada. El columnista catalán, amigo del periodista de Burgos, había revocado con autoridad un disparate de Cercas. Vean aquí la columna de Espada y la afirmación de Cercas que en ella desmiente. Éste publicó en El Mundo, sección 'Cartas al director' la siguiente misiva:
Respuesta de Cercas a Espada
 Sr. Director: 

A juzgar por lo que escribe en “El Milikito” (El mundo, 25-1-2011), a Arcadi Espada le ha sentado tan mal el éxito de mi libro Anatomía de un instante como le sentó hace diez años el de Soldados de Salamina. Confieso que el sufrimiento de este hombre me halaga. Pero no soy muy partidario de poner la otra mejilla. En su artículo, Espada viene a llamarme mentiroso, payaso, oportunista y etarra. Este desparpajo, sin embargo, no es lo más llamativo: lo más llamativo es la lectura delirantemente deshonesta (o simplemente necia) que hace de mi artículo “Adiós, muchachos” (El país, 23-1-2011). Estoy dispuesto a discutir con casi todo el mundo mis opiniones, quizá equivocadas y quizá no, sobre el fin de ETA; con Espada es imposible: primero porque lee lo que quiere y no lo que uno escribe, y segundo porque su prosa no está hecha para el razonamiento sino para el insulto o, todo lo más, para el desplante, lo que significa que cualquier intento de entablar un debate intelectual con él sólo puede degenerar en una reyerta de chulos. No me parece que sea eso lo que merecen los lectores de El mundo, a quienes ruego por ello que se abstengan de leer la última frase de esta carta: Espada, mentecato, es la última vez que te contesto, que bastante tiempo me has hecho perder ya. Javier Cercas. Escritor.

La prosa de Espada está hecha para el insulto, escribe quien le llama 'mentecato'. "Es la última vez que te contesto", pero el domingo volvía a lamerse la herida.

En fin, el mundo en vilo a la espera de la respuesta de Espada.