07 octubre, 2006

Suso de Toro no está solo


Manuel Rivas en 'El País':



"Aquí hicieron funcionario al verdugo porque el pueblo era indómito. Los que más dieron la cara contra el invasor, fueron luego colgados por el absolutismo. Para definir España no nos valen los dictadores."


Vayamos por partes: Si aquí hicieron funcionario al verdugo fue, sencillamente porque la condición funcionarial tiene un arraigo antiquísimo en España y goza de extraordinario (y merecido) prestigio.

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Tal vez Rivas debería considerar que no todos los guerrilleros siguieron el ejemplo de Juan Martín, el Empecinado, preso y ejecutado en 1826. El cura Merino, aquel alma de cántaro y espejo de absolutistas, por ejemplo. Y el buen pueblo español, que en la plaza de Roa insultaba al Empecinado en su jaula, que recibió gozoso a Fernando VII al grito (indómito al decir de Rivas) de "¡Vivan las caenas!":


Cuando Fernando VII entró en España ya no había constitución ni señales de que la hubo. Todas las ciudades chicas y grandes se entregaron a quemar y enterrar las cenizas del código constitucional. La entrada en Madrid fue aún más gloriosa. Las masas populares comenzaron a vitorearle con loca alegría, y cortando los tiros condujeron el coche del rey hasta el convento de Santo Tomás.

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Luis Buñuel, un intelectual indómito, lo cuenta en el plano final de 'El Fantasma de la libertad'. Gustavo Bueno enredó un poco más en busca del origen de la izquierda:

La izquierda, según sus valores de primera generación, tendríamos que buscarla, como hemos dicho, en el ámbito de la «izquierda napoleónica», en la España representada por los «afrancesados»; la derecha estaba representada, en primer lugar, por los «patriotas» anti-napoleónicos. Pero en la medida en la cual los constitucionalistas de Cádiz, aun enfrentados con los afrancesados, subordinaron su enfrentamiento a ellos a la Constitución de una nueva Nación soberana, oponiéndose a los absolutistas, incluso a los que combatían en las guerrillas, comenzaron a encarnar también valores de la izquierda de primera generación.(El Basilisco, nº 29, 2001)
¿Y dice este galán que para definir España no nos valen los dictadores? Fernando VII tenía por sobrenombre "El Deseado".
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Algo se mueve en ese mundo
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Balza piensa que el Gobierno vasco es golpista
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Datos: El Gobierno vasco del que forma parte Javier Balza ha intentado cambiar el marco jurídico sin atenerse al procedimiento que señala dicho marco y está empeñado en sustituir el Parlamento por otra cosa a la que llaman "mesa de partidos".
Por mucho que diga el consejero de Interior, nadie del PP ha intentado sustituir a los jueces por peones de albañil, pongamos por caso.
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21 comentarios:

Santiago González dijo...

La amable Julia ha enviado el 'link' con la carta de Susto de Toro hoy en El País. Muchas gracias.

Lamentablemente, al tratar de incorporar la novedad al diario, la impericia de este blogmaster ha hecho que se desconfigurase la página y el post de Julia se ha perdido.

Anónimo dijo...

Don Santiago, como la frase que más me han dirigido a lo largo de mi larga vida ha sido, "julia, desastre", tengo una especial predilección por los blogmaster de mi condición. Seguro que usted aprenderá, yo no lo haría. Copio y pego, el artículo de Pericay, hoy en el ABC.

La Holanda del Mediterráneo
XAVIER PERICAY
PORQUE HOY
ES SÁBADO

José Montilla, candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, afirmó el pasado domingo que, en caso de contar con el favor de las urnas y de los pactos, piensa convertir Cataluña en la Holanda del Mediterráneo. Sólo necesita diez años, añadió. Convendrán conmigo en que el tema es apasionante. La Holanda del Mediterráneo. En diez años. Y por obra y gracia de Montilla. Parece imposible. Pero no, les aseguro que lo dijo.
Como no sé muy bien qué puede esconder la cabeza de Montilla, he acudido a las fuentes. Todas coinciden en que el principal factor de la analogía no es el clima, ni la religión, ni la densidad demográfica, ni la altura de hombres y mujeres, sino la lengua. Mejor dicho, el inglés. Sostiene Montilla que en diez años va a convertir el inglés en la tercera lengua de Cataluña, lo que convertirá a su vez a Cataluña en la Holanda del Mediterráneo. Ante tamaña figura del pensamiento, sólo se me ocurren dos hipótesis: que el candidato esté convencido de que los holandeses hablan ya, de forma generalizada, catalán y castellano, o que esté convencido de que los catalanes hablamos ya, también de forma generalizada, neerlandés y frisón. Porque lo que me resulta inconcebible es que Montilla pueda llegar a creer que el inglés es la tercera lengua de Holanda, cuando cualquier turista de alpargata y canuto sabe que es la segunda y, según como se mire -o sea, según como se incluya la inmigración en el recuento-, incluso la primera.
De todos modos, o mucho me equivoco o cuando Montilla hablaba de lenguas pensaba en otras cosas. Por ejemplo, en el paraíso. En el suyo, por supuesto, en el de los progres por excelencia, allí donde los vicios no son tales porque están permitidos y regulados. Y puede que tal vez pensara, asimismo, en esas virtudes que se atribuyen, desde hace décadas, a la sociedad holandesa: la tolerancia, la solidaridad, la convivencia. Seguro que nadie le habrá informado, al respecto, de hasta qué punto el modelo ha entrado en crisis. De la escasez y carestía de la vivienda. De los problemas con los inmigrantes musulmanes, que en ciudades como Ámsterdam han construido, con el beneplácito de las autoridades, verdaderos guetos. O de la crisis, tremenda, del sistema educativo, que obliga a importar maestros de otros países. En definitiva, que más le valdría al candidato mirar para otro lado.
Claro que, si no quiere bajarse del burro holandés, yo le aconsejaría que propusiera, como medida estelar de campaña, el amarre de unas cuantas barquitas en el estanque del parque de la Ciudadela. No para solaz; para vivienda, como en los canales de Ámsterdam. Eso sí, en Barcelona serían de protección oficial. Y hasta podrían habilitarse unas pocas, algo apartadas, para el ejercicio de la prostitución, como en las afueras de Utrecht. ¿Qué le parece? ¿Ingenioso, verdad? Y, encima, no hacen falta diez años para lograrlo. Pues nada, a proponerlo, que son dos días.

Anónimo dijo...

Cada me sorprende usted Don Santiago, le felicito por poner las cosas en su sitio.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que Pericay se equivoca. Lo que quiere decir Montilla con la amenaza de convertir a Cataluña en la Holanda del Mediterráneo es que la va a poner bajo el nivel del mar.

Anónimo dijo...

Este Suso del Todo nos cree raros por haber hecho funcionario al verdugo. Unos adelantados en los derechos laborales es lo que hemos sido.

Suso del Todo no ha leído a Albert Camus cuando cuenta que, en noviembre de 1947, hubo importantes huelgas en Francia. Entre los huelguistas estaba el verdugo de París que exigía una prima por cada ejecución, pero sobre todo que se le reconociera la categoría administrativa de jefe de oficina.

"Se acababa así, bajo el peso de la historia, una de nuestras últimas profesiones liberales", escribía Camus. "En una civilización en la que el crimen y la violencia son ya doctrina y están a punto de convertirse en instituciones, los verdugos tienen perfecto derecho a entrar en los cuadros administrativos", añadía.

Anónimo dijo...

Postdata:

Cuando Camus decía que "en una civilización en la que el crimen y la violencia son ya doctrina y están a punto de convertirse en instituciones" y que "los verdugos tienen perfecto derecho a entrar en los cuadros administrativos" no estaba hablando de la mesa de partidos ni de que a Josu Ternera lo fueran a hacer superintendente de la Ertzaintza.

Lo aclaro porque hay mucho malpensado que podía pensar que Camus era profeta.

Pero ¿y si lo era?

Anónimo dijo...

Negrito, pero es Rivas, no Susote, que este tiene ya suficiente con lo que tiene: quiere colgarnos la culpa de la Guerra Civil a los que nacimos treinta años después de que terminara. Y se queda tan ancho, tan feliz y tan progre.

Anónimo dijo...

La carta al director que extravió el blogmaster:

"Más cebollas, algún ajo"

Suso de Toro - Santiago de Compostela, A Coruña

EL PAÍS - Opinión - 07-10-2006

Había leído un artículo reciente en estas mismas páginas de Jordi Gracia en el que matizaba, comentaba, corregía comentarios o artículos de otras personas que habían escrito sobre la memoria colectiva, así que esperaba que dijese algo sobre mi "ración de cebollas".

Sé que es una autoridad en la materia y reivindicador de la figura de Dionisio Ridruejo, pues previo al trabajo de la ficción leí algún que otro documento en hemeroteca y libros, entre ellos, alguno del profesor Gracia pero también del propio Ridruejo. Y lamento que en su celo no haya tenido tiempo de leer mi artículo entero, pues hay un párrafo completo donde le reconozco a Ridruejo ese carácter casi único de, siendo uno de los responsables del fascismo español, reconocerlo como un error y esforzarse por decirlo a la sociedad. Le reconozco su idealismo, honradez y valor. Aunque también señalo que le faltó el reconocimiento de la culpa, algo que tiene un carácter vivencial profundo pero también un sentido moral. No fue capaz de expresar el peso de la culpa, si la sentía, por, entre otras cosas, su decisivo papel en la creación de la División Azul, que integrada en el Ejército alemán participó en el ataque a Rusia. Pues "Rusia era culpable", y ello llevó muerte a rusos y españoles. Con responsabilidades tan grandes me asombra un poco su autocrítica tan deportiva, donde no percibo pesar alguno.

Por otro lado, atendiendo a la indicación del señor Gracia, he vuelto a leer las Explicaciones de Ridruejo, previas a su libro Escrito en España, y me afirmo con más convencimiento en esta idea.

Pero el señor Gracia considera "extravagante" el traer la culpa a colación, como nos la ha traído el señor Günter Grass. Pero el tema de mi artículo no era Torrente o Ridruejo, quería ser específicamente la culpa. En Alemania sería impensable trivializar el papel de la culpa en la formación de la memoria y conciencia colectiva, aquí se nos dice que es extravagancia y puerilidad. Somos capaces de encontrar cualquier disculpa para evitar hablar de la culpa, somos así en este alegre país que no la conoce.

Lo único que rectificaría del artículo publicado es la palabra "egoísta" que, debido a corrección celosa, perdió la t de "egotista" con la que califiqué a Ridruejo. Por lo demás, uno agradece lo de la extravagancia, que significa vagar por fuera, andar por libre. Ya me gustaría.

Anónimo dijo...

Este Manoliño es un capullo que escribe por hablar. Copipego del Blog de Arcadi Espada un testimonio que situa a los verdugos españoles como autónomos, ese colectivo de trabajadores que, según MTFDLV "camina en solitario muy a menudo":

221] Escrito por: Horrach - 5 Octubre 2006 04:02 PM

EL VERDUGO DE PUIG ANTICH

'Alguien a quien llamaban don Antonio'


EDUARDO JORDÁ


En 1996, la revista "Perlas y Cuevas" de Manacor publicó la noticia de la muerte de un mendigo al que la gente llamaba don Antonio. La revista decía que aquel mendigo, años atrás, había rechazado cobrar tres millones de pesetas (cincuenta mil euros de ahora) a cambio de una entrevista en "Interviú". Intrigado, llamé al director de la revista, Rafel Ferrer Massanet, y le pregunté quién era aquel mendigo.

-El verdugo que ejecutó a Puig Antich.

-¿Qué?

-Lo que oyes. Me lo dijo un guardia civil retirado que trabajaba de recadero para mi revista. Había coincido con el verdugo en algún sitio y lo reconoció. El guardia me sugirió la idea: "Si entrevista a ese tipo, tendrá una exclusiva cojonuda".

-¿Y lo entrevistaste?

-No. El hombre se negó. Rechazó los tres millones. No quería hablar con nadie. Se limitaba a pedir comida para los niños de la familia que lo había acogido. Si no fuera por aquella familia, una de las más pobres del pueblo, no tendría dónde caerse muerto.

-O sea que ese tipo, a pesar de su oficio, tenía su dignidad. No todo el mundo rechaza tres millones.

-Puede ser. No sé si llamarlo dignidad. Quizá sólo fuera vergüenza, o miedo a recordar lo que había hecho. Cualquiera sabe. Pero espérate, porque no he terminado con la historia. ¿Tú no dices que lo que parece más inverosímil siempre acaba ocurriendo?

-Sí.

-Pues escucha esto. ¿Sabes dónde vivió ese verdugo retirado que pedía vasos de leche en los bares para los niños de la familia que lo había acogido? Pues en la misma calle donde vivía la última novia de Puig Antich.

Y ahí se terminó la historia. Me hubiera gustado saber más cosas del verdugo, pero por una u otra razón no volví a hablar más con Rafel Ferrer Massanet de él. Ahora, al leer las reseñas sobre la película "Salvador", que cuenta la historia de Salvador Puig Antich, me he acordado de lo que leí en "Perlas y Cuevas" y luego me contó Rafel. La historia de este verdugo parece concebida por Joseph Conrad, aunque el desenlace es más propio de Thomas Hardy. Estos días he averiguado unas cuantas cosas más. Su nombre civil era Antonio López Guerra y había nacido en Badajoz. Luchó en la guerra civil con los republicanos. En la posguerra vivió de la venta ambulante de caramelos. Se casó y tuvo dos hijos. Un día oyó que alguien hablaba de una plaza vacante de verdugo. La pidió y su petición fue aceptada. Desde entonces, López Guerra trabajó treinta años como verdugo y llegó a ejecutar a unas veinte personas con el garrote vil, uno de los artilugios más diabólicos que se hayan inventado nunca. El peor momento de su carrera fue la ejecución de una mujer, la envenenadora de Valencia, que tuvo lugar en 1957. López Guerra no sabía que se trataba de una mujer, y cuando la vio, se puso muy nervioso. Tuvieron que ponerle varias inyecciones de tranquilizantes y al final lo llevaron a rastras al patíbulo, mientras que su víctima caminaba muy serena a su lado, dándole los últimos consejos a su hija, a quien por alguna razón habían dejado estar presente en la ejecución. La historia de esta ejecución inspiró "El verdugo", la mejor película del cine español. Hacia 1970, López Guerra aceptó participar en el documental "Queridísimos verdugos", otra de las mejores películas del cine español. Reconozcamos que la contribución de López Guerra a la historia del cine español ha sido notable. Hoy en día, por mucho menos que eso, te dan un Goya.

El dos de marzo de 1973, Antonio López Guerra ejecutó a Salvador Puig Antich en la Cárcel Modelo de Barcelona. Hasta el último momento, Puig Antich creía que lo iban a fusilar. Cuando vio el artilugio que iba a taladrarle el cuello (López Guerra lo llamaba "la máquina"), Puig Antich sólo consiguió exclamar "¡Qué bestia!", aunque tuvo la presencia de ánimo de decirle al militar que había presidido su consejo de guerra: "Majo, lo has conseguido".


Aquel fue el último trabajo de López Guerra. Cuando supo que se había abolido la pena de muerte en España, quizá sintió alivio, quizá sintió lástima de sí mismo. Un día apareció en Manacor, un lugar en el que nadie lo conocía. Con el tiempo se convirtió en un mendigo silencioso que vagaba por el pueblo y que vivía a la buena de Dios, durmiendo en los soportales o en las casas que le daban cobijo. En sus últimos años se dedicaba a buscar fruta y leche para los niños de la familia que le había dado un techo. Rafel Ferrer me contó que una vez logró hacerle una foto. Cuando la reveló, sólo se veía una silueta borrosa que desaparecía por una plaza con una bolsa de plástico en las manos.

Anónimo dijo...

Un poco más adelante, en el mismo blog, otro bloguero añadía una precisión interesante:

Gran relato el de Jordá que nos regala Horrach. Dos precisiones solamente: Puig Antich fue ejecutado el 2 de marzo de 1974, no de 1973. Don Antonio se puso malo al ir a ejecutar a Pilar Prades, la envenenadora de Valencia, en parte por primerizo, en parte porque era prima suya (o quizá de su mujer). Lo cuenta en "Queridísimos verdugos". En ninguna otra parte se explica con tanta claridad la cuestión de clase en la pena de muerte: el verdugo y el reo son parientes, están hechos de la misma pasta.
Esta idea está también recogida en "El verdugo". Cuando Nino Manfredi va a casa de Amadeo, el verdugo, a devolverle los trastos que se ha dejado olvidados en el coche fúnebre, contempla las fotos de los ajusticiados que decoran una pared de la habitación. Se vuelve hacia otra pared en la que hay más fotos. "¿Y estos...?", pregunta. "No", responde Pepe Isbert. "Esos son parientes".

Anónimo dijo...

Otra precisión, Nebrija, seamos riguorosos: el verdugo se llamaba Antonio López SIERRA.

Así aparece, al menos, en la película de Patino, donce él mismo cuenta su peripecia vital: hambre en Extremadura, hurtos y cárcel, voluntario de guerra, División Azul, Berlín y "plaza vacante en la administración".

Y se explica con claridad (y falta de sintaxis) el hombre: "Este es un oficio que lo puede desempeñar cualquiera que tenga corazón y le eche valor... ¡pa' poder comer, porque la vida está cada vez más peor!"

Anónimo dijo...

Recordarán ustedes a Manuela de Madre, esa criatura a la que el franquismo echó de su pueblo y encontró asilo en Cataluña, donde, al parecer, no había hambre ni franquismo. Pues M. de M. ha dicho esto

Como muy bien apuntaba Vate Retro, esta chusma ha creado una neolengua mediante palabras síntesis. Promesa/amenaza: La opa de Endesa, el Carmel, el pacto del Tinell, la foto de la corona de espinas, la excursión del conseller en cap a comer una paella con Josu Ternera y la cagada primigenia: EL ESTATUT. Votadles para que puedan continuar por el camino del progresismo.

Anónimo dijo...

Admirable precisión, Nahum.

Anónimo dijo...

¿Y quién era ese Javier Vizcaya, alguien tiene más datos?

Anónimo dijo...

Aquí tiene manchego.

Anónimo dijo...

Los que tengan edad para recordar tiwnwn que haberse sentido atónitos al oír a Rubalcaba reprocharle al PP que "no saben lo que es la independencia judicial" por las críticas hechas al juez Garzón.
Él, que al mismo juez Garzón le acusaba de instruir sus autos a partir de sus intereses políticos (acusación de prevaricar) cuando Garzón instruía el sumario de los GAL u Rubalcaba era portavos del Gobierno.
Garzón es un señor que parece bastante bragado. No hablemos de lo que le pasó al pobre juez Marino Barbero por el sumario de Filesa. No les atacaban un periódico, una radio y algunos portavoices de la oposición, sino todo un Gobierno.
Pero no hace falta ir tan lejos.
recuerden lo que decía Patxi López de Grande Marlaska hace muy poco

Anónimo dijo...

Como fácilmente habrán comprendido, quería decir "tienen". Pero en una de estas, por si se asoma a este blog Pepiño Blanco...

Anónimo dijo...

Hoy, dos periódicos del mismo grupo informan sobre el mismo hecho: la sesión de ayer del Parlamento Vasco:

para el ABC, 'El PSE se opone a condenar la kale borroka'

Para El Correo El PSE liga el acercamiento de presos a que ETA desaparezca y Batasuna se legalice

Anónimo dijo...

Pues claro Hemeroteco. Titulan distinto sobre la misma cuestión porque se dirigen a potenciales clientes también distintos. El Correo lo compran los votantes socialistas en el País Vasco, y por eso dan esa versión edulcorada del debate. No cuentan lo principal, el hecho de que el PSE rechazara una proposición no de ley del Grupo Popular sobre la kale borroca. Ni cuentan en detalle- merecería un titular--, que la ausencia de la cúpula del PSE- entre ellos en negociador Egiguren que a lo mejor está en Oslo- permitió que se aprobara la propuesta de los nacionalistas sobre la poñítica penitenciaria. ¿Nadie llamará la atención a los ausentes, nadie les pondrá una multa? No nadie lo hará. Porque son ausencias buscadas. Todo forma parte del pacto de la vergüenza.

Anónimo dijo...

Hartodeprogres, creo que la cita es de Benedetti: "Un torturador no se redime suicidándose; pero algo es algo".Le viene al killer que ni al pelo, ¿a que sí?

Anónimo dijo...

Hoy en la portada de EP las fotos de la infancia de Más y Montilla.

Si no ha sucedido ya que alguien me avise cuando toquemos fondo.