Querella criminal

La portaboz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, anunció ayer que el Ejecutivo de Ibarretxe se va a querellar contra el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Juan Pablo González, por haber publicado en La Razón un artículo titulado 'Nacionalismo contra la Justicia'. La idea no es del todo suya. Se la han sugerido los vocales progresistas del CGPJ, al expresar su solidaridad al Gobierno Vasco por la publicación del citado artículo.

¿Recuerdan cuando esos dos puntales del Gabinete Ibarretxe llamados Haz Karate y Haz Karraga emplazaban al Tribunal Supremo para que no condenase al terrorista Iñaki de Juana Chaos como autor de un delito de amenazas terroristas "por dos artículos de prensa"?

Foto: Santos Cirilo
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Terroristas más buscados

Uno de los frutos más insípidos del contacto del periodismo con sus fuentes policiales es el sintagma "el terrorista más buscado". Debe de tratarse de una cuestión de prestigio. Para el policía que lo detiene, aunque para la Policía no hay terroristas más buscados que otros. También para el periodista que lo cuenta. La épica goza de más prestigio que la lírica.

Y last, but not least, también para el propio terrorista. Uno no es un mindundi, un respeto. En 1982, un antiguo etarra protagonizó un altercado en La Palanca con una de aquellas hijas de la noche. Invocó ésta en su ayuda la solidaridad profesional y el legendario 'Wilson' tuvo que huir calle de las Cortes abajo, perseguido por unas coimas cabreadas.

El asunto me hizo pensar. Sic transit gloria mundi. Él había sido siete años antes "el terrorista más buscado". En aquel terrible verano de 1975, la cara de Wilson, né José Ignacio Pérez Beotegui, se asomó a las portadas de todos los periódicos de España. El enemigo público número 1 corrido a gorrazos por un barrio de putas en plena decadencia. Hoy llegan a Santurce los restos de Endika Iztueta Barandika, antiguo miembro del comando Vizcaya, a quien se le imputaban siete asesinatos cometidos en los primeros años 80. Iztueta fue asesinado por unos ladrones, que le robaron 200 escudos ( dos euros) y el reloj.

El pasado 25 de enero, El País titulaba "Detenido en Bayona uno de los etarras más buscados". Lo llamativo del titular era desmentido en el primer párrafo:

El supuesto miembro de ETA Eneko Galarraga, nacido hace 27 años en Villabona (Guipúzcoa), incluido en la última lista del Ministerio del Interior de los etarras más buscado, fue detenido ayer en Bayona (Francia), acusado de haber captado para la banda a Ohiane Bakedano, detenida en 2002 por la Guardia Civil. Galarraga estaba huido desde entonces, aunque no hay datos de que haya participado en ningún atentado.

Aun admitiendo que hay terroristas más buscados que otros, ¿Cómo puede ser uno de los más buscados sea alguien que sólo llegó a pecar de pensamiento? Misterios del periodismo contemporáneo. Cinco días más tarde, el Tribunal de Pau, ante el que compareció, ordenó su puesta en libertad.

No hay que afligirse. Con los etarras más buscados en la prensa pasa como con el cargo del pirata Roberts en 'La princesa prometida': son dignidades hereditarias; pasan de unos a otros sin que se resientan la emoción ni la lógica del relato. Podrían ustedes pensar que con la puesta en libertad de Galarraga ya no había terrorista más buscado preso. Craso error. Ayer mismo se detenía en Francia a Ainhoa Adín Jáuregui, "una de las etarras más buscadas". "Tú la llevas", habrá pensado Galarraga.

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Los 400 euros

Santiago González

Entre los rudimentos de economía que Jordi Sevilla iba a enseñar a Zapatero en dos tardes no figuraba, por lo visto, una aproximación a la política fiscal. El presidente, al igual que su vicepresidenta, calificó de “progresiva” la medida, porque “afectará más a los que ganan menos”. Lo que quiere decir, sin saberlo, es que, como la propensión marginal al consumo de los pobres es mayor que la de los ricos, decir que si tú le das 400 euros a un mileurista se los gastará todos o casi todos, pero el mismo ingreso en la cuenta de Manuel Pizarro no alterará sus hábitos de consumo.

La política fiscal no está pensada como una operación de relaciones públicas para que los gobernantes caigan simpáticos a los ciudadanos y estos les voten, sino para que puedan orientar la economía, hacer frente a las crisis, fomentar el ahorro o el gasto, etc. El manejo de la política fiscal es más importante desde que la otra gran herramienta, la política monetaria, es competencia del BCE desde hace unos. No se entiende, en consecuencia, por qué han de devolverle 400 euros al señor Pizarro o a cualquiera que gane 40.000 euros al año, pongamos por caso. No produciría el menor efecto.

Por otra parte, si hay que devolver dinero a los contribuyentes, sólo puede ser porque: a) se les ha cobrado de más, o b) se ha gastado de menos, bien porque no se han ejecutado correctamente los presupuestos o porque se han diseñado mal. En el primer caso habría que proceder a bajar los tipos impositivos. En el segundo, a mejorar la ejecución o recortar los presupuestos. Además, el famoso superávit del 2% que invoca Zapatero corresponde en su mayor parte a la Seguridad Social y su destino natural es el fondo de reserva para cuando vengan las vacas flacas que ya asoman el hocico por la esquina. Dixi, et salvavi animam meam, dicho lo cual, cobraré sin protestar mis 400 euros, si procede. Que el Gobierno te de 400 euros es más de agradecer que si alguno de sus servidores, cualquier guardia, te da una patada en la entrepierna. Aunque sólo sea por razones prácticas.

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Addenda.-El presidente del Gobierno justificó la progresividad de su último invento con un ejemplo práctico: Supongamos que alguien tiene que pagar 400 euros en su liquidación del IRPF. A ese le vamos a devolver el 100%. Al que tenga que pagar 1.000 euros, se le devolverá el 40% y a quien tenga que apoquinar 2.000 euros, el 20%.

Y así sucesivamente. Es decir, que no cobrarán nada los autónomos, ni los más pobres, que no declaran porque perciben unos ingresos inferiores al mínimo exento, ni aquellos a quienes la declaración les resulta negativa, "a devolver". Como sabe todo el mundo, cuando una declaración da a devolver, no estamos ante un contribuyente privilegiado por Hacienda, sino alguien a quien le han cobrado de más por adelantado. Justamente, la clase de contribuyente que debería figurar en la cabeza de la cola para cualquier devolución.