Una cuestión de liderazgo

Pie de foto.-Aspecto que tendrán los aparcamientos de La Moncloa durante los Consejos de Ministros y Ministras de los viernes. Es muy importante que causemos buena impresión, ahora que vamos a ser los presidentes de Europa, que cualquier observador pueda apreciar al primer vistazo que en este país hay poderío.

Según cuenta El Confidencial Digital, el presidente del Gobierno y el ministro de Fomento viajaron a Arabia Saudí para tratar de abogar ante las autoridades saudíes para que España obtenga el encargo del tren de alta velocidad que quieren construir entre Medina y La Meca.

La delegación española viajó el día 24 de noviembre, pero en aviones separados, lo cual es notable si tenemos en cuenta que Zapatero y Blanco volaron desde El Cairo, donde habían visitado juntos a Hosni Mubarak. Las cosas no terminaron allí. Resulta que entre los dos se habían olvidado de llevar la carta que el Rey don Juan Carlos había escrito para su primo, el Rey Abdulá, con el que tiene buena relación, por lo que hubo que fletar un tercer avión desde Madrid para llevarles la carta.

Ah, además llegaron tarde. Para esas fechas, la delegación francesa, que también opta al concurso, ya llevaba una semana en Arabia haciendo su trabajo. Y seguro que fueron todos en el mismo avión, como si fuesen pobres. ¿A qué cliente querrán impresionar así?

Los nuevos españoles tiran de avión particular con la misma facilidad que los chinos de bicicleta. El mismo medio da cuenta de las protestas de los periodistas que integraban la comitiva de Chacón para ir a su brindis navideño a Afganistán, sin hacer más comunicaciones que la de su discurso oficial ante las tropas españolas. Tal vez los periodistas quieran también un avión propio. Lástima que el cava no llegó para todos los plumillas y que algunos tuvieran que brindar con jerez.