El embudo socialdemócrata

Pie de foto.-Elena Salgado contempla con arrobo el instrumento sexador -¿o se debe decir generador?- preferido de la socialdemocracia.

Como es de común conocimiento, se llama 'ley del embudo' a la norma de conducta consistente en aplicar criterios muy favorables o tolerantes para uno mismo y muy estrictos para los demás. Es, para qué nos vamos a engañar, una vieja actitud humana, aunque nunca ha brillado a tanta altura como con la socialdemocracia felizmente gobernante en España.

En este mismo blog fue noticia la extraña defensa que la vicesegunda Salgado hizo de sí misma, tras el soberano repaso que sufrió a manos de Rajoy durante el debate de los Presupuestos generales para 2010:

"Lo que sentí fue retroceder a este país en 50, 70 u 80 años. Los atavismos, entiendo que hay a quien le resulta difícil desprenderse de ellos. Pero, en fin, estas cosas pasan en la derecha".

Es sorprendente que mujeres cuya igualdad con los varones no discutiría nadie se feminizan para gozar de ventaja frente a sus competidores varones. Ninguna sorpresa en el hecho de que Hipatia de Benidorm acudiera al rescate:

A Rajoy le irrita «debatir con la primera mujer de la historia que ha sido vicepresidenta económica del Gobierno de España».

Algo más extraño es que Juan José Millás, que tiene algo más de talento, apuntarse a la denuncia del machismo de Rajoy. Mientras, la vicesegunda ha formado un equipo en el que la paridad que fue seña de identidad de este gobierno, queda como sigue, según ABC de hoy, que hace la cuenta:

"dos secretarios de Estado, siete subsecretarios y 25 directores generales frente a dos subsecretarias y diez directoras generales. Es decir, 34 frente a 12."

¿Y qué dice Bibiana? Ni mú, como es lógico.